Intentas abrir esa página web que tanto te gusta, y tu querido smartphone se resiente. Abres un enlace dentro de esa página web, y la lentitud vuelve a dominar tu vida. Vuelves atrás, y el navegador va tan justo de memoria que ha tenido que recargar la página. Ya como intentes abrir otra aplicación, o reproducir una canción, va a terminar cerrando todo y dándote con el escritorio en las narices.
Si te sientes identificado con todo esto, tranquilo, no eres el único. Las páginas web, las aplicaciones, el sistema operativo… todo se ha ido haciendo más pesado, y tu smartphone «viejo», o ese gama de entrada que prometía tanto a tan poco precio, se terminan resintiendo. Si hace dos años tener 1GB de memoria RAM era estar en la cumbre de las especificaciones técnicas, ahora eres un mindundi si no tienes 4GB de RAM. Y ojo, tienen que ser DDR4, si no no valen.
Sabemos que, para muchos, comprar un nuevo smartphone no es una opción, así que queremos ayudaros a sobrevivir con 1GB de RAM, o menos, en caso de que tengáis estos problemas de rendimiento o espacio.
Elimina aplicaciones innecesarias, incluso las del sistema
Las aplicaciones ocupan un buen espacio en nuestro dispositivo, además de ocupar memoria RAM si están funcionando en segundo plano. Si vamos muy justos de espacio en ambos sentidos, lo mejor que podemos hacer es recortar, encontrar las aplicaciones que más ocupan en la memoria de nuestro dispositivo y eliminarlas para que dejen de ocuparlo.
Estas aplicaciones incluso pueden ser del sistema, venir instaladas desde que el teléfono salga de la caja. Podéis hacerlas hibernar o eliminarlas por completo utilizando técnicas más avanzadas, en el enlace superior tenéis más detalles sobre cómo hacerlo.
Utiliza las versiones web y las apps ‘lite’ siempre que puedas
Siguiendo con esa tónica, si un servicio que utilizas tiene versión web adaptada a los móviles, no descargues la aplicación a menos que sea estrictamente necesario. Por ejemplo, podemos usar Facebook o Twitter desde el navegador, sin la pérdida de espacio y recursos que supondría instalar las aplicaciones.
En el caso de que necesites una aplicación sí o sí, consulta la existencia de alternativas ‘lite’, aplicaciones con el peso aligerado aunque esto suponga una pérdida de funciones. Tanto tu memoria interna como tu RAM lo agradecerán a la larga.
Instala un navegador MUY ligero
Estamos utilizando el navegador para aprovechar y no cargar el sistema con muchas aplicaciones, pero todo esto no sirve de nada si utilizamos con un navegador pesado, que ralentice por sí sólo el rendimiento del dispositivo, o que no sepa manejar la memoria como es debido.
Para solucionarlo, además de ser alternativas del archiconocido Chrome, tenemos navegadores que se especializan en aligerar peso y suponer poca carga para el sistema. Hemos hablado de ellos en El Androide Libre, y deberías darles una oportunidad aunque creas que vas sobrado de memoria.
Cuidado con los archivos basura: elimínalos
También hay que tener cuidado con todos los archivos que se van acumulando en el dispositivo con el uso: APKs que ya hemos instalado, archivos temporales de aplicaciones o el navegador, caché… no suponen un impacto directo en la memoria RAM, pero ese espacio que ocupan nos puede venir muy bien para otras cosas.
Existen muchas aplicaciones para libraros de esos archivos basura, aunque un servidor os recomendaría CCleaner para hacer la labor, como ya la hacen muchos en el ordenador. Y si no quieres depender de aplicaciones, siempre puedes coger tu explorador de archivos favorito y lanzarte a la caza de los archivos innecesarios.
Descarga Greenify para mantener a raya las aplicaciones instaladas
Greenify, para los que no conozcáis la herramienta, es una útil aplicación que nos permite evitar que las aplicaciones consuman recursos cuando no están abiertas. Es una forma de limitar y controlar su comportamiento, creada en principio para ayudarnos a ahorrar batería.
Por suerte, y además de ahorrar batería, Greenify puede servirnos para hacer que las aplicaciones no se abran en segundo plano, gestionando nosotros mismos la memoria. Incluso, si estamos muy desesperados, podemos congelar aplicaciones como los Google Play Services, aunque es recomendable hacerlo como último recurso.
¿Capa de personalización? Plantéate una ROM personalizada
Por último, y para los casos extremos, puede que esa capa de personalización que lleva tu móvil tenga buena parte de culpa. No ocurre siempre, pero existen dispositivos con 1GB de memoria RAM en el que la capa del fabricante llega a ocupar 600MB, dejando menos de 400MB al resto del sistema.
En esas condiciones es normal que tu teléfono sufra, y la solución puede pasar por eliminar esa capa de personalización de la ecuación. Para ello, tendréis que recurrir al enorme mundo de las ROMs y del root, algo que se puede hacer un tanto avanzado, pero que puede valer la pena si quieres sacar provecho a tu dispositivo. Por suerte, tenemos una página que te contará todo lo que debes saber al respecto.