Según los últimos datos, un 42% de personas en España ha utilizado su móvil para pagar en algún establecimiento sin contacto utilizando su smartphone, tal como recoge un estudio elaborado por PecunPay en colaboración con Visa. Los móviles Android actuales, en su gran mayoría, son compatibles con este tipo de pagos, y se están popularizando, como ya pasó con Bizum.
Gracias a aplicaciones como Google Wallet o Samsung Pay, se puede utilizar el móvil igual que si se utilizara una tarjeta de débito, y es un método que cada vez se usa más, ya que los datos han aumentado progresivamente desde 2020.
Este tipo de pago ya es compatible con muchos comercios, aunque es cierto que aún hay algunos en vías de adaptación. Una de sus principales ventajas es la comodidad que ofrece respecto a la tarjeta, aunque existen ciertos requisitos para poder utilizar esta modalidad en Android.
Una tendencia en alza
El Estudio sobre tendencias de pago en España realizado por Pecunpay y Visa revela que los usuarios en España cada vez usan más el móvil para abonar el importe de sus compras. Hay un crecimiento de un 5% respecto a los datos de 2021 y de un 8% comparándolos con los de 2020. Aunque sigue sin ser el método preferido por los usuarios, puesto que este puesto lo consigue la tarjeta de débito, que es la primera opción para un 55% de los encuestados.
Sin embargo, sí se posicionan como la forma preferida en la franja de edad de entre 18 y 29 años. Otro dato interesante que revela el estudio es que un 70% de usuarios que usa el móvil como tarjeta, lo hace de manera frecuente.
Los establecimientos en los que más usan los encuestados este método es en tiendas de alimentación, con un 53,4%; establecimientos de hostelería con un 24,8% y en tiendas de moda con un 12%. Según Antonio García Cruz, consejero delegado de Pecunpay, la rápida aceptación por parte de los comercios de los pagos sin contacto es uno de los principales motivos de que aumente su uso.
Qué hace falta
Lo primero que hay que saber para pagar con el móvil es que hay varias plataformas que permiten hacerlo en Android. La más extendida es Google Wallet, que puede usarse en todos los móviles Android compatibles. Las alternativas de Samsung, y Huawei, por su parte, solo está disponible para los móviles de esas compañías. También hay algunas aplicaciones bancarias como BBVA Wallet, Santander Wallet o ING Wallet que funcionan de forma independiente a la cartera de Google.
A nivel de componentes, la plataforma de Google requiere de la presencia de un chip NFC en el móvil. Este debe contar con una versión de Android superior a 7.0 Nougat. También es imprescindible que el dispositivo tenga los servicios de Google Play actualizados.
Existen aplicaciones en Android como NFC Check que permiten verificar en cada dispositivo si puede usarse para pagar y si es compatible con el método de Google. Por otra parte, la entidad bancaria en cuestión también debe ser compatible con esta modalidad. El servicio de Google es puede funcionar con una gran cantidad de bancos y tarjetas como BBVA, ING, Caixa, Ibercaja, N26, Abanca o Banco Sabadell, entre otros.
Cómo configurar los pagos
Para utilizar Google Wallet, que es la plataforma común a todos los móviles Android, es necesario descargar la aplicación desde Google Play. Es necesario introducir los datos de la tarjeta que se quiere registrar en la aplicación, por lo que hay que tenerla a mano antes de empezar con la configuración.
Al entrar en la app hay que pulsar sobre el botón de Añadir a la billetera que se encuentra en la parte inferior, después de lo cual hay que seleccionar Tarjeta de pago. A continuación se iniciará la cámara del móvil para tomar estos datos automáticamente mientras se apunta a la tarjeta, aunque también se pueden introducir manualmente.
Se trata del número de tarjeta, el nombre y apellidos del titular de la tarjeta, la fecha de caducidad y el código CVV. Es importante mantener estos datos en la más absoluta privacidad, por lo que hay que evitar compartirlos. Si ya están guardados en Google Pay se rellenarán automáticamente todos menos el código CVV, que habrá que introducirlo igualmente.
Si los datos son correctos, habrá que iniciar sesión en la app del banco para aceptar la solicitud de Google Wallet. Una vez se confirme, la tarjeta estará añadida. Antes de empezar hay que abrir la aplicación del banco y buscar la opción para habilitar los pagos móviles. Para confirmar la identidad del usuario el banco enviará un mensaje SMS de confirmación.
Qué riesgos hay
Hay que tener en cuenta que se paga con Google Wallet igual que cuando se hace con la tarjeta utilizando el chip. Es decir, solo hay que acercarlo a la parte habilitada para ello en el datáfono de un comercio, gasolinera o cualquier establecimiento que tenga un TPV compatible.
Sin embargo, las compras sin contacto con el móvil son incluso más seguras que con una tarjeta convencional. No se puede usar este método de pago sin desbloquear el móvil, por lo que aunque se pierda o sea robado, no se podrá usar para ello.
En el caso de las tarjetas cualquiera puede acercarla a un datáfono y hacer una compra sin el consentimiento del dueño. Igual que sucede con estas, si el importe es inferior a 20 euros, no hará falta introducir el PIN. Google Wallet pone una barrera antes de hacer el pago, como es el desbloqueo biométrico o por código.
Al utilizar la tarjeta en un comercio, Google envía un número de cuenta virtual al comercio en el momento de pagar, no el número de la tarjeta que se ha usado. Esos datos permanecen a salvo en los servidores privados de Google. La información de la compra tampoco se comparte con terceros, por lo que las compras también son privadas.