Dado el alto nivel al que han llegado las cámaras de nuestros smartphones, ¿por qué no usarla para fotografía de estudio? ¡Veamos como!
Hagamos un ejercicio de reflexión sobre lo que han evolucionado los teléfonos móviles. En concreto lo que han evolucionado sus cámaras de fotos. Quizá recordéis lo que se decía al aparecer los primeros móviles con cámara. ¿Quién necesita eso? Teniendo una cámara de fotos digital no es necesario…
Estamos en 2017 y las cámaras digitales compactas han sido engullidas hasta su irrelevancia. ¿Quién se ha comido su trozo de tarta? No es Google Chrome, no seáis malos con el pobre, los culpables son los smartphones.
Y es que la cámara de fotos se ha convertido en una de las joyas a la hora de presentar un nuevo dispositivo. Puedes presentar un dispositivo espectacular, pero como no tenga una cámara a la altura… pasará sin pena ni gloria. Así que teniendo en cuenta esto, ¿por qué no darle más usos que la de hacernos selfies?
Fotografía de estudio ¿con un smartphone?
Ojo, no estoy insinuando que un smartphone sea mejor que las cámaras réflex o sin espejo de cierto nivel. Pero si tenemos la suficiente calidad fotográfica en nuestros bolsillos para darle un uso más «serio» o productivo que hacerle fotos al café del desayuno.
Además uno de los puntos positivos de usar nuestro smartphone, siempre que tengamos uno, es lo asequible que resulta realizar este tipo de fotografías. No necesitamos gastarnos un dineral y os sorprendería los buenos resultados que se obtienen.
Lo importante no es la cámara, sino quien ve a través de ella
Si queremos realizar fotografía de estudio, por ejemplo de objetos, lo necesario es tan sencillo como tener:
- Cartulina, preferiblemente de color blanco, aunque eso queda a vuestra imaginación.
- Cinta de celo.
- Papel de aluminio.
- Papel de cocina para hornos.
- Lámpara de mesa.
Como puedes ver son cosas que normalmente deberíamos tener por casa. Lo que no deja excusas para no pasar un rato, probando y experimentando. Ya que el planteamiento es bastante sencillo.
La cartulina la usaremos de fondo, así que lo único que necesitaremos es sujetarla a la pared haciendo uso del celo. Para obtener un resultado óptimo, debe de quedarnos en forma de curva. Así obtendremos un fondo uniforme.
Después de hacer eso, podríamos empezar a hacer fotografías, aunque siempre es mejor dedicarle un poco de tiempo a la iluminación -tu gran amiga en la fotografía-. Aquí entran en juego dos protagonistas de nuestra lista anterior.
- Papel de cocina para hornos: Se usa como difusor, lo que conseguiremos es que la luz sea muchísimo más suave.
- Papel de aluminio: En este caso se recomienda forrar un trozo de cartón con este papel. Lo que obtendremos es un reflector con el que podremos dirigir la luz a nuestro antojo.
Ambos se pueden usar tanto en el caso de que usemos la luz ambiente, se recomienda situarnos cerca de una ventana, o si usamos la lámpara de mesa. En este último caso, si queremos difuminar la luz, recortaríamos y pegaríamos un trozo de papel de cocina para hornos. Obteniendo nuestro pequeño foco de luz difusa.
En temas de iluminación la imaginación es tu único limite. Ya que podemos usar más de una fuente de luz. Además si en lugar de usar papel de cocina para hornos usamos, por ejemplo, papel transparente de colores. Las posibilidades se amplían exponencialmente.
La cámara de nuestro Smartphone
En nuestro dispositivo hay algunos detalles a tener en cuenta si queremos obtener buenos resultados. El primero, aunque sea una obviedad, es tener la lente de la cámara limpia -sobretodo si tienes un S8-.
Sobre los ajustes de la cámara, siempre es recomendable usar el modo manual. Sí, es más «complicado» que el modo automático, pero a la larga obtendrás más satisfacciones. Podemos jugar con la compensación de exposición -el icono +/- de los ajustes- para conseguir por ejemplos fondos blancos en los que nuestro objeto parece estar «flotando».
Hay que probar distintos ajustes, observando lo que obtenemos y además aprendiendo, que nunca viene mal. Una vez obtenido el resultado deseado, podemos darle nuestro toque usando por ejemplo Snapseed o en el ordenador algún programa de retoque.
Experimentar y divertirse haciéndolo
Esa es la clave de todo y en fotografía más aún. Ya tienes todo lo necesario, así que lo único que necesitas es experimentar con distintos tipos de luces, posiciones y todo lo que se te ocurra. Te sorprenderá ver lo que se puede conseguir usando materiales tan de casa. Además de ser diversión «gratuita» ¿quién puede negarse?
Y recuerda que no todo es el equipo que se use, sino la creatividad e imaginación de quien lo usa.