Pulsar en el disparador de la cámara y tener una fotografía lista para compartir es lo más importante para la mayoría de usuarios. Prácticamente nadie se parará a editar una imagen.
Cuando los primeros móviles empezaron a implementar cámaras integradas el mero hecho de que se captara la realidad era un gran paso. Nadie pedía imposibles más allá de desear un aumento de calidad.
Poco a poco esto se fue dando y los componentes mejoraron, desde los sensores hasta las lentes pasando por el software, que era el gran protagonista, el responsable de mostrarnos cómo se ven las cosas. Pero en el camino son muchos los que olvidan que hay dos factores clave a la hora de hacer una fotografía con le móvil: tiempo y velocidad.
Velocidad: Tocar y listo
Aunque somos muchos los aficionados a la fotografía que agradecemos funciones avanzadas en los smartphones la realidad es que esos añadidos pasan desapercibidos para la mayoría de usuarios.
La inmensa mayoría de fotografías se toman simplemente con un click, sin cambiar el tipo de archivo que se va a guardar cuando disparemos, sin activar los controles manuales y sin modificar la temperatura de color posteriormente.
Es por eso que el software de procesado es tan importante, porque es el que transforma una imagen plana en algo más o menos parecido a la realidad. La velocidad es clave para la mayoría de poseedores de un smartphone que simplemente quiere pulsar y tener la imagen lista para compartir.
Tiempo: horas de procesado
Al igual que sucede en las cámaras profesionales, en los móviles podemos mejorar muchísimo la calidad de una fotografía. Podemos aplicar filtros antiruido, realizar un braketing para obtener las mejores zonas de varias tomas diferentes de un mismo objeto o corregir parámetros.
Recientemente en Google han demostrado de lo que es capaz una cámara como la del Pixel XL y la verdad es que es impresionante. Pero el mismo autor lo dice: el problema no es el hardware, el problema es que a día de hoy necesitamos muchísima postproducción para obtener sos resultados.
En la imagen superior vemos el resultado de tomar 64 fotografías con un Nexus 6P y realizar un cuidadoso ritual de postprocesado. En la fotografía inferior veis cómo se vería si simplemente pulsamos en el botón de la cámara. La zona clara se ha modificado para intentar buscar la cantidad de luz de la imagen superior.
Si en un futuro eso es lo que sale de la cámara de un móvil simplemente tocando instantáneamente la pantalla podremos dar por muertas a la mitad de las empresas del mundo de la fotografía clásica.
Hasta entonces el factor más importante a la hora de recomendar un móvil para la gente de a pie, para la mayoría, será cómo queda en modo automático, sin modificaciones. Algo como lo que ha hecho recientemente MKBHD.