Android Wear no es nada nuevo entre nosotros: ya conocemos bien a la plataforma para relojes inteligentes de Google, formada con un sistema operativo libre, pero «bloqueado» por Google para funcionar sólo en los dispositivos que quieran. Es un buen ejemplo de que los fabricantes hacen avanzar en cierta forma a Android, y de lo que deberían ser las actualizaciones en Android, aunque eso es otra historia.
En cualquier caso, Android Wear tiene bastante futuro por delante, algo que ha quedado patente en una entrevista a David Singleton, vicepresidente de ingeniería en Google y responsable de Android Wear, en Business Insider. En esta entrevista, David llega a ver un futuro para su plataforma dentro de 50 años, «el lugar ideal para que el poder de Google ayude a vivir a las personas».
La muñeca, un lugar perfecto para encontrar a Google
Para David Singleton, la muñeca es el lugar ideal para Android, y hacia dónde se encamina Google en cuanto a wearables se refiere. La idea es que nuestro reloj inteligente nos de información antes de que la pidamos, actuar como un «asistente personal» siempre presente en la red, y mantenernos sanos, llegando incluso a hablar con nuestro médico antes de caer en que estamos enfermos.
Singleton es consciente de que muy poca gente va a vivir de esta forma dentro de 2 o 3 años, de ahí que piense en un futuro dentro de 50 años: una posible expansión de los relojes inteligentes, tras solucionar problemas como la batería, o resolver el candente tema de la privacidad, como ya pasó con los smartphones.
También es consciente de que los relojes inteligentes están en su infancia, sabiendo que hemos comenzado a hacer avances significativos a partir de 2013, año en el que salió Pebble al mercado. Pero eso no evita que, dejando a un lado al público siempre interesado en nuevas tecnologías, sea un segmento con cada vez más crecimiento.
¿Los relojes inteligentes harán obsoletos a los smartphones?
La figura más importante dentro de Android Wear, un equipo que cuenta con 120 personas alrededor del mundo, también detalla los tres pilares sobre los que se sostiene Android Wear:
- Interactuar con el mundo siendo nuestros asistentes, capaces de llevar desde nuestro dinero a nuestras llaves en la muñeca.
- Darnos nuevos «poderes» que no tenemos hoy, como todo tipo de conocimiento, nuevas formas de comunicación, o un método de control sobre objetos corrientes.
- Aplicaciones dentro del campo de la salud, desde el ejercicio que hacemos, hasta saber antes que nosotros si debemos ir al médico.
El propio Singleton admite que no es posible conseguir algo así a día de hoy, que se trata de una aspiración más que de un objetivo. Esos pilares, a día de hoy, están incompletos: su forma de interactuar con el mundo es limitada y sólo registran pequeños datos de nuestra salud, por ejemplo. Aun así, se marcan estos objetivos para el futuro, aunque se trate de algo que veremos dentro de 50 años, no dentro de 2 o 3 años.
Comparando lo que pasó con los smartphones con lo que está pasando con los relojes inteligentes, Singleton piensa que los relojes inteligentes se encuentran en la misma etapa que los inicios de los smartphones. Un estado muy temprano con el panorama de Apple superando a Android -gracias al Apple Watch, en este caso, por aquel entonces era el iPhone-, pero que terminó revirtiendo según Android conseguía cuota de uso.
No cabe duda de que Android Wear, de la mano de David Singleton, cuenta con unos objetivos de lo más ambiciosos, más cuando miramos de aquí a 50 años. Por el momento no sabemos si lo conseguirán, o si se quedarán en el intento, pero sabemos que a Google no le faltan ganas de intentarlo.