Una pantalla de 3,2 pulgadas puede parecer una cosa diminuta, sin embargo hay que recordar que el primer terminal Android, el HTC Dream, contaba con ese tamaño de pantalla. Hoy la mayoría de dispositivos rondan entre las cinco y seis pulgadas. También hemos visto un crecimiento en las tabletas, donde Samsung ya trabaja sobre las dieciocho pulgadas. ¿Veremos pantallas grandes en smartwatches también?
Pues parece que si, y es que Rufus Cuff es un proyecto para plantar una pantalla de precisamente 3,2 pulgadas en tu muñeca, y parece que hay demanda por un dispositivo así ya que la campaña realizada en IndieGoGo el pasado marzo fue financiada a un 180% del objetivo, y actualmente lleva recaudados más de 400.000 dólares.
El dispositivo te permite tener en tu muñeca cualquier aplicación para Android sin prácticamente restricciones, navegar por Internet y cuenta con GPS, acelerómetro, giroscópio y brújula, y aunque no es sumergible, si que es resistente a las salpicaduras, por lo que puede ser usado bajo la lluvia sin el menor problema, y permite hacer llamadas y videollamadas
Un smartphone con correa
Habrá quién diga que el Rufus Cuff no es un smartwatch, sino que es un smartphone con correa, y en realidad tiene mucho de eso. Las ventajas son obvias, una pantalla mayor permitiría incluir un Android completo, como hace precisamente Rufus Cuff, permitiría una mayor capacidad y una mayor facilidad de uso, con teclado similar al del teléfono y pudiendo interactuar con la pantalla sin que nuestro dedo la tape prácticamente al completo.
Desde ver videos, visualizar fotografías, o navegar por Internet, y pero la gran ventaja de un mayor tamaño de pantalla es que los smartwatches se independizarían por completo de los smartphones, algo que muchos usuarios reclaman. Sin embargo, también tendría sus desventajas, y es que cargar con una mayor pantalla en nuestra muñeca parece a priori algo bastante poco cómodo y muy aparatoso, aunque eso es un prejuicio que mucha gente tenía sobre los smartphones de gran tamaño y hasta ahora poca gente conozco que los haya probado y no les haya gustado.
Funciones solapadas con el smartphone
El mayor inconveniente seguramente sería que de esta forma las funciones del smartphone y del reloj se solaparían, y cargar con dos dispositivos que hacen básicamente lo mismo no parece algo muy eficiente, la gracia de tener dos pantallas es precisamente que estas cumplan roles diferentes para situaciones diferentes.
Actualmente las pantallas de la mayoría de smartwatches se sitúan entre la pulgada y media y las dos pulgadas. Si vemos la tendencia de la mayoría de dispositivos en los últimos años, desde la tele del salón hasta las tabletas. Los smartphones no son los únicos que han crecido hasta casi doblar su tamaño, sino prácticamente todo gadget que tuviera una pantalla. Se hace difícil pensar que con los relojes no pasará lo mismo.
¿Y smartwatches de dos pulgadas y media?
Sin embargo, tal vez una pantalla de 3,2 pulgadas sea realmente excesivo y a la postre no tan práctico como nos gustarían que fueran los relojes inteligentes, pero algo intermedio entre lo que tenemos ahora y eso, entorno a las dos pulgadas y media, si que es algo que podría extenderse y ser adaptado por el público con una mayor facilidad. Smartphones y smartwatches seguirían siendo dispositivos distintos, pero a la vez media pulgada más podría facilitar la interacción táctil con el dispositivo.
Hace algunos meses pudimos ver el Lenovo Magic View, un smartwatch que incluía una segunda pantalla, y aunque no es exactamente lo mismo, muestra que los fabricantes están indagando a dónde nos puede llevar el aumentar el tamaño de nuestros relojes, aunque falta saber si el público está dispuesto a aceptarlo. Y la experiencia demuestra que, las pantallas, cuanto más grandes más gustan.