Alphabet, matriz de Google, violó la ley de EEUU para consolidar su liderazgo sobre las búsquedas online y los anuncios relacionados, según ha dictaminado un juez federal hace apenas unas horas en la primera victoria del Departamento de Justicia de EE.UU. contra un monopolio en más de 20 años. Es una dura condena que puede afectar a la posición de dominio de la compañía en muchos mercados, incluido el de España.
La sentencia del juez de distrito Amit Mehta contra el principal motor de ingresos de Alphabet, su buscador, allana el camino para un segundo juicio en el que se determinarán posibles soluciones, como exigir a la empresa que deje de pagar a los fabricantes de teléfonos inteligentes miles de millones de dólares anuales para establecer Google como motor de búsqueda predeterminado en los nuevos teléfonos, según informa Reuters.
"Después de haber considerado y sopesado cuidadosamente el testimonio de los testigos y las pruebas, el tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es un monopolista y ha actuado como tal para mantener su monopolio", asegura de manera rotunda la sentencia del tribunal.
Enorme cuota de mercado
Mehta supervisó un juicio de 10 semanas en el caso de las búsquedas de Google el pasado otoño, que culminó con dos días de alegatos finales a principios de mayo. El juicio convocó a muchos grandes líderes de Silicon Valley, entre ellos el CEO de Google, Sundar Pichai, o el de Microsoft, Satya Nadella.
El caso se sustenta en el corte de los canales de distribución clave para la competencia de Google a través de contratos de exclusión, como el que tienen con el fabricante Samsung para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en sus dispositivos. Además, los de Mountain View condicionan el acceso a Play Store de los fabricantes que utilizan Android a que acepten aplicaciones de Alphabet instaladas por defecto en sus terminales.
En su defensa, Google sostuvo que su enorme cuota de mercado es el resultado de la creación de un producto superior al de sus rivales y que los usuarios son libres de cambiar su motor de búsqueda predeterminado de manera rápida y sencilla.
A lo largo de los meses de investigaciones y en una fase crucial del juicio, se desveló que Google compartía con Apple el 36% de los ingresos por anuncios de búsqueda de Safari, lo que supuso el pago de 20.000 millones de dólares a la compañía de Cupertino.