Uno de los mayores dramas del 2023 acaba de dar un giro espectacular. La guerra entre Google y Sonos podía tener consecuencias no sólo para los productos de ambas compañías, también para todo el sector del hogar inteligente; y ahora, el veredicto inicial ha sido anulado.
Sonos, fabricante de algunos de los altavoces inteligentes mejor valorados del mercado, demandó al gigante de Internet al considerar que sus modelos Nest usaban funciones idénticas a las que la compañía había patentado provisionalmente en el 2006. Eso fue mucho antes de que los primeros productos Nest llegasen al mercado; y de hecho, uno de los argumentos es que inicialmente Google intentó llegar a una colaboración con Sonos para un nuevo producto, y que lanzó los altavoces Nest ‘en venganza’ cuando Sonos se negó.
El pasado mes de mayo, la justicia estadounidense dio la razón a Sonos, llegando a la conclusión de que Google había copiado las patentes de Sonos no sólo en sus altavoces Nest, también en sus dispositivos Chromecast. Como resultado, Google tuvo que eliminar las funciones copiadas de sus dispositivos con una actualización de ‘software’, además de pagar una multa de 32,5 millones de dólares. Hoy, esa decisión ha sido anulada.
Google gana a Sonos
El juez William Alsup ha sido el que ha decidido anular el veredicto inicial, al haber encontrado problemas en la manera en la que los abogados de Sonos intentaron asociar las patentes registradas con las supuestas infracciones de Google. En concreto, se trata de un problema de fechas, y de si las patentes registradas por Sonos son realmente del 2006.
Y es que aquel registro realizado en el 2006 fue sólo “provisional”, y, por lo tanto, no eran patentes técnicas registradas con todas las consecuencias legales que ello conlleva. En realidad, no fue hasta el 2019 que la compañía finalmente registro los detalles específicos y técnicos de las patentes; y el año siguiente fue cuando Sonos lanzó el primer dispositivo que hacía uso de esas tecnologías y cuando presentó su demanda contra Google.
El juez cree que, durante el primer juicio, Sonos intentó “asociar de manera impropia” el registro provisional de 2006 con la patente definitiva registrada en el 2019. Aunque concede que la tecnología “desciende” de aquella idea inicial, no cree que eso signifique que Sonos fuese el inventor. En sus palabras, “este no es un caso de un inventor liderando la industria hacia algo nuevo, sino el caso de la industria liderando hacia algo nuevo y, sólo entonces, un inventor asegurando que él había dado con la idea primero”. La clave parece estar en el hecho de que Google ya estaba usando esas tecnologías en sus productos antes de que Sonos finalizase el registro de su patente.
¿Y cuáles eran estas tecnologías? La mayoría se centra en la conexión entre altavoces para usarlos en grupos en vez de tener que funcionar por separado. Entre las funciones que Google tuvo que eliminar de sus Nest se encuentra la reproducción de música en grupos de altavoces y la posibilidad de usar el móvil para controlar el volumen de todos los altavoces al mismo tiempo.
En teoría, ahora Google puede volver a activar esas funciones, pero la historia no ha terminado. Sonos afirma que el nuevo fallo judicial “es erróneo tanto en los hechos como en la ley”, y promete una apelación; a eso hay que sumar que este no es el único frente abierto, y que Sonos también denunció a Google en la Unión Europea y Canadá.