El nacimiento de las plataformas de streaming de vídeo en España supuso una bajada drástica de la piratería en nuestro país. Aplicaciones como Emule o Torrent pasaron de ser muy usadas por casi cualquier persona con conexión a Internet a algo mucho más de nicho. Con el aumento de los precios y de las suscripciones necesarias para estar al día de los contenidos, muchos están empezando a piratear de nuevo.

El fútbol es el principal motivo por el que muchos usuarios optan por canales piratas de IPTV, que permiten gratis o por muy poco dinero ver contenido que, legalmente, costaría mucho más. Esto es algo contra lo que las administraciones y entidades antipiratería están luchando con cada vez más denuedo. Pero la última ocurrencia es surrealista.

La Alianza Audiovisual Antipiratería ha sugerido que, en última instancia, lo que habría que hacer es prohibir la comercialización de los dispositivos que permiten el uso fraudulento de su propiedad intelectual. El punto de mira estaba puesto en los set top boxes que se usan para la piratería IPTV pero, de facto, también apuntaba a cualquier dispositivo que permitiera su uso en forma de aplicación, como los Chromecast.

Poniendo puertas al campo

La vicepresidenta ejecutiva de la Alianza Audiovisual Antipiratería realizó estas declaraciones para aumentar la presión sobre los legisladores, que son en última instancia los que pueden tomar medidas legales contra la piratería. Si bien la prohibición de ciertos aparatos de nicho sería difícil, porque no se puede argumentar que su único uso sea la piratería, también sería inútil.

Cualquier dispositivo Android podría ser usado para recibir una señal IPTV ilegal usando programas como Black Panther. Eso afectaría a la comercialización de los Chromecast con Google TV, que llevan Android en su interior, pero también a cualquier tablet o smartphone con ese sistema operativo.

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Ahí entra en juego la actual legislación, que diferencie entre dispositivos que se diseñan para vulnerar la propiedad intelectual y otros, entre los que estarían los Chromecast o los Amazon Fire Stick, capaces de vulnerarlas pero diseñados para otros usos. Ahí la AAA tiene difícil argumentar que es necesario la prohibición de este tipo de aparatos, por mucho que haya usuarios que los utilicen para fines delictivos.

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