En 2022 hemos asistido al inicio de una nueva carrera tecnológica, la de la inteligencia artificial. La realidad es que esa carrera empezó hace unos años, pero fue el pasado cuando Open AI decidió dar el pistoletazo de salida de cara al gran público con el lanzamiento de Dall-E (para generación de imágenes) y Chat GPT (para creación textos escritos).
[INTELIGENCIA ARTIFICIAL: 10 claves para que entiendas la próxima revolución]
Esto ha suscitado un enorme revuelo no sólo entre los aficionados a la programación o a las empresas responsables de la creación de estas herramientas, sino también entre universidades, estudiantes, gobiernos y ciudadanos de todo tipo.
Uno de los mayores temores es que este tipo de herramientas va a dejar sin trabajo a mucha gente. La mala noticia es que eso es cierto, la buena, es que no es nada nuevo ni especialmente preocupante.
La tecnología siempre cambia el mercado laboral
Como cualquier economista sabe, la irrupción de una nueva tecnología en un mercado concreto implica cambios de mayor o menor grado.
Cuanto más disruptiva sea esa tecnología más importante será el cambio producido. Esto implica que habrá gente que se quede sin trabajo por este tipo de herramientas, pero normalmente no funciona así.
Si pensamos en dos compañías como Tesla y Volkswagen podríamos pensar que tendrían similares fuerzas de trabajo teniendo en cuenta los coches producidos, al estar en un mismo sector.
La realidad es que Tesla usa entre la mitad y un tercio de la fuerza laboral de la empresa germana, porque sus fábricas se han creado teniendo en cuenta una automatización mucho mayor.
Esto no quiere decir que Volkswagen vaya a despedir a media plantilla y vaya a reemplazarlas por robots, pero sí que Tesla podría quitarle tanta cuota de mercado como para que la firma europea debiera despedir a mucha gente.
Si bien eso es posible, la realidad es que lo que suele pasar es que nuevas empresas van cogiendo el relevo de las antiguas y ya nacen con esas nuevas tecnologías en su interior. Esto implica que cuando los trabajadores de las viejas empresas se jubilan no son sustituidos por otros más jóvenes, porque no hace falta.
La otra cara de esta moneda es la creación de nuevos puestos de trabajo relacionados con la nueva tecnología. En este caso quizás no necesitemos tantos montadores o mecánicos de automóviles, pero sí más diseñadores 3D, especialistas en robótica y mecánicos... para esos robots.
Pero vayamos a lo que esto puede significar dentro del panorama de la inteligencia artificial.
¿Puede sustituirme una IA?
Lo primero que tenemos que tener claro es que estamos en los albores de una revolución, como se estuvo en los años 80 con la informática. Esa revolución hizo que muchas empresas necesitaran muchos menos contables al poder adquirir tanto ordenadores como personas que supieran utilizarlos para realizar dichos cálculos.
Algo parecido pasó con los estudios de arquitectura, que sustituyeron a los delineantes que dibujaban en papel por gente que podía hacer lo mismo más rápido en ordenador. Y eso no implica que no pudieran ser la misma persona, claro.
Actualmente las herramientas de inteligencia artificial están experimentando un boom, pero vamos a centrarnos en las que crean textos e imágenes, aunque el desarrollo sea el mismo para otras que sean capaces de realizar otras cosas como generar música.
Analizamos los puestos de trabajo
El primer tipo de programas es el que crea textos en función de tus necesidades. Esto puede poner en peligro a programadores, redactores, etc.
Partamos de la base de que la inteligencia artificial vaya a avanzar mucho en los próximos años, porque actualmente el estado de estas herramientas dista mucho de ser perfecto, y da fallos de todo tipo, cuando pedimos un resumen de un libro, un texto largo, una explicación matemática, etc.
Pero suponiendo que las IAs mejoren lo suficiente como para no tener esos fallos, podríamos ver cambios en varios sectores.
Desarrollo y programación
En el desarrollo de aplicaciones y programación en general deberíamos asistir a una nueva forma de crear código asistida por estas herramientas. Aún queda mucho, si es que llegamos ahí, para que un sistema sea capaz no sólo de escribir un código, sino de hacerlo porque detecta una necesidad, crea un prototipo, lo pule, etc.
Es decir, en este caso parece que podremos ver una reducción de puestos de trabajo en puestos que requieran tareas repetitivas. ¿Os suena esto? Hay ya supermercados con máquinas que sustituyen a los cajeros, taxis autónomos que sustituyen a los conductores, etc.
Es algo que llevamos viendo décadas, como la tecnología va quitando trabajos en sectores con funciones muy repetitivas. En este caso tenemos también un gran componente de creación, pero la calidad dista mucho de ser la necesaria como para sustituir a un humano, no ya por la técnica, sino por elementos propios inherentes al ser humano, como el humor, la conveniencia, etc.
Asistentes y secretarios
Sí que podemos ver puestos de asistentes o secretarios que queden reemplazados por sistemas de inteligencia artificial muy avanzados, capaces de crear respuestas personalizadas a correos electrónicos, organizar las agendas e incluso responder llamadas sin necesidad de molestar a la persona a la que sirven. Imaginad una suerte de Her. De nuevo, falta mucho para que un sistema así sea mínimamente usable, pero es algo que sí podría llegar a medio plazo.
Google ya mostró en el Google I/O de 2018 cómo era su sistema de llamada automatizado, Google Duplex.
Redacción básica y avanzada
En cuanto a la escritura propiamente dicha, es posible que los chats con inteligencia artificial se lleven por delante puestos que consistan en crear documentos legales o textos muy simples para publicidad, por ejemplo.
Otra cuestión son los artículos en los que influya una opinión humana, textos en los que la objetividad y el razonamiento no sean el principal elemento. Ahí podríamos ver algunas incursiones de la IA, pero no de la misma forma que en el primer caso.
Ilustración
Otro buen ejemplo de trabajos que se ven amenazados son los ilustradores y dibujantes. Al igual que hemos dicho antes, es posible que los puestos de trabajo que se limiten a crear imágenes genéricas para ilustrar artículos estén en peligro, pero no así los ilustradores que tienen una trayectoria o los que buscan una expresión artística concreta. Sería más un reemplazo de los bancos de imágenes que de los ilustradores en muchos casos.
Aquí podemos poner el ejemplo de la llegada de Photoshop, cuando se temió por la desaparición de la fotografía. Nada más lejos de la realidad.
Habrá nuevos ilustradores capaces de sacarle partido a las nuevas herramientas y gente muy creativa que ahora será capaz de plasmar lo que imagina en una ilustración aunque no tenga la técnica necesaria para pintarla.
Tareas legales
Dentro del ámbito de la justica hay mucho margen para mejorar las capacidades de ejecución de abogados, notarios o jueces. La creación de documentos, la búsqueda de jurisprudencia o sentencias puede que cambie con la llegada de estos chats inteligentes, pero no parece probable que lleguemos a ver a una inteligencia artificial sustituyendo la parte humana de una defensa o de una acusación, así como tampoco la decisión de un juez.
Sí que podríamos asistir a nuevas ayudas a la toma de decisiones, como otras tecnologías como los análisis de ADN han ayudado a tomar las decisiones correctas en casos judiciales.
Esto es solo una sencilla aproximación a algunos campos, pero otros aún estarán lejos de ser ni mínimamente reemplazados por sistemas automáticos, como los médicos, cuidadores, etc.
La adaptación será la clave
Como en todos los cambios tecnológicos la capacidad de los trabajadores de reinventarse y reciclarse será clave.
Ya hace muchos años que los jóvenes dejaron de tener la intención de lograr un trabajo para toda la vida, porque la realidad es muy diferente. Esto seguirá siendo así, con la diferencia de que los cambios serán en otra dirección, tendremos que formarnos en otras cosas y deberemos adaptarnos a otros trabajos.
Como siempre, los trabajos con menor cualificación serán los que más peligren, pero si algo han demostrado las IAs es que incluso los que estén en puestos más relevantes verán cambiado su día a día.
Con todo lo esencial es comprobar si, como se espera, las IAs creen muchos más puestos de trabajo de los que van a eliminar.
Y esto solo es el inicio. En el futuro las IAs incluso podrían ayudar a identificar qué es lo que más le gusta a los niños cuando estudian, potenciando sus habilidades más allá de lo que podríamos pensar.
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