El cubo de basura inteligente que evita el desperdicio de comida

Si hablamos de hogar inteligente, debemos hablar de Nest, la división de Google dedicada a dispositivos conectados. Pero Nest nació independiente antes de ser comprada, y ahora uno de sus cofundadores ha presentado su nuevo proyecto.

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Mill es la nueva compañía de Matt Rogers, y también tiene que ver con la casa inteligente; aunque de una manera completamente nueva y que se centra en uno de los problemas modernos más importantes: el desperdicio de alimentos.

Cubo de basura que ayuda a reciclar

Cada día tiramos mucha comida a la basura, incluso si tenemos cuidado de que no sea así, ya sea en forma de restos y desperdicios o de productos caducados. Incluso lo que dejamos en el plato después de comer se puede acumular con el paso del tiempo aunque claro, no hay manera de evitar eso ¿verdad?

El cubo inteligente de Mill admite todo tipo de comida

El objetivo de Mill es que todo lo que tiremos se pueda reaprovechar para generar más comida, y lo hace de manera inteligente. El pilar de este servicio está en el cubo de basura inteligente que recibimos cuando contratamos el servicio, y que es capaz de secar y compactar los desperdicios de comida que tiramos dentro; es capaz de ‘tragarse’ cualquier cosa comestible, incluyendo frutas y verduras, todos los tipos de carne, cáscaras, huesos pequeños, o papel de cocina sucio con comida. Tiene sus limitaciones (no acepta huesos grandes o productos biodegradables), pero por lo general, si ha pasado por nuestro plato puede ser tirado a este cubo.

El cubo inteligente de Mill comprime la basura

El cubo comprime la basura en cubo y la seca para evitar la formación de olores, aunque para ello también ayuda el filtro integrado. Una vez que el cubo esté lleno (tiene una capacidad de 11 litros), sólo tenemos que sacar la basura con el asa integrada y meterla en una caja con envío postal prepagado. Estas cajas son enviadas a granjas para servir como comida de gallinas y pollos; de esta manera, no se pierden nutrientes, sólo se ‘transforman’ en más alimento, en vez de perderse para siempre en un vertedero. Esto es diferente al proceso de compostaje, que convierte alimentos en abono y fertilizante, ya que es más directo; la comida no sufre ningún tipo de modificación más allá de ser prensada.

La basura comprimida termina siendo usada en la crianza de gallinas

El cubo en sí es importante, ya que tiene mucha tecnología integrada como una conexión WiFi, una interfaz LED y conectividad con la app oficial en nuestro móvil, pero la verdadera ‘miga’ del servicio está en la recogida y procesamiento de la basura. Tal vez es por eso que no es barato, con un coste de 396 dólares al año o 45 dólares al mes.

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