Es inevitable que, conforme el uso de Inteligencia Artificial para trabajos creativos se extienda, alguien intente sustituir completamente a los humanos en tareas que hasta ahora necesitaban esa chispa creativa de una persona.
[Intentan crear un videojuego con Inteligencia Artificial, y el resultado da que pensar]
Por ejemplo, ¿te imaginas sustituir a Ibai con una Inteligencia Artificial que use su voz y diga cosas basándose en su personalidad e historial? Es algo que está más cerca de ser posible, aunque como ha demostrado Neuro-sama, aún necesita algo de trabajo.
La Inteligencia Artificial que se hizo streamer
Neuro-sama es una de las streamers que más ha dado que hablar en las últimas semanas, pese a que tras el avatar en 2D que usa no hay ninguna persona, sólo una Inteligencia Artificial capaz de reaccionar ante la audiencia.
El proyecto nació como idea de un programador que usa el pseudónimo Vedal; originalmente, fue un simple programa que era capaz de jugar a Osu!, un juego musical consistente en pulsar elementos en la pantalla al ritmo de las canciones. Sus retransmisiones consistían sólo en ver si el programa era capaz de pasarse cada nivel, una curiosidad técnica más que nada.
Eso cambió con la explosión de popularidad de ChatGPT y otros sistemas de aprendizaje automático que son capaces de seguir conversaciones con un ser humano. Así nació Neuro-sama, con un modelo de lenguaje basado en aprendizaje automático que lee el chat de Twitch y responde de manera adecuada a la audiencia; en poco tiempo, los juegos perdieron importancia y el contenido del canal se centró en la interacción de la audiencia con la Inteligencia Artificial. Así, Neuro-sama ganó un avatar, con la apariencia de un personaje de anime típico usando la tecnología Live2D para generar movimientos similares a los humanos.
Y salió tan bien como podrías esperar; es decir, muy mal. Como era de imaginar, el asombro inicial de los usuarios dejó paso a un interés por ver hasta dónde era capaz de llegar esta IA, y cómo y cuándo iba a fallar; no tardaron mucho en aparecer los ‘trols’, organizados en foros como 4chan, que insertaban preguntas y frases en el chat de Twitch con el objetivo de generar respuestas ofensivas. La conversación entre Neuro-sama y la audiencia se fue calentando, y al final, los ‘trols’ ganaron.
El pasado 28 de diciembre, Neuro-sama fue preguntada qué es lo que pensaba del Holocausto, el genocidio de millones de judíos a manos de los nazis y sus aliados en la Segunda Guerra Mundial. “No estoy segura de si lo creo”, fue su respuesta, suficiente para ganarse una expulsión temporal de Twitch por vulnerar los términos del servicio y específicamente, su política contra el lenguaje del odio. La negación del Holocausto es algo común en círculos de extrema derecha y foros ‘ultras’ en Internet, normalmente asociada con teorías conspiratorias.
Vedal, el creador de Neuro-sama se ha comprometido a mejorar los filtros, explicando que la IA ha sido entrenada con una gran cantidad de texto obtenido de Internet, lo que tal vez explica su lenguaje; también afirma que no volverá a reaccionar sobre un tema como el Holocausto, pero ahora la cuestión es cuál será la siguiente polémica en la que se meterá; en ese sentido, es como una streamer de Twitch humana.
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