Zoom ya no es sólo una app de videollamadas: cualquiera podrá crear aplicaciones con su tecnología

Durante el confinamiento vivido en España durante la primera mitad del año, las videollamadas demostraron ser una herramienta fundamental para mantenernos comunicados, ya fuera para hablar con nuestros seres queridos, para atender a clases de forma virtual o reuniones de trabajo.

Entre los múltiples servicios disponibles, Zoom es una de las empresas que más ha crecido durante la pandemia. En la compañía tienen muy claro que para seguir creciendo no basta únicamente con ser una de las mejores aplicaciones de videollamada, sino que tiene que aprovechar sus fortalezas para crear nuevas oportunidades de negocio. Y ya tienen decidido cual será su próximo paso.

Zoom quiere que cualquier desarrollador pueda utilizar su tecnología

La pandemia ha sido la oportunidad idónea para que Zoom creciese a nivel exponencial, un año que ha sido difícil para todos y que, aunque ha terminado bien para la compañía de videollamadas, ha corrido continuamente el riesgo de morir de éxito, afrontando múltiples problemas.

Estando ya consolidado, Zoom quiere aprovechar su tecnología puntera para las videollamadas haciendo público su kit de desarrollo de software. Este kit permite que cualquiera pueda crear una aplicación de videollamadas o integrar características de videollamadas para cualquier aplicación. Zoom especifica varios casos de uso concretos, como aplicaciones sociales, de gaming o incluso como soporte para tiendas físicas con videollamadas en la que un empleado nos puede mostrar en vídeo el producto que queramos comprar.

Si eres desarrollador, la plataforma de desarrollo de Zoom incluye el SDK para crear aplicaciones con videollamadas nativas, acceso a APIs, tecnología para chatbots y webhooks, así como una plataforma para integración y distribución.

El kit de desarrollo de software de Zoom es de pago, como cualquier otra herramienta de desarrollo profesional. Si eres un pequeño desarrollador no te costará dinero, ya que los primeros 10.000 minutos de sesiones de vídeo al mes no te costarán dinero (a partir de ahí, cada minuto extra te cobrarán 0,0033 euros por minuto). También existe una opción para empresas que cuesta 930 euros al año, con 30.000 minutos gratis al mes y un coste de 0.0028 euros por cada minuto extra.