Donald Trump sigue agitando la actualidad tecnológica en su complicto entre Estados Unidos y China. Tras advertir que prohibiría TikTok, en las últimas horas ha firmado una nueva orden ejecutiva que afecta directamente a la popular aplicación musical, pero también a la mayor aplicación de mensajería china, como es el caso de WeChat.
La orden ejecutiva de Trump tiene cinco objetivos clave en lo que han denominado como proyecto de red limpia (Clean Network), un proyecto que tiene como objetivo «salvaguardar los bienes de América» , según la casa blanca.
Pero ¿en qué consiste la expansión de este proyecto? ¿Cómo nos afecta? ¿Qué futuro nos espera como usuarios de Android? Analizamos algunos de los aspectos clave.
La orden Clean Network
El Gobierno de los Estados Unidos ha detallado hace escasas horas un plan que va más allá de las rencillas que ya tenían contra Huawei y lo extienden hacia prácticamente cualquier empresa procedente de China que opere en Estados Unidos o haga negocios con cualquier empresa china.
Este plan se denomina Clean Network y en esencia aspira a limpiar las redes americanas de empresas o agentes de poca confianza de la RPC (república popular china). Esta nueva orden consiste en 5 nuevos puntos.
- Limpieza de operadores: Para asegurar que los operadores de la RPC poco confiables no están conectados con las redes de telecomunicaciones. Estas compañía sirven peligro a la seguridad nacional y no deberían proveer servicios de telecomunicación internacionales desde y hacia los Estados Unidos.
- Limpieza de tiendas: Eliminar aplicaciones de poca confianza de las tiendas de aplicaciones de Estados Unidos. Las aplicaciones de la RPC amenazan nuestra privacidad, proliferan virus y despliegan propaganda y desinformación. La información personal y profesional de los estadounidenses debe ser protegida.
- Limpieza de aplicaciones: Para prevenir que los fabricantes no confiables de la RPC preinstalen o hagan disponibles aplicaciones de confianza en sus tiendas de aplicaciones. Estas compañías deberían eliminar sus aplicaciones de la tienda de aplicaciones de Huawei.
- Limpieza de la nube: Para prevenir que la información más sensible de los estadounidenses, incluyendo propiedad intelectual de las vacunas para la COVID-19, sean almacenada y procesada en sistemas accesibles a nuestros adversarios extranjeros a través de compañías como Alibaba, Baidu y Tencent.
- Limpieza de cables: Para asegurar que los cables marinos conectados a la internet global no sean subvertidos por la inteligencia de la RPC.
Las consecuencias más directas del veto
Tras detallar de forma general los planes del gobierno, nos hemos encontrado con las primeras víctimas del nuevo veto de Trump hacia China.
La primera ya la veíamos venir desde hace unos días, y es que la pasada semana Trump afirmó que estaban pensando vetar la aplicación TikTok de ByteDance de los Unidos. Una semana más tarde ha firmado la orden, la cual se hará efectiva dentro de 45 días.
Tencent también ha sido otra compañía afectada por las decisiones de Trump, y es que la aplicación de mensajería WeChat también desaparecerá de Estados Unidos en 45 días. En el caso particular de Tencent, esta orden se ha realizado explícitamente sobre WeChat (aplicación que reconoce ceder tus datos a gobiernos) y no afectará a populares juegos como el League of Legends (Tencent es propietaria del 100 % de Riot Games) o Fortnite (de nuevo, Tencent es propietaria de un 40 % de Epic Games) tal y como cuentan nuestros compañeros de Omicrono.
Un peligro potencial a largo plazo
Más allá de las prohibiciones inminentes, esta nueva orden puede causar mucho daño a la salud de Android a largo plazo, y es que algunos aspectos de esta orden pueden desestabilizar esta orden a nivel mundial. El punto 2, en concreto tiene gran peligro.
Que Estados Unidos tenga potestad para eliminar aplicaciones de las tiendas americanas (Google Play y la Apple Store) implica que en un momento dado, un usuario europeo no pueda descargar una aplicación procedente de China porque está entrando en una tienda americana. Lo más seguro es que la aplicación únicamente desaparezca del catálogo mostrado en Estados Unidos, pero al no ser lo suficientemente específica podría cambiar de un día para otro.
El tercer punto va directamente hacia Huawei, y es que insta directamente a las empresas americanas a retirar sus aplicaciones de la tienda de Huawei y que aquellos que no hayan subido sus aplicaciones no lo hagan.
Tras haber retirado toda posible negociación entre Google y Huawei, esta nueva imposición es una piedra más sobre el tejado del fabricante chino. Más allá de las grandes tecnológicas, deja también fuera a otros tantos desarrolladores americanos fuera de juego para la que intenta posicionarse como una alternativa a la Apple Store.
Que el gobierno cree un plan para «limpiar» sus preciados bienes eliminando de la competencia simplemente por ser «empresas chinas en las que no confían» es un gran riesgo. ¿Y si mañana deciden lo mismo para Xiaomi, pasado para Oppo y así con cada fabricante chino? Es un riesgo del que se habla desde hace un tiempo y que ahora vuelve a resurgir.
Estas medidas tan proteccionistas pueden salirle mal a largo plazo a Android, que está dominado por software estadounidense mientras que la mayoría de fabricantes de hardware son chinos. Si de un día para otro en China se alían, dejan a Android en un tercio de lo que es. Y si todos estos fabricantes seducen a Samsung, directamente nos quedamos sin Android.
Empresas como Google, Microsoft, Facebook y Amazon actualmente gozan de mucho poder, pero ¿tienen la capacidad suficiente para subsistir si se quedan sin fabricantes de hardware en los que puedan incluir sus servicios?
El movimiento de Estados Unidos tampoco es muy diferente del que tiene China en su propio país, y es que las empresas americanas que quieran operar en China deben hacerlo con muchas restricciones.