¿Te suena la aplicación WeChat? Utilizada por cientos de millones de usuarios, la empresa ha actualizado su política de privacidad. Y admite que es una puerta abierta a los gobiernos.
La privacidad y seguridad está en entredicho en todas las aplicaciones de mensajería. Una de las más conocidas del mundo es también de las más usadas: según Statista, utilizan WhatsApp cerca de 1300 millones de personas. WeChat, otra de las más populares, no queda demasiado lejos: Statista la cifra en 963 millones de usuarios. Con tantas personas, y tantos gobiernos ávidos de controlarlas, una y otra han seguido caminos distintos.
WhatsApp niega que ceda datos, como hemos conocido esta semana en una noticia relacionada con el Reino Unido. Telegram también ha puesto hincapié en la privacidad negando el acceso a los gobiernos. Y WeChat… Bueno: si utilizas esta aplicación debes saber que todo puede ser compartido con los servicios gubernamentales. Y no es un rumor, lo cuenta WeChat en su política de privacidad.
WeChat cede al gobierno chino y le abre su aplicación; abriéndola a cualquier otro gobierno
Sabemos que el gobierno comunista chino mantiene férreos controles dentro de su país con las comunicaciones entre sus ciudadanos y las que entran y salen de sus fronteras. Lo hemos comprobado en carne propia cada vez que viajamos al país oriental. Y sabemos que todas las aplicaciones originarias de aquel país mantienen cierto grado de permisividad ante las decisiones gubernamentales.
Por ley, deben permitir el acceso al control del gobierno. Esto implica que muchas de las aplicaciones de ese país, por más que se distribuyan fuera, envían de manera secreta los datos de los usuarios a sus servidores. Célebre es el caso de la aplicación de fotografía Meitu: de la fama a la alarma por compartir los datos con el gobierno chino.
Tencent, dueña de WeChat, no se ha escondido: ha cambiado recientemente la política de privacidad de la aplicación para reflejar nuevas condiciones (puede hacerlo siempre que quiera y sin avisar al usuario, este lo acepta al utilizar la aplicación). Si leemos dicha política de privacidad descubrimos que la empresa guarda prácticamente todo lo que hacemos en WeChat con la intención de usarlo para sus propios fines y en caso de requerimiento judicial o gubernamental. No solo en China, ojo: afecta a cualquier jurisdicción.
¿Qué es lo que guarda WeChat en sus servidores que es susceptible de compartir? Pues prácticamente todo: desde nuestros datos personales o teléfono a los momentos que hemos compartido con nuestros amigos. También los metadatos de los mensajes enviados y hasta nuestra localización. Usar WeChat es ceder toda nuestra privacidad a Tencent y, por ende, a cualquier gobierno que desee solicitarla.
En definitiva: utilizar WeChat autoriza a la aplicación de mensajería, y a Tencent, el almacenamiento y cesión de todo lo relacionado con nuestra información personal y no personal. Posee más de 900 millones de usuarios y no solo sirve para comunicarse con los contactos, también es una red social, dispone de momentos y hasta de pagos móviles. Su uso mayoritario se centra en China, pero también se utiliza fuera de sus fronteras. Como especifica en su política de privacidad, pueden ceder los datos del usuario a cualquier gobierno.
WeChat demuestra la escasa confianza que debemos depositar en el software chino
Las aplicaciones de mensajería son un caramelo para los gobiernos por la enorme cantidad de información privada que circula por sus chats. La mayor parte de ellas ofrece comunicaciones cifradas, de ahí que su uso por los delincuentes haya aumentado. ¿Qué desean los gobiernos? Habilitar un intercambio de datos con las empresas que administran estas aplicaciones, algo a lo que la mayoría de ellas se niega.
Todo software que se use en China debe poder ser controlado por su Gobierno
¿Utilizarías una aplicación de mensajería tan insegura como WeChat solo porque te permite comunicarte más fácilmente con tus contactos más cercanos? Que no esconda sus intenciones no ofrece ningún tipo de confianza.