Los Google Pixel 4 fueron presentados a finales de año, y si bien tienen muchas características que les hacen destacar, en otros aspectos se quedan lejos de la competencia. Uno de ellos es la grabación de vídeo, campo donde Google aún tiene mucho trabajo por hacer.
La grabación a máxima calidad y fluidez no estará disponible, y Google tiene razones para justificarlo. No obstante, esas decisiones entran en conflicto con otras debilidades intrínsecas del móvil que hacen que el Pixel no sea el móvil ideal para aquellos que graban en vídeo.
¿Grabación en 4K a 60 imágenes por segundo? no en el Pixel 4
La grabación de vídeo es uno de los aspectos más complejos de lograr en la experiencia de un smartphone. En este sentido el iPhone es el mejor, seguido por Samsung, que también hace móviles con una grabación de vídeo excepcional.
Google aún no es capaz de alcanzar los altos estándares de estas marcas, siendo incapaz de integrar la grabación de vídeo en 4K a 60 imágenes por segundo. Este modo de vídeo no solo requiere una buena cámara, sino también una gran capacidad de cómputo y almacenamiento suficiente para guardar dicho vídeo.
Apple tiene el logro al haber conseguido tener un sistema de grabación con dichas cifras estabilizado. Samsung ofrece grabación en 4K a 60 fps desde el Galaxy S9 (aunque aún no la ofrecen con estabilización). Pero en 2019 Google piensa que es una mala idea.
Así lo han indicado en Twitter, que ante la consulta de un usuario han respondido lo siguiente: «Pixel 4 soporta grabación de video a 4K a 30 imágenes por segundo en la cámara trasera. Nos hemos encontrado que la mayoría de usuarios siguen grabando a 1080p, por lo que hemos centrado nuestra energía en mejorar la calidad en este modo en lugar del 4K a 60 imágenes por segundo que puede ocupar medio GB de almacenamiento por minuto.
Un problema de actitud
No es de extrañar que la decisión de Google traiga polémica, del mismo modo que la tuvo cuando Huawei decidió no integrar la grabación de vídeo en 4K a 60 imágenes por segundo en el Huawei P30 Pro (algo que han solucionado en los Mate 30).
En la explicación de Google vemos un doble pecado de conformismo. Me explico:
- Primero, en el espacio: Google ha sido conformista en sus Pixel 4 con el espacio, al incluir únicamente opciones de 64 y 128 GB, mientras que la mayoría de rivales directos parten de mínimos de 128 o 256 GB. Samsung incluso llega a ofrecer versiones con 512 GB o 1 TB ampliables a aún más mediante tarjetas microSD.
- Y segundo, con sus usuarios: «Cómo los usuarios utilizan vídeo a 1080p» es una excusa malísima. Es normal que si Google oferta móviles con solo 64 GB los usuarios no queramos optar por vídeo a mayor calidad. Y si encima contamos que los Pixel 4 ya no ofrecen copias en calidad original ya el pecado es doble.
Los Pixel son mis móviles preferidos y mi principal opción de compra, y quizás sea eso por lo que esta decisión me parece indefendible. No es el hecho de que finalmente pueda grabar o no en esa calidad, sino en algo que está en el ADN de quienes están diseñando el móvil insignia de Android, y es la causa por la que el Pixel seguirá sin alcanzar nunca al iPhone a nivel global.
La decisión de ser conformista es aceptable para la gama media, pero no para móviles que cuestan varios cientos de euros o cruzan la barrera de los 1000. Los móviles premium deben de cruzar fronteras y ofrecernos más allá de lo que los usuarios aceptamos.