Tener la oportunidad de hacerse con un móvil como el Huawei P30 Pro siempre despierta algo de nervios, incluso entre aquellos que acostumbramos a probar smartphones de manera constante. Es uno de los móviles del año y uno de los aspirantes al trono de la mejor cámara, son dos datos que resultan obvios. Y claro, con las expectativas tan altas existe el riesgo de decepcionar.
Cuando le puse las manos por primera vez mi primera sensación fue de déjà vu: el Huawei P30 Pro se mostraba casi idéntico al Huawei Mate 20 Pro. He estado varios meses usando el Mate y, tras el cambio al P30 Pro, no he notado diferencias a nivel de uso, manejo, tamaño o peso. Podría decir que el Huawei P30 Pro es un Mate 20 Pro vitaminado en cámara. Con un par de detalles en los que retrocede ligeramente.
El color del móvil que tengo el gusto de probar es impresionante: el blanco nácar le sienta de fábula por más que dé tantos reflejos como entrar con una linterna en un laberinto de espejos. Es grande, aunque no muy ancho debido a los bordes curvados de la pantalla. Y los materiales hacen justicia a las prestaciones de alto nivel que ofrece en todo momento. En resumen: es un móvil top con inconvenientes mínimos. Entremos a valorarlo al detalle.
Características del Huawei P30 Pro
Toda review empieza con la hoja de características, de esta manera resulta posible hacerse una idea del potencial teórico del smartphone. Como puedes comprobar, las especificaciones demuestran que lo máximo de Huawei para lo que llevamos de 2019 está a la altura de lo esperado. Sí se le pueden poner tres pegas principales: el procesador es de 2018, la pantalla tiene una resolución mejorable y Huawei prescinde del desbloqueo facial en 3D. Este último detalle ofrece su lado positivo ya que el recorte frontal es mínimo.
Veamos cómo se declara el Huawei P30 Pro, aquí tienes todos sus datos:
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Procesador – Huawei Kirin 980.
- 2 x Cortex A76 a 2.6 GHz.
- 2 x Cortex A76 a 1,92 GHz
- 4 x Cortex A55 a 1.8 GHz.
- Proceso de fabricación en 7 nm.
- Memoria RAM: 8 GB.
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Almacenamiento.
- Interno: 128/256/512 GB.
- Expansión de almacenamiento: mediante tarjetas NM (exclusivo de Huawei).
- Gráfica: ARM Mali-G76 MP10.
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Pantalla.
- Tamaño: 6.47 pulgadas.
- Resolución: 2340 x 1080 píxeles.
- Tecnología OLED.
- Relación de aspecto: 19.5:9.
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Cámara trasera.
- Resolución: 40 Mpx (angular normal), 20 Mpx (gran angular), 8 Mpx (zoom) y TOF.
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Cámara delantera.
- Resolución: 32 Mpx.
- Conectividad: 4G/LTE hasta 1,4 Gbps, Dual SIM, Bluetooth 5, WiFi 802.11a/b/g/n/ac, NFC…
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Otros:
- Conector USB C.
- Sensor de huellas en pantalla.
- Batería: 4200 mAh con carga rápida (40 W), carga inalámbrica y carga inalámbrica inversa.
- Peso: 192 g.
- Dimensiones: 158 x 73,4 x 8,41 mm.
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Sistema:
- Versión de Android: 9 Pie.
- EMUI 9.1.
Construcción de lujo con protección IP68
Todo móvil que apunte a la gama más alta debe ofrecer lo máximo por dentro y aparentar el estatus por fuera. En este sentido, Huawei destaca el exterior con una excelente construcción en aluminio a la que le añade la doble cara de cristal con los bordes curvados para ambos costados. Un detalle curioso es que los cantos superior e inferior del teléfono son completamente rectos, casi como los que ofrecía Sony en los primeros Xperia Z. El Huawei P30 Pro casi se mantiene de pie.
Los bordes rectos no solo ofrecen la curiosidad del apoyo en vertical, también facilitan el uso con una mano. Eso sí, el móvil es pesado, bastante grande y tiene un inconveniente habitual en los smartphones con doble cara acristalada: el Huawei P30 Pro resbala casi como un trozo de hielo. El fabricante no le ha dado el tratamiento de microperforación a la cara trasera, esta es una de las diferencias con el Huawei Mate 20 Pro.
El P30 Pro mantiene la protección contra el polvo y el agua IP68. Se aprecia robusto, prescinde de conectores como el jack de auriculares y también del altavoz de teléfono, el que los móviles colocan en la parte superior de la pantalla. Gracias a ello el Huawei P30 Pro gana en aprovechamiento; no perdiendo en exceso en la calidad del audio de las llamadas ya que el móvil usa un sistema de «pantalla acústica» para convertir la pantalla en un altavoz. No he encontrado diferencias apreciables en las llamadas con respecto a otros smartphones con auricular «normal».
El Huawei P30 Pro no solo prescinde de conector de auriculares, también del auricular de teléfono
El diseño mantiene la línea que Huawei evolucionó durante 2018 ofreciendo líneas curvas para los laterales de la pantalla con un canto en esa zona que, sin llegar a cortar, sí es bastante fino (en línea de los Samsung Galaxy S8 y bastante menor que en los Galaxy S10). En el lateral derecho se aprecian los botones de volumen y el de encendido, este último con un detalle de color en el centro. El costado izquierdo está limpio, abajo ofrece el USB-C, la salida del altavoz, uno de los micros y el acceso a la bandeja de la nano SIM/tarjeta NM propia de Huawei. En el contorno superior encontramos otro micro y el emisor de infrarrojos.
Es en la cara posterior donde el Huawei P30 Pro muestra poderío: el bloque de triple cámara destaca por su tamaño y también por su grosor ya que sobresale un par de milímetros del cuerpo. Flash LED en el lateral, salida láser para el enfoque y un invitado que no se aprecia a simple vista: el sensor de cámara TOF (Time of Flight, el encargado de medir la profundidad). El resto del espacio está limpio a excepción del logo de Huawei y el de Leica.
El Huawei P30 Pro es uno de esos móviles que llaman la atención: todo aquel que lo vio mientras lo usaba para el análisis se quedó impresionado por el diseño y, sobre todo, por el degradado trasero. No hay duda, Huawei sabe cómo imprimir distinción a sus mejores creaciones.
Móvil de gran potencia con un procesador «top» de 2018
El Huawei Kirin 980 late en el interior del móvil ofreciendo la mejor cara de un procesador potente y versátil. No es algo que sorprenda ya que dicho SoC apareció por primera vez en los Huawei Mate 20, móviles que ya llevan cinco meses en el mercado. Teniendo en cuenta que el Huawei P30 Pro debe enfrentarse en igualdad de condiciones al Qualcomm Snapdragon 855 (Xiaomi Mi 9, LG G8 ThinQ, Sony Xperia 1…) y al Exynos 9820 (Samsung Galaxy S10), ambos procesadores de 2019, las diferencias hacen que el Kirin quede ligeramente por detrás. En la gama premium a la que se dirige esto implica un punto negativo.
El Huawei P30 Pro tiene un procesador de 2018 que le lastra ligeramente en potencia bruta
Dejando de lado los aspectos objetivos, no puedo decir que el Huawei P30 Pro se muestre lento, peque de lags o no ofrezca gran resolución y fluidez en los juegos que demanden la máxima potencia: el móvil está a la altura de lo que se espera de él, incluso más. Lo he exprimido con Fortnite, por ejemplo, también con The Elder Scrolls: Blades: nada que objetar. Es una bestia para todo lo que se requiera de él.
A continuación toca pasarle los habituales benchmarks. Hay que tomarlos con la máxima cautela, especialmente en el caso de Huawei: nunca serán representativos de las prestaciones de un smartphone. Como último detalle a considerar, cada una de las pruebas está realizada con el modo de máximo rendimiento activado.
No he notado calentamiento notorio incluso tras estar machacando el teléfono a base de fotografía o jugando a los juegos antes mencionados. El Huawei P30 Pro convence a cualquiera en prestaciones brutas, también en la cantidad de almacenamiento o memoria RAM. 256 y 8 GB respectivamente, esas son las cifras del móvil que estoy analizando, características más que suficientes para cualquiera que se pueden expandir con tarjetas de memoria. Eso sí, solo NM Card, las tarjetas propietarias de Huawei. Esta es una mala decisión que perpetúa el Huawei P30 tras estrenar el formato su hermano, el Huawei Mate 20.
Excelente pantalla que se queda en la resolución mínima deseable
Huawei lleva montando excelentes paneles en sus móviles más caros desde hace años, por lo que no es de extrañar que se cumpla de nuevo en el P30 Pro. Repite con la tecnología incluyendo un panel OLED para el frontal con los bordes curvados. El panel sale bien calibrado de serie; y ofrece distintas maneras de personalizar el modo de color y también la temperatura.
Las imágenes se muestran nítidas, el panel ofrece un gran contraste, los ángulos de visión son mínimos y sin que la tonalidad de los colores varíe cuando se inclina el teléfono. Muy buena respuesta al toque (con el inconveniente de algún falso toque al sostenerlo debido a la pantalla curva), gran nivel de brillo que permite utilizar el móvil sin complicaciones en exteriores y quizá un inconveniente en la resolución ya que, pese a que Huawei subió a 2K en el Huawei Mate 20 Pro, ha decidido descender a FHD+ en el P30 Pro. No supone un inconveniente real, pero, dado el precio, sí se le debería pedir más resolución.
El Huawei P30 Pro ofrece los habituales gestos de la marca para utilizar las funciones extra del sistema, como la captura de pantalla o el arranque de la pantalla partida utilizando los nudillos. EMUI brinda modo oscuro (desde las opciones de batería), permite encender la pantalla con doble toque, incluye un modo de lectura para mejorar la visibilidad de noche y, si a alguien no le gusta el notch, resulta posible esconderlo con una franja negra. Se pierde mucha superficie útil, pero ya se sabe: sobre gustos…
El Huawei P30 Pro saca pecho en autonomía
Tener un móvil como el que protagoniza este análisis no solo regala una enorme potencia, también la máxima tranquilidad ya que los enchufes dejan de ser un objeto prioritario. 4200 mAh de batería, carga superrápida de 40 W, dispone de carga inalámbrica rápida (15 W) y es capaz de ofrecer mAh a otros móviles con Qi gracias a la carga inversa sin cables. Todo este compendio de tecnología e iones de litio consiguen que el Huawei P30 Pro se alce con el primer premio en duración de la batería.
EMUI es una capa agresiva que consigue aumentar la autonomía a base de supervisar los consumos con lupa. Por lo general no supone un problema para las notificaciones siempre que se excluya a las apps primordiales (redes sociales, mensajería…) de la gestión automática. Más allá de estos ajustes, salir por la mañana de casa con la batería llena y llegar con ella a medias por la noche no resulta nada extraño.
El Huawei P30 Pro saca matrícula de honor en autonomía
Ya lo decía antes, el Huawei P30 Pro regala tranquilidad. Ni exprimiéndolo a fondo he conseguido agotarle la batería en menos de diez horas. Y con un uso medio se puede ir tranquilamente a los dos días; con más de ocho horas de pantalla sin despeinarse. Como es obvio, todo dependerá del uso de cada persona.
A continuación tienes algunas capturas de pantalla de los ciclos de carga que he vivido durante mi día a día.
No solo aguanta casi como una central nuclear, también se carga tan rápido que cuando te quieres dar cuenta ya va por la mitad. El cargador de 40 W incluido, con tecnología Supercharge, rellena de mAh la batería del Huawei P30 Pro a una velocidad muy alta: en unos 50 minutos está llena por completo. Los tiempos son los siguientes:
- 5 minutos: 11 %.
- 10 minutos: 23 %.
- 20 minutos: 49 %.
- 30 minutos: 72 %.
- 40 Minutos: 89 %.
- Total: 63 minutos.
El Mate 20 Pro estrenó la carga inversa inalámbrica, esa opción de recargar otro móvil o dispositivo Qi con solo apoyarlo en la espalda del teléfono. Samsung decidió imitar a Huawei colocando esa función en toda la gama Galaxy S10. Y ahora ha llegado el Huawei P30 Pro a estandarizar la carga inalámbrica inversa. No es la más eficiente a la hora de revivir un smartphone, pero nunca está de más disponer de esa opción.
La autonomía entra en los elementos estrella del Huawei P30 Pro. Y es que un móvil de categoría no solo tiene que aparentar ser bueno y demostrar su potencia, también tiene que aguantar la vida de quien lo posee. Y puedo asegurarlo: permite olvidarse de los enchufes.
No escatima en conexiones, tampoco en sonido. Con matices
Huawei rectifica en uno de los aspectos más negativos del Huawei Mate 20 Pro, la salida del altavoz externo a través del conector USB-C. Ahora posee su propia área de salida; consiguiendo con ella una mejor calidad y potencia. El volumen máximo es muy alto sin que por ello se vea deteriorada la calidad.
Las prestaciones auditivas del Huawei P30 Pro son de alta calidad, también a nivel de reproducción de sonido en Hi-Res. Además, incluye Dolby Atmos, permite personalizar distintos parámetros y ecualizaciones del sonido, también ofrece gran calidad a través del audio Bluetooth (5.0) y del USB-C. Carece de jack de auriculares (que el P30 normal sí tiene) y no posee radio FM. El balance general es de sobresaliente con las pegas habituales para los que no toleran las ausencias de la gama más alta.
Uno de los elementos que se agradecen es el emisor y receptor de infrarrojos; con su pertinente aplicación para administrar todo tipo de dispositivos al convertir el Huawei P30 Pro en un mando a distancia universal. Incluye NFC para los pagos móviles, dispone de WiFi de doble banda con la incomprensible ausencia de la compatibilidad con el WiFi 6 (debería ser mandatorio en su categoría), posee acceso a la mayoría de bandas LTE 4G, ofrece doble ranura para SIM (o SIM y tarjeta NM de memoria) y el sistema de posicionamiento incluido es súper rápido y preciso: hasta 3 metros en menos de 30 segundos, incluso a cubierto. De nota.
Sin Jack de auriculares, radio FM o WiFi 6; con infrarrojos, GPS rápido y preciso y doble SIM
Resulta incomprensible que Huawei presente ciertas carencias que podría solucionar mejorando las conexiones y sensores. Es el caso del auricular de teléfono: en el P30 Pro desaparece gracias a la pantalla acústica. Si bien no supone mayor inconveniente durante las llamadas ya que el audio se escucha bien (el único inconveniente en este sentido es que es más fácil que alguien escuche al interlocutor), el móvil pierde el doble altavoz externo de modelos anteriores. El P30 Pro suena solo por la parte baja, nada de incluir un segundo altavoz apoyándose en el auricular de teléfono. Es una pena.
El lector de huellas bajo la pantalla mejora y se pierde la doble autenticación biométrica
Podemos olvidarnos de los sensores de huellas visibles, al menos en la gama más alta. Poco importa que sean menos precisos y algo más lentos porque los escáneres bajo la pantalla ganaron la batalla. Está por ver si también vencieron en la guerra porque seguro que aún quedan más sistemas biométricos de seguridad por venir.
Entrando en el lector que Huawei incorpora bajo el panel del P30 Pro, un sensor de huellas óptico similar al que la marca incluyó en el Mate 20 Pro o en el Mate RS Porsche Edition, diría que este evoluciona ligeramente en fiabilidad y lectura manteniendo idéntica rapidez en el desbloqueo una vez se ha confirmado la huella. El problema es confirmarla, a menudo hay que poner más dos veces el dedo sobre la pantalla. Y más de tres.
A menudo hay que repetir la lectura de la huella: el sensor bajo la pantalla sigue sin ser lo mejor
Al principio encontré el lector de huellas incluido en el Huawei P30 Pro mucho mejor que el de sus hermanos mayores, pero con la experiencia ha terminado fallando más o menos con la misma frecuencia. Por lo general no suelen haber inconvenientes y la pantalla queda desbloqueada al primer intento, pero basta con que haya que repetir la lectura para que el móvil se empeñe en no reconocerla. A menudo es más rápido introducir los seis dígitos del código de seguridad que andar emperrado en desbloquear el móvil con la huella.
Uno de los elementos que se cae en el P30 Pro con respecto al Mate 20 Pro es el reconocimiento facial en 3D. Con esto se gana gracias al menor recorte para la cámara frontal, no tengo ninguna queja en este sentido, pero es verdad que tener dos sistemas de seguridad biométricos mejora la experiencia de uso ya que siempre puedes elegir (o confiar) en el que funciona más rápido (el facial). Huawei incluye un reconocimiento de rostro en el P30 Pro, pero no resulta recomendable por su escasa seguridad.
Sin sorpresas en software: última versión de EMUI y de Android
Este es el elemento menos llamativo ya que no hay grandes sorpresas con lo ya visto. Disponemos de la última versión estable de Android, 9 Pie; junto a la última versión de la capa personalizada del fabricante, EMUI 9.1. Ambas funcionan en consonancia ofreciendo dos caras muy diferenciadas: el móvil tiene un autonomía brutal gracias a EMUI; y se aleja hasta el extremo opuesto de lo que es una experiencia «Android pura».
Si no te gustan las capas muy personalizadas EMUI no es para ti
Entiendo que haya detractores de EMUI ya que la capa es tremendamente pesada. No por ello lastra al móvil, pero sí que resulta exagerada la enorme cantidad de opciones que añade al sistema. Bajo mi punto de vista muchas son útiles; por más que encontrar algo concreto a veces sea casi imposible.
El modo oscuro está disponible en las opciones de batería, también las distintas maneras de economización de energía y de potenciar el teléfono. Huawei añade cierta cantidad de bloatware, como versiones preliminares de Facebook, Instagram, LinkedIn… Se pueden desinstalar, sí, pero no estaría mal dejarle la decisión de bajarlas al usuario. Además, el móvil dispone de todo lo necesario para un uso básico: las apps de Huawei complementan desde la escucha de música hasta la aplicación de temas. E incluye su propia tienda de aplicaciones para que puedas descargar nuevas apps y juegos sin pasar por la Google Play Store. Que también viene incluida, junto con todas las apps y servicios de Google.
Huawei P30 Pro: «Érase un zoom a una cámara móvil pegado»
Hasta ahora ha quedado demostrado que este móvil es un excelente smartphone en todos los ámbitos. Sobresaliente de media; con algunos puntos negativos y otros en los que sobresale sacando matrícula de honor. Entonces, ¿qué ocurre con el apartado fotográfico? Tiene sus luces y sus sombras, como es habitual. Por ejemplo, el Huawei P30 Pro saca la mejor nota en versatilidad y, sobre todo, en zoom; en procesado de imagen habría que dejarle anotado un «Necesita mejorar»; en foto nocturna su calificación sería de las mejores de su clase; en tema del vídeo se nota que no lo traía estudiado, de ahí que se quede con un notable bajo; y como media general, yo le daría un sobresaliente.
Si algo tiene la cámara del Huawei P30 Pro es que resulta tremendamente versátil
La experiencia fotográfica está a un enorme nivel en la mayor parte de ámbitos; con algunos detalles donde Huawei aún debe mejorar. El procesado es uno de ellos ya que, a pesar de que ha mejorado con respecto al Huawei Mate 20 Pro, en el P30 Pro aún se nota cierta pérdida de detalle con colores que no siempre se corresponden con la realidad. El procesado tiende a comportarse como un artista cuando tiene la menor ocasión, especialmente de noche: a pesar de que las fotos que obtiene con baja luz son espectaculares, el P30 Pro posee cierta tendencia a exagerar la realidad. Lo cual no quita que la imagen sorprenda a quien la ve, especialmente si se tiene en cuenta las condiciones donde se tomó.
Entremos en materia para ver qué nos depara el hardware del Huawei P30 Pro. Por detrás tenemos una triple cámara con un tamaño considerable para cada sensor, especialmente el del teleobjetivo: el zoom 5X de 8 Mpx es el protagonista ya que, gracias a sus ópticas móviles, el móvil logra un acercamiento progresivo muy similar al del objetivo de una cámara réflex o compacta. Se aprecia perfectamente dicho objetivo porque tiene forma cuadrada, es su seña de distinción.
El sensor principal es el que mejor se comporta de todos ya que con sus 40 Mpx, y su apertura f/1.6, consigue grandes posibilidades de recorte y excelentes aptitudes para el disparo nocturno. En este punto es donde el P30 Pro incorpora la mayor innovación ya que los sensores utilizan un nuevo filtro de color al cambiar los píxeles verdes de los sensores por amarillos. Esto obliga a un mayor procesado de las imágenes; obteniendo a cambio mayor iluminación, algo que se nota especialmente.
El tercer sensor trasero es el gran angular, una cámara con un objetivo que permite encuadrar una mayor cantidad de escena. 16 Mpx y una apertura f/2.2, su comportamiento es más que decente por más que solo pueda aprovecharse en circunstancias especiales (fotos de grupo, paisajes…). El nivel de detalle baja conforme desciende la luz; y las deformaciones ópticas de los extremos, algo habitual en los grandes angulares, pueden estropear las imágenes con objetos o personas cercanos.
Un cuarto sensor ocupa un lugar casi escondido en el Huawei P30 Pro, el Time of Flight o ToF. Esta cámara no se puede seleccionar en los ajustes de la aplicación de captura ya que se utiliza para calcular las distancias en el modo retrato y también en el enfoque dinámico. Dichos modos mejoran con respecto a anteriores modelos, seguramente por la inclusión del ToF, pero Huawei no termina de obtener un verdadero retrato en dicho modo. Sin embargo, se suelen obtener mejores resultados con personas utilizando el enfoque dinámico con aperturas amplias.
El zoom es la clave del Huawei P30 Pro. La aplicación parte de los 0,6x del gran angular y va escalando hasta los 5x ópticos, los 10x híbridos (se utiliza el enfoque óptico y la Inteligencia Artificial) y después hasta los 50x digitales. Hasta los 10x las fotos son muy nítidas y de gran calidad; sorprendiendo por lo bien que salda las situaciones el zoom híbrido. Como es lógico, yendo más allá la imagen empeora hasta obtener pegotes de acuarela, pero no por ello deja de sorprender ya que Huawei consigue un acercamiento sin precedentes en un smartphone: es capaz de acercarse decenas de metros obteniendo imágenes reconocibles, incluso a los exagerados 50x.
La aplicación de cámara no ha evolucionado en exceso ya que Huawei mantiene las prestaciones automáticas y manuales que ya ofrecía con anteriores modelos. Scroll para pasar de un modo a otro, multitud de modos añadidos (como el impresionante modo macro) y ajustes manuales que logran exprimir cada instantánea. Incluye opción a guardado en RAW, como debe ser.
A continuación tienes una muestra de cámara del Huawei P30 Pro. Las fotos están guardadas sin editar, tal y como se guardaron en la galería.
Si le damos la vuelta al teléfono nos topamos con la cámara delantera única. Huawei deja un poco de lado la toma de selfies por más que el sensor no ofrezca un mal rendimiento. 32 Mpx de resolución, apertura f/2.0 y distintos modos de belleza a los que se les suma unos Animoji que dan un poco de lástima (Huawei, no vale la pena seguir incluyéndolos). Los resultados pierden en términos de calidad con las cámaras traseras, sobre todo con luz media e inferior. Algo de acuarela (o mucho, depende), sin excesiva nitidez en interiores y con la sensación de que se apunta más a las dimensiones de la foto que a su calidad. Sin que por ello pueda decir que es una cámara deficiente.
En cuestión de grabación de vídeo es donde se nota el punto débil de Huawei en términos de captura multimedia. Los resultados descienden en calidad por más que los vídeos aprovechen las cualidades físicas de los sensores. Estas son, desde la triple cámara posterior con el zoom y gran angular a la estabilización óptica de los sensores (el gran angular es el único que no posee OIS). La grabación de vídeo no puede decirse que sea mala, pero sí debería mejorar en términos de detalle, fluidez, opciones añadidas y fluidez. Resulta inconcebible que un gama alta como el Huawei P30 Pro no grabe en 4K y 60 fps.
Huawei mantiene las opciones lúdicas ya vistas en los Huawei Mate 20 y que aprovechaban el potencial en Inteligencia Artificial de los Kirin 980. Recorte de las personas en tiempo real, decolorido… No aportan una ventaja a las grabaciones y suponen un entretenimiento de unos pocos minutos. Además, el P30 Pro incluye cámara superlenta a 960 fps con opción a que sea la IA quien active la ralentización, dispone de cámara rápida y de foto con movimiento.
Esto es lo que más me gusta del Huawei P30 Pro
¿Qué es lo que más me ha gustado del Huawei P30 Pro? He hecho esta lista.
- Tiene todo lo que deseo en un smartphone, incluso el emisor de infrarrojos: me ha sacado de más de un apuro.
- La fotografía es fantástica. Quizá el procesado aún necesite mejorar, pero la versatilidad de todo el equipo incluido deja sin palabras.
- El zoom es espectacular: jugar con él te atrapa.
- Las fotos de noche alcanzan un nuevo nivel. Siempre con algo de práctica, no siempre salen bien a la primera.
- El modo macro sigue siendo de los modos añadidos más útiles.
- Muy buena pantalla y sin que haga al móvil demasiado ancho.
- Qué decir de la batería: el P30 Pro es un gama alta al nivel de central nuclear.
- Los acabados, materiales, el degradado posterior… Son de altísima calidad.
- Más que suficiente almacenamiento y memoria RAM. Además, son muy rápidos.
- El modo oscuro incluido en EMUI: gracias, Huawei.
- Tiene muchos ajustes y quizá raya en lo negativo, pero me parece un acierto poder personalizarlo casi todo, incluidos los temas.
- El GPS es rapidísimo y con una precisión que no había visto en un móvil.
- Que Huawei haya recortado mucho menos la pantalla me parece acertado.
- La carga inalámbrica siempre es bienvenida. La inversa me da un poco igual, pero valoro que venga incluida.
- Resistencia IP68: ningún móvil de gama alta sin ella.
Y esto es lo que menos…
Tras engordar el ego del teléfono toca rebajar su autoestima con los inconvenientes. No tiene demasiados y quedan diluidos al compararse con todo lo positivo, pero eso no implica que deban obviarse. Para mí lo peor del Huawei P30 Pro es lo siguiente:
- Resbala demasiado, no entiendo por qué Huawei no le ha dado el mismo tratamiento para la cara trasera que al Mate 20 Pro.
- El lector de huellas bajo la pantalla ha mejorado, pero sigue sin estar al nivel de los capacitivos en la parte posterior, por ejemplo.
- Entiendo que Huawei se empeñe en imponer su tarjeta SD propietaria, pero me parece un lastre para el usuario que quiera ampliar el almacenamiento.
- El Kirin 980 se queda un poco por debajo de los mejores procesadores de 2019.
- Quitar el jack de auriculares en el P30 Pro cuando el P30 normal lo tiene no termino de entenderlo.
- El control del zoom es sumamente impreciso: resulta muy complicado ajustar valores intermedios entre 1-5-10x.
- Echo en falta el modo estéreo con el auricular de teléfono.
- Para ser un gama alta incluye ciertas aplicaciones «bloatware» (Facebook, Instagram, LinkedIn…).
- Las huellas se quedan de vacaciones para siempre: las caras de cristal son un imán.
Conclusión: los pequeños inconvenientes no empañan su enorme grandeza
El Huawei P30 Pro es uno de esos móviles que deja sorprendido a quien lo ve por primera vez; enamorando al que se atreve a sostenerlo y a probarlo. El que tengo yo es muy llamativo con su degradado posterior, por lo que basta tenerlo en alto con la intención de hacer una foto para que todos se giren a ver su color blanco/azul degradado en rosa/lila. Da envidia, para qué negarlo. Y ofrece todo lo que cualquier usuario necesita sacando pecho en los puntos donde suele flaquear la competencia.
Enorme batería, muy buena pantalla, gran potencia con un procesador que tiene cierta antigüedad para lo que un gama «premium» necesitaría, una cámara que no te la acabas ni en una tarde ni en un mes, protección contra el polvo y el agua para llevarte el móvil a cualquier parte con la seguridad de que sacarás la instantánea incluso aunque llueva de forma torrencial… El Huawei P30 Pro es un móvil divertido, competente y con carisma.
Resulta imposible no recomendar el Huawei P30 Pro, al menos mientras se tenga el dinero
Mantiene ciertos peros, algunos incomprensibles en una marca como Huawei, pero la nota general sigue siendo de las más altas en un móvil: el Huawei P30 Pro está llamado a conquistar 2019, especialmente en el plano fotográfico. Ese zoom, y sus capacidades nocturnas, se ganarán a muchos fotógrafos, no solo amateurs.
El mayor pero ahora mismo es el precio: 949 euros de partida siguen siendo un coste elevado para un smartphone. Eso sí, los móviles de Huawei se caracterizan por descender rápidamente de precio, de ahí que no sea mala idea esperarse para adquirirlo a mediados de año. Aunque, si te das prisa, puedes conseguirlo con cien euros de descuento llevándote de regalo un Huawei Watch GT valorado en 249 euros. Puedes aprovechar la oferta desde Amazon, no te arrepentirás.