La competencia es algo innato a un sistema capitalista de libre mercado. Las empresas quieren llamar la atención sobre sus rivales para que los consumidores adopten sus productos y para ello han de actualizarse de manera continua.
Esto es especialmente notorio en el caso de los teléfonos inteligentes y es que no sólo es que haya decenas de grandes empresas y miles de pequeñas intentando llegar al bolsillo de los compradores, es que el ciclo de renovación y de presentación cada vez se acorta más.
Samsung ha presentado, como aquel que dice, el Samsung Galaxy Note 8 hace poco, apenas lleva unos días en las tiendas. No obstante desde su presentación y hasta ahora han surgido poderosos rivales como el Xiaomi Mi MIX 2, el LG V30, el Google Pixel 2 XL o el ya icónico iPhone X. Y todo en un plazo de unas pocas semanas.
Es por eso que no resulta extraño saber que en la empresa coreana están planteándose el lanzamiento de un terminal que devuelva las miradas hacia sus productos, un smartphone que sea capaz de poner en valor la capacidad de Samsung y que a la vez no eclipse las gamas que le dan dinero.
Un móvil para crear imagen de marca
Fuentes del país coreano están informando de que Samsung estudia crear una edición limitada del terminal que se ha venido en denominar Galaxy X, un smartphone cuya principal característica es que tendrá una pantalla plegable.
Esto ayudaría a mejorar la ya de por sí buena imagen que tiene Samsung en la fabricación de paneles, tanto para smartphones como para otros tipos de dispositivos, como televisores.
Además, el componente futurista que supondría tener un smartphone con esa peculiaridad también beneficiaría a la imagen global de Samsung, llevando la innovación de la empresa a la mente de todos los que vieran este modelo.
Hay que dejar claro que sería un terminal no con una pantalla curvada como el Samsung Galaxy S8 o ni siquiera el Galaxy Round, sino con una pantalla plegable que podríamos usar en diferentes posiciones y tamaños.
Es necesario que el Samsung Galaxy X ilumine pero no deslumbre
El problema es que si Samsung crea un terminal de este tipo debería hacerlo en breve ya que como hemos apuntado antes los plazos en este sector son cortos, y no pueden estar meses planteándose si realizar o no un movimiento clave para su futuro.
Así pues, lo esperable es que este smartphone saliera a principios de 2018 pero eso podría suponer un problema para las ventas del futuro Samsung Galaxy S9 que presumiblemente se verá en el MWC de 2018 o en fechas cercanas.
La solución podría venir limitando la producción. Se especula con que Samsung crearía solamente 100.000 unidades de este modelo, las suficientes como para que no fuera algo exclusivo ni un prototipo pero no tantas como para que los consumidores quisieran comprar uno en vez del siguiente terminal estrella de la empresa.
Quizás sólo para Korea
El nombre en clave de este modelo, SM-G888N0, se ha visto en algunas peticiones de certificación de Samsung a la National Radio Research Agency, la organización surcoreana encargada de dar el visto bueno a la venta de dispositivos electrónicos.
Esto podría indicar que al igual que pasó con el Samsung Galaxy Round, el Galaxy X podría no salir de las fronteras de su país natal.
Todas estas decisiones, importantes para Samsung, son por ahora objeto de estudio. Llevamos mucho tiempo escuchando sobre la salida de un terminal de este tipo y no acaba de efectuarse, más allá de los prototipos presentados en las diferentes ferias tecnológicas.
Samsung está actualmente en una muy buena posición global (aunque mejor en occidente que en oriente) y un movimiento como este podría afianzarla ahí.