Los sensores moleculares son prácticamente magia y han llegado a los móviles

Gracias a los sensores moleculares los nuevos móviles Android podrán darnos datos muy importantes de todo lo que nos rodea: medicinas, alimentos…

Como suele pasar en muchos ámbitos de la ciencia y la tecnología, dispositivos que ocupan ingentes cantidades de espacio poco a poco se van mejorando y acaban entrando en nuestro bolsillo.

Los ordenadores son el mejor ejemplo, aparatos que ocupaban habitaciones enteras y que ahora literalmente llevamos en nuestra muñeca en forma de relojes inteligentes o en nuestro bolsillo en forma de teléfonos que hace tiempo dejaron de ser sólo eso.

Pero el progreso tiene la extraña costumbre de no parar jamás, y quizás uno de los avances más interesantes esté a punto de cambiar la forma en la que usamos nuestros smartphones.

Sensores moleculares

Esto también pasa con otros aparatos y hoy nos centramos en uno en concreto, el campo de los sensores moleculares, capaces de extraer información de elementos físicos.

Este tipo de sensores se ha usado en laboratorio a lo largo de muchos años pero de un tiempo a esta parte la tecnología se está abaratando y también miniaturizando lo suficiente como para que empiece a ser algo masivo.

Ya os hablamos de un modelo de Scion que era del tamaño de un pen drive y que podíamos llevar con nosotros, pero ahora eso puede que incluso sea demasiado grande.

Nuevos sensores van saliendo y cada vez son más pequeños y potentes, algunos se podrán incluso introducir dentro de un smartphone añadiendo funciones.

¿Y para qué quiero eso?

Es posible que nuestra reacción sea pensar que no es algo útil, pero también es cierto que a lo largo de los últimos 20 años los smartphones han ido absorbiendo funciones de aparatos como cámaras o radios pero también de otros como GPS o brújulas, cosas que en absoluto eran masivas antes de entrar dentro de los teléfonos.

En un futuro tener un móvil con un sensor molecular servirá por ejemplo para saber el estado de conservación de los alimentos, detectar algunos problemas en la piel o verificar que un medicamento no es una falsificación.

También podremos saber las calorías de cada alimento simplemente escaneándolo o medir nuestra composición física, la cantidad de grasa o músculo que tenemos.

No obstante no es el único sensor que se podría implementar dentro de un móvil y a medida que sean masivos los propios desarrolladores podrán darles nuevas funciones.

¿Cómo funciona?

Este nuevo sensor es capaz de conocer cual es la huella molecular de un objeto, un rasgo identificativo que la aleja del resto de elementos. Para ello lanza un haz de luz hacia el mismo y capta la reflejada por el objeto, que varía en función de lo que estemos escaneando.

Estableciendo una comparación con una base de datos a través de internet podemos ver la desviación de la misma con respecto a la normal y saber si hay algún problema.

El futuro ya ha llegado

Esto, que podría verse como algo futurista, no es tal. En el CES de este mismo año se ha presentado el Changhong H2, el primer móvil con este sensor integrado. Gracias a ello algunas de las funciones que hemos descrito se realizan en tiempo real en la actualidad.

Aún no se ha comercializado pero la intención de Scion, la creadora del sensor, es aumentar la cantidad de móviles que lo tengan.