Samsung podría haber comprado Android en 2005, pero eligió no hacerlo
La historia de Android es bien conocida: un proyecto de Andy Rubin que buscaba llevar Linux a dispositivos móviles, acabó como una de las muchas compras realizadas por Google. La diferencia respecto a otras es que en esta ocasión el gigante decidió no solo invertir, sino participar de manera activa en el proyecto y convertirlo en la primera piedra sobre la que construir su futuro mas allá de las búsquedas, que en aquel momento eran su producto principal. Sin embargo, la historia podría haber sido muy diferente, si unos directivos coreanos hubiesen pensado de manera algo distinta.
En efecto, Android podría haber sido comprada por Samsung, y de hecho fue la primera opción de Rubin. Con un equipo de ocho personas, él sabía que ya había llegado al punto en el que necesitaba un gran inversor si quería completar el desarrollo de su sistema operativo. Así que Rubin y su equipo al completo fueron en persona a visitar a uno de los mas grandes del mercado pre-smartphone, Samsung, que a su vez buscaba la pieza clave con la que desarrollar teléfonos móviles mas completos.
«‘¿Tú y qué ejército vais a hacer esto? Tienes seis personas, ¿estás colocado?’ Es básicamente lo que dijeron. Se rieron de mi saliendo de la sala de reuniones. Esto pasó dos semanas antes de que Google nos adquiriera» Andy Rubin
Sin embargo, la visita a Corea del Sur fue mas que infructuosa: en muchos sentidos, fue incluso dolorosa por la manera en la que los directivos rechazaron el proyecto. Aunque la idea detrás de Android era buena, Samsung no tenía claro que Rubin tuviese los recursos humanos para llevarlo a cabo, y se lo dejaron muy claro.
Dos semanas después, Google se hacía con Android, y el resto es historia. Desde entonces, Samsung lleva años intentando dejar de depender de Android con el desarrollo de interfaces y sistemas operativos propios como Tizen, de manera infructuosa. Cabe preguntarse cómo habría sido una Android bajo el control de Samsung, o si realmente habría conseguido semejante éxito.
Fuente | Ubergizmo