Google pone a la venta el Pixel 8a su nuevo teléfono que aspira a ser la referencia en la gama media. Desembarca en España para ser la opción más barata de la potente familia Pixel 8 y con la presión de revalidar los buenos resultados que ha dado a la compañía los anteriores Pixel 6a y, sobre todo, el Pixel 7a.
El nuevo Pixel 8a mejora en casi todos los aspectos al modelo anterior aunque su reclamo sigue siendo el tener una cámara de gama alta en un precio de gama media. Sin embargo, Google ha subido el nivel del terminal dotándole de algunas de las funciones de IA más reclamadas de los Pixel 8 y 8 Pro.
Especialmmente interesantes son la seguridad mejorada y sobre todo la durabilidad en el tiempo, con la promesa de que los próximos 7 años seguirá recibiendo tanto nuevas actualizaciones de seguridad como nuevas funcionalidades. Algo único en la gama media.
Eso sí, esta subida en sus capacidades y funcionalidades ha hecho también que el smartphone suba de precio. Desembarca por 549 euros para la versión de 128 GB y es que como novedad es posible subir a los 256 GB, para lo que habrá que invertir 609 euros. En EL ESPAÑOL | El Androide Libre lo hemos probado durante la última semana para comprobar de primera mano si el nuevo gama media de Google merece la pena.
Diseño y potencia
Google ha conseguido que su familia de dispositivos Pixel sea reconocible y se diferencie de todos los demás móviles que hay en el sector. Es un enorme punto a favor hacia la compañía lograr esto en un mercado donde hay dispositivos clónicos que, salvo Nothing o iPhone, es fácil encontrar teléfonos con grandes similitudes de diseño entre sí.
Este diseño no sólo es reconocible sino que también es muy bonito. Nuestra unidad es en un llamativo color celeste más vibrante que el pudimos probar en el Pixel 8 Pro y muestra un carácter atrevido que al mismo tiempo es muy agradable en la mano, con un acabado pulido y mate en la parte trasera. Todo con materiales reciclados.
Esta apuesta por el aluminio, vidrio y plástico reciclados no le impide perder robustez y resistencia. Da una sensación premium en la mano, con una ergonomía total, muy cómodo por sus reducidas dimensiones, al tiempo que dispone de protección IP67 frente a derramamiento de líquidos y polvo y un cristal protegido a arañazos.
El Pixel 8a está pensado para durar y la muestra más clara es la promesa de los 7 años de actualizaciones de sistema y de seguridad que Google promete a quienes lo compren. Para hacerlo equipa el mismo chip de gama alta que los hermanos mayores, el Tensor G3, así como el Titan M2 para seguridad.
El Tensor G3 permite tener una agilidad y experiencia de uso poco —o nada— habitual en la gama media. El teléfono es fluido, capaz, versátil y permite realizar multitud de funciones que son inimaginables en otros móviles competencia de precio. Por ejemplo, el usuario podrá disponer de la IA de Google para hacer diferentes tareas e incorpora el rodea para buscar para localizar cualquier cosa que queramos en Google, o puede mostrarnos información útil de un vistazo, o rechazar directamente las llamadas de spam. Funciones realmente prácticas en el día a día.
Además, la nueva generación del Pixel 8a ha mejorado frente a la anterior en pantalla. Pese a mantener las 6,1 pulgadas, la experiencia ahora es considerablemente mejor al haber aumentado tanto el brillo como la frecuencia de refresco a los 120 hz. La experiencia en general es mejor y trasciende más allá de la gama media.
Cámara
Pero si hay un lugar donde el Pixel 8a saque músculo es en el apartado fotográfico. En la parte trasera dispone de dos cámaras: un sensor con una lente gran angular Quad PD de 64 megapíxeles con una apertura de ƒ/1,89, estabilización óptica, sin autoenfoque y un zoom digital potenciado por la IA de 8 aumentos; la otra cámara es un ultra gran angular de 13 megapíxeles con apertura de ƒ/2,2 y campo de visión de 120 grados. En la práctica tenemos un 0,5 y un x2 en cuanto a versatilidad más allá de la lente principal.
Tenemos una cámara excelente en la que se echa de menos más versatilidad en las lentes, aunque la respuesta aquí está en subir un peldaño dentro de la familia Pixel 8. La experiencia a la hora de tomar fotografías es tan buena como con sus hermanos mayores y se nota especialmente el salto en vídeo, donde la estabilización hace un trabajo fantástico y el Pixel 8a marca verdadera distancia con sus rivales en este apartado. No vas a hacer un vídeo tan bueno en la misma gama.
Al trabajo que hacen las cámaras, incluyendo el selfie de 13 megapíxeles, hay que sumarle la magia de Google. El procesado está cada vez más refinados y el sello Google es la marca de la casa para comprarse este teléfono. Es imposible sacar una foto mala con este teléfono. No se puede. La compañía ha conseguido eliminar por completo esa sensación de frustración de perder el recuerdo de un momento importante. Si algo asegura el Pixel 8a es que si disparamos saldrá bien, aunque no sepamos hacer fotos.
A esto hay que sumarle a una serie de herramientas de edición con IA que permite elegir la mejor cara en las fotos de grupos para evitar ojos cerrados o muecas, enfocar a posteriori, eliminar elementos de fotografías, e incluso borrar el ruido molesto en los vídeos para tener un recuerdo mucho más claro y vívido.
El poder de Google
Este poder de Google que se siente a la hora de realizar un fotografía, se traslada al resto de experiencia que tenemos usando el teléfono. Un ecosistema gigante que permite aprovechar el teléfono en herramientas y dispositivos que tenemos ya integrados en nuestro día a día.
Así por ejemplo, si utilizamos equipos de Google Home o accesorios como el Pixel Watch, Fitbit o auriculares Pixel Buds, la IA de la compañía es capaz de integrarlos y ofrecernos mejores recomendaciones según nuestra salud, rutinas o tareas.
Por otro lado, algunos de los servicios de Google como YouTube, Google One o Fitbit Premium disponen de meses gratuitos de la modalidad de pago buscando enganchar al usuario en que la experiencia de la compañía trasciende al móvil. Quieren llevar la misma apuesta ganadora del software al hardware, y de momento lo están consiguiendo.
¿Me lo compro?
El Pixel 8a es un gran teléfono y una gran compra por sí mismo, si pensamos en todo lo que ofrece por 550 o 600 euros pero tiene un problema: su hermano mayor, el Pixel 8. Y es que aunque el precio oficial del Pixel 8 empieza desde los 799 euros (128 GB) en la Pixel Store, es fácil encontrarlo fuera de ella rondando los 600 euros con lo que en esa tesitura es mejor decantarse por el Pixel 8 frente al 8a. Tendríamos todo lo bueno que ofrece el 8a, pero con un sensor principal más luminoso, zoom óptico, mejor pantalla, carga inalámbrica más rápida y dual.
Es cierto que es realmente interesante la agresiva campaña de ventas con la que el Pixel 8a ha empezado, que descuentan 150 euros más el valor de un móvil a entregar y es fácil descontarse 200 euros en el momento de la compra. Pero si no tenemos un teléfono que entregar es mejor buscar un Pixel 8 a precio goloso, que optar por el Pixel 8a.
Aún así, el Pixel 8a es un teléfono redondo, fácilmente recomendable y extremadamente disfrutable. Fuera de Google es complicado encontrar algo tan bueno en este rango de precio, con lo que reafirma el buen trabajo que está haciendo la compañía de Mountain View con su división de telefonía.
En suma, para comprar la opción más recomendable para comprar el Pixel 8a es ahora, pudiendo aprovechar la promoción de lanzamiento donde tendremos más de 150 euros entregando un terminal antiguo. Es ahí donde el Pixel 8a se pone realmente interesante frente a sus hermanos mayores. Igualmente, se entiende el precio del Pixel 8a ya que está pensado para estar más cerca del resto de la familia Pixel 8 en cuanto a competencia y capacidades. Así como se trata de una apuesta de futuro de Google y convivirá en el último trimestre del año con los Pixel 9 donde, me da la sensación, que encajará mejor el precio.