Las cámaras de vigilancia para el hogar se están popularizando por muchos motivos. En España el aumento de ventas de casas ha despertado un renovado interés por este tipo de productos, sobre todo porque no implica tener que pagar una mensualidad.
Nosotros hemos analizado algunas en las últimas semanas, como la Google Nest Cam con batería o la eufy SoloCam E20.
Ambas están diseñadas para su uso en exteriores, pero a veces queremos también tener cámaras dentro.
Hemos tenido la oportunidad de probar durante unas semanas dos modelos de eufy, ambas con una característica muy interesante, el geovallado. Básicamente, pueden realizar acciones detectando la presencia, o no, de nuestro teléfono.
Esto hace que no sea necesario activar la cámara cuando salimos o desactivarla cuando llegamos, simplemente hemos de configurar la aplicación en el modo de detección, como os explicamos en el artículo en el que os contamos qué es el geovallado.
eufy Solo OutdoorCam C22
Esta primera cámara que hemos analizado es peculiar. Se puede usar en exteriores e interiores, pero necesita de un cable para conectarse a la corriente. Así, tendremos que o bien perforar la pared para enchufarla en el interior de la casa, o bien conectarla a un enchufe externo.
En nuestro caso la hemos probado en interiores, aunque es fácil instalarla fuera. El sistema de anclaje es magnético, para que podamos moverla de manera fácil para enfocar a lo que queramos. Eso sí, igualmente hemos de poner la parte en la que se adhiere el imán en la pared, con la perforación necesaria.
Si queremos podemos usarla en una mesa, sin necesidad de taladrar nada, como una cámara más convencional, aunque en ese caso no le sacaremos el partido a su resistencia al agua.
Aunque tiene visión nocturna también dispone de una luz que permite grabar en color de noche.
Con esta unidad hemos tenido un inconveniente y es que al irse la luz se desconectó, obviamente, pero al volver no se conectó de nuevo a la red, y tuvimos que desenchufarla y enchufarla de nuevo.
eufy Indoor Cam 2K Pan & Tilt
La segunda cámara que hemos probado está diseñada expresamente para interiores. Podemos ponerla encima de una mesa o incluso atornillarla a la pared o al techo.
La resolución en este caso es superior, llegando al 2K (salvo si usamos HomeKit, que no es nuestro caso).
El sistema de movimiento permite cubrir una zona mucho mayor, algo que viene bien en el caso de que queramos controlar un espacio con dos puertas enfrentadas, como era nuestro caso en el salón.
Además, cuando detecta movimiento la cámara es capaz de moverse sola haciendo que el intruso quede encuadrado en la grabación de vídeo.
Y no sólo se puede mover horizontalmente, sino que también permite realizar movimientos verticales, lo que le da una superficie de visión muy elevada.
Como el resto de cámaras de este tipo, incluye un micrófono y un altavoz, lo que nos permite hablar desde cualquier parte usando la aplicación a la habitación donde tengamos esta cámara.
Además de estas funciones básicas, la cámara puede ser programada para que emita una grabación de audio concreta cuando detecta que hay una mascota en la zona de control.
Y, de forma similar, puede servir como detector de llantos si la ponemos en la habitación de un bebé y activamos la opción.
Eso sí, al contrario que la SoloCam E20, esta C22 no tiene almacenamiento interno, así que tendremos que usar la nube o bien ponerla una microSD para almacenar las grabaciones en el dispositivo.
Una app que nos sigue encantando
Cuando analizamos la eufy SoloCam E20 os contamos que la aplicación era uno de los elementos que más nos gustó. Pues nada ha cambiado.
Seguimos teniendo la misma interfaz con muchas opciones pero que no llega a sobrepasarnos.
Cada una de las cámaras tiene su propia interfaz dentro de la aplicación, con opciones propias. Por ejemplo, la eufy Indoor Cam 2K Pan & Tilt nos permite tomar el control mediante un botón táctil y podemos mover la cámara para enfocar lo que queramos.
La C22 por ejemplo, nos permite encender y apagar el foco, así como configurarlo para que se encienda cuando detecte movimiento.
Por último, las dos cámaras disponen de la opción de geovallado, de la que hemos hablado antes. Básicamente podemos hacer que el sistema de cámaras se active cuando salimos de casa y se desactive cuando estamos.
Cada una de esas dos situaciones tiene una opción de configuración, que incluye el aviso por notificación, la grabación de vídeo y la activación de la sirena. Nosotros podemos establecer cuales queremos.
La parte negativa es que el radio de acción mínimo es alto, por lo que no sería posible usarlo si estamos en casa de los vecinos, o en un bar literalmente al lado de casa. Sí que es práctico para situaciones más normales, como ir al trabajo, a un restaurante, etc.
Uno de los mayores inconvenientes que hemos tenido es que la aplicación no nos avisa cuando se va la luz. Esto es apropiada ya que el sistema debería alertarnos, para que sepamos que las cámaras no están funcionando.
No debería ser un problema para eufy hacer que la app nos mandara una notificación cuando el servidor detectara que no hay comunicación con una de las cámaras.
Conclusión: eufy sigue apostando por la relación calidad precio
Las dos cámaras que hemos probado forman parte del ecosistema de eufy, aunque ninguna necesita la base de conexión, algo más costosa.
Podemos comprar la Solo OutdoorCam C22 por 69.99 euros aunque a veces la tenemos con descuento por poco más de 50 euros. La eufy Indoor Cam 2K Pan & Tilt cuesta 49.99 euros, pero también la hemos visto rebajada a menos de 40 euros.
Al igual que la E20, son opciones realmente interesantes para los que quieren algo de seguridad extra pero no montar un gran sistema de vigilancia en casa. O al menos no de manera inmediata.