En los últimos días han saltado los rumores de que tanto LG como Huawei podrían cambiar la nomenclatura de sus gamas altas para el próximo año. ¿Por qué sucede esto? ¿Tiene algún sentido de cara a la experiencia final?
Huawei P20 y una nueva marca para LG ¿Cuestión de marketing?
Uno de los móviles que mejor relación calidad / precio ha sabido ofrecer es Huawei con su P10. En las últimas semanas hemos visto todo tipo de filtraciones, como su posible notchal estilo del iPhone X, o que tendrá tres cámaras traseras. Junto a estas novedades llegaría un cambio de nombre. El nombre del Huawei P11 que sería presentado durante el próximo Mobile World Congress acabaría llamándose Huawei P20.
Del mismo modo, otro móvil que parece que tendrá un importante cambio en su nombre será la gama alta de LG. De acuerdo a un cargo de LG, están preparando una nueva estrategia de marca para su serie G, de cara a la primera mitad del año, sin confirmar cual sería la nueva nomenclatura. El primer «afectado» sería el LG G7, móvil que los rumores apuntan a que sería presentado antes que sus rivales, siguiendo la misma estrategia que el G6, pero elevando la apuesta por las especificaciones.
El nombre es marketing, pero también define una identidad
Normalmente, las empresas con modelos de éxito suelen seguir una línea continuista que si bien evoluciona en cada generación, los cambios no suelen ser muy disruptivos. Ejemplos de continuismo los podemos ver claramente en marcas como Apple o Sony, incluso en cierta medida con Samsung. Se adaptan a las necesidades del mercado, pero sin olvidar los orígenes.
A nivel de marketing, un nombre es algo más que una nomenclatura, sino que representa toda una identidad. Cuando una marca lanza un sucesor, suele tener la responsabilidad de que toda la imagen que han conseguido con su marca no sea olvidada en su nueva generación. Por ejemplo, si pensamos en un LG G6, es inevitable pensar en la ubicación del lector de huellas o en su segunda cámara de gran angular.
Otro ejemplo lo veríamos en Huawei, donde la identidad de sus P ha ayudado a que los P Lite sean modelos muy populares, haciendo que el consumidor pueda ver ambos productos como parte de una misma experiencia, pero más ligera.
Lo más posible es que en LG quieran dotar a su gama alta de una nueva identidad (la marca Gx lleva años decayendo en popularidad). Cambiar el nombre da a los ingenieros una licencia para materializar algo nuevo, algo que defina como será el futuro de LG en los próximos años. Por mi parte, espero que esta nueva identidad siga el camino marcado por el LG V30.
¿De verdad tiene sentido cambiar el nombre a una marca?