Aunque el mercado de las consolas portátiles parezca completamente dominado por Nintendo con su Switch, en realidad es más competitivo de lo que parece.
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La clave está en la gran cantidad de modelos lanzados por pequeños fabricantes aprovechando la moda del ‘crowdfunding’ y los bajos precios posibles con los últimos chips y software. Uno de los mejores ejemplos de esta tendencia fue la GPD Win original, que nació básicamente como un mini ordenador portátil pero que ha evolucionado hasta convertirse en una consola que continúa el legado de las mejores.
Nueva GPD Win 4, el legado de la PS Vita
El nuevo modelo de la GPD Win es tal vez el mejor ejemplo de esta filosofía. Se mire como se mire, está claramente inspirada en la PS Vita y la PSP, las consolas portátiles de Sony que intentaron quitarle mercado a Nintendo con algo de éxito. Estos modelos aún son recordados con cariño porque no seguían la filosofía de las consolas portátiles tradicionales, dando un salto de calidad evidente.
Debido a la baja potencia de las consolas portátiles, necesaria para alargar la vida de las baterías, los juegos diseñados para estos sistemas eran muy limitados y no tenían nada que ver con las versiones de consolas de sobremesa. La PSP y la PS Vita cambiaron esto, ofreciendo una experiencia muy similar a la de la PlayStation 2 y PlayStation 3 respectivamente.
La GPD Win 4 sigue esa filosofía de no sacrificar nada para ofrecer la mejor experiencia jugable, ya que está basada en un procesador AMD Ryzen 6800U, con una potencia abrumadora teniendo en cuenta el formato portátil de la consola; la clave está en su gráfica integrada Radeon 680M, basada en la misma arquitectura RDNA2 de las gráficas de ordenador. Viene acompañada de 16 o 32 GB de memoria RAM, y podremos elegir entre 512 GB, 1 TB o 2 TB de almacenamiento interno, aunque será ampliable con la ranura microSD.
Como resultado, este es uno de los equipos portátiles más potentes que puedes obtener hoy en día; la GPD Win 4 puede ejecutar cualquier cosa que se te ocurra, como los últimos juegos lanzados en PC además de los últimos programas de emulación. La GPD Win 4 es compatible con Windows 11, pero también permite la instalación de SteamOS y sus creadores afirman que supera a la Steam Deck.
El diseño de la GPD Win 4 está obviamente inspirado en el de la PS Vita, pero oculta una sorpresa: si movemos la pantalla táctil hacia arriba, encontraremos un teclado completo, y cuenta con sensores ópticos para controlar el cursor del ratón, por lo que puede cumplir las funciones de ordenador portátil sin problemas. Eso, aparte de los botones integrados y las palancas, por supuesto.
Gracias a la conectividad USB4, podemos usar la GPD Win 4 como una consola de sobremesa, conectando un monitor o televisor, pero también podemos conectar una gráfica externa si queremos más potencia; se ofrecerá un ‘dock’ para recargar las baterías o conectar periféricos. Hablando de conectividad, tiene WiFi 6, y es compatible con un módulo 4G para jugar en cualquier parte usando una tarjeta SIM.
La GPD Win 4 tiene pinta de ser una de las mejores consolas portátiles del 2023; como versiones anteriores, se ofrece por ‘crowdfunding’ en Indiegogo pero ya ha superado con creces el dinero necesario para financiarla. Aún podemos conseguir una por 927 euros, con un lanzamiento previsto para marzo de 2023.
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