GameStick es la competencia para Ouya en el escritorio que esperábamos todos
¿Será el 2013 el año en que Android sea la plataforma protagonista en lo que respecta a los videojuegos? Desde luego hay pistas que parecen indicar eso, desde el lanzamiento previsto en pocos meses de Ouya, a proyectos muy interesantes como el que la empresa PlayJam ha presentado hoy, el GameStick.
GameStick es una consola basada en Android, como Ouya, pero nace con la convicción de que puede hacer las cosas mejor para llegar a todos los hogares posibles. Para conseguirlo se han trabajado en varios aspectos fundamentales hoy en día, como por ejemplo el tamaño. Como bien explica su nombre, la GameStick tiene el tamaño de un pendrive, pero con salida HDMI para conectarse a cualquier televisor moderno, y se puede transportar fácilmente en un hueco incluido en el propio mando de juego. En un tamaño tan reducido se incluirá un procesador AmLogic 8726-MX y 1 GB de memoria RAM, con un almacenamiento de 8 GB de memoria Flash. En el apartado de la conectividad, tendrá Wifi 802.11 b/g/n, y se conectará con los mandos con Bluetooth 4.0.
En lo que respecta al software, corre Android 4.1 Jelly Bean, con una interfaz propia que parece «inspirada» en la usada en las últimas versiones de la Xbox 360, pero que parece atractiva y fácil de usar. Deberá serlo para atraer a los desarrolladores. Aunque como buena consola basada en Android tendrá acceso a la mayor parte del catálogo de Google Play, PlayJam está contactando con varios desarrolladores para lanzar títulos adaptados a las características de la consola.
Unas características técnicas, por cierto, algo modestas, que son compensadas por el precio. Ahora mismo podemos pagar un mínimo de 69 dólares para tener acceso a las primeras unidades de la consola, aunque si pagamos mas tendremos acceso a ciertas bonificaciones. El precio final será de 79 dólares. La pregunta es ¿merece la pena? Es una consola que comparte muchos puntos con Ouya, pero que intenta venderse como un paquete mas atractivo para las masas, conservando los principios de desarrollo abierto. Merece la pena destacar el hecho de que hayan salido a pedir contribuyentes en Kickstarter solo una vez que han conseguido un prototipo en funcionamiento, y que la espera hasta su lanzamiento se prevé bastante corta.