En 2015 Google dio un golpe sobre la mesa con el anuncio de Google Fotos. Presentaron un producto sólido, de funcionalidad clara, de uso sencillo, gratuito e ilimitado. Era demasiado bueno para ser cierto, pero durante cinco años fue cierto. En 2020 las cosas cambiaron en un anuncio que cogió a muchos por sorpresa, el paso a planes de pago del servicio, aunque se mantendría una cuenta gratuita, afectando a todos los países en los que operaba, incluyendo a España.
Esta última opción es la que ha mantenido enganchados a los usuarios, que con 15 GB tenían, mayormente, espacio suficiente para sus correos, algunos archivos en Google Drive y fotos en Google Fotos. Yo era uno de esos usuarios, hasta hace dos meses, momento en el que di el paso a la opción de pago.
Yo soy un usuario muy intensivo de Google Fotos, pero este movimiento lo he podido posponer tanto porque soy extremadamente organizado y siempre dejo las imágenes y vídeos que quiero conservar, no uso la app como una especie de papelera gigante como les pasa a muchos usuarios.
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Un precio adecuado
Cuando se diseña un producto online es normal, aunque no obligatorio, ofrecer una versión gratuita que permita a los potenciales clientes ser usuarios primero, sin desembolsar dinero. Esto Google lo sabe a la perfección y es que sólo en los últimos años ha empezado a cobrar por algunas cosas, siendo desde sus inicios su sistema de crecimiento el crear productos gratuitos con publicidad.
Google Fotos cuenta, además, con varias opciones de pago que no son especialmente caras, sobre todo si lo comparamos con otros servicios, como los de streaming, que no dejan de subir precios de forma indiscriminada, tanto los de audio como los de vídeo.
En mi caso he optado por la versión básica de Google One, de 100 GB, que cuesta 1.99 euros al mes, o 19.99 euros al año. Esta última es la opción que he escogido, porque siempre considero que, si vas a usar algo, no está de más ahorrarte una parte simplemente pagando por adelantado. Un servicio como Google Fotos no es algo que uses un mes sí y uno no, como pasa con otros.
Más que almacenamiento
El precio de las diferentes opciones, que se pagan a través de una suscripción a Google One, no sólo dan más espacio para Google Fotos, sino que se puede usar para otras plataformas de la empresa, como Gmail. Además, incluyen diferentes mejoras que, aunque no son el motivo de mi compra, me he encontrado usando puntualmente.
Una de las ventajas es poder crear una familia e incluir en ella a la gente que vive contigo, para que pueda hacer uso del almacenamiento y las ventajas asociadas. Una de esas ventajas es poder usar un VPN en el móvil para securizar las transmisiones, o para acceder a ciertas plataformas restringidas por países, como las de streaming.
También se incluye un rastreo en la Dark web para saber si nuestra información se ha filtrado, así como consejos para actuar en caso de que sea así. Por último, podremos modificar las fotos y vídeos de Google Fotos con opciones de edición avanzadas que no están disponibles para los usuarios del plan básico.
Un paso obligatorio
Una de las cosas más llamativas es que, pese a ser de mi entorno la persona que más usa plataformas sociales y servicios online, mayormente por mi afición y por mi trabajo, tanto el padre de mi novia como una de sus hermanas han empezado a pagar Google One antes que yo. Mucho antes.
Los dos usan el servicio para almacenar muchas fotos, mayormente de sus trabajos, y eso hace que hayan llegado a los 15 GB de límite antes. Me llamó la atención cuando me dijeron que habían empezado a pagar porque nunca antes habían pagado por algo online, más allá de Netflix, y me hizo ver cómo el movimiento de Google había sido un éxito.
Estoy seguro de que poco a poco iremos viendo cada vez más usuarios pagar por el almacenamiento, porque el límite de 15 GB no ha subido en años y cada vez tenemos más fotos y vídeos, cada vez ocupan más y es cuestión de tiempo que se llene el espacio gratuito. Cuando eso sea masivo, cuando le pase a casi todo el mundo, veremos si alguna empresa quiere sacar un producto similar a Google Fotos, más barato o gratis, para intentar hacerle la competencia. No parece muy probable, como afirmaba en otro artículo.
Además, Google tiene margen de crecimiento si publicitara más herramientas como el borrador mágico. Mucha gente usa Google fotos y no conoce funciones como esa, que tras enseñárselas pasan a usar de forma normal. No es que fueran a pagar sólo por eso, pero si se juntan varias características, como el esperado Editor Mágico, quizás se justifique, más aún, pasar a los planes de pago de Google One.