Si alguien pudiese mirar dentro de todos los ordenadores instalados en España y hacer una lista de los programas más instalados, WinRAR probablemente estaría en las posiciones de arriba. Sus propios creadores presumen de tener 500 millones de usuarios en todo el mundo, aunque es cierto que su era dorada ha terminado; en su día, WinRAR era de esos programas imprescindibles que se instalaban nada más iniciar un ordenador nuevo. También existe una versión oficial de WinRAR para Android con más de 100 millones de descargas.
WinRAR es un programa de archivos comprimidos, especialmente en su formato propio, llamado RAR; aunque también es compatible con otros como ZIP. La clave del éxito de WinRAR estaba en su sistema de monetización, que en su día era extraño pero que muchas apps móviles usan hoy en día. WinRAR no era gratuito, aunque se podía descargar e instalar libremente; pasados 40 días, saltaba una ventana que pedía al usuario la compra de una licencia original. En la actualidad, esa licencia cuesta 29,95 euros, más 4,49 euros de soporte opcional.
La realidad, seamos sinceros, es que nadie pagaba. No era necesario, ya que sólo con cerrar la ventana era posible seguir usando el programa para descomprimir cualquier archivo. Y, sin embargo, la compañía sigue viva, y sigue siendo posible descargar y usar WinRAR sin pagar; la gran pregunta es si seguirá estándolo dentro de unos meses.
WinRAR está en peligro
La reacción de la cuenta oficial de WinRAR en Twitter lo dice todo: la situación es peliaguda para el pequeño desarrollador. Y todo, por una novedad de Windows 11 que fue celebrada por los usuarios pero que puede tener graves consecuencias, no sólo para WinRAR sino para otras apps similares: la compatibilidad con archivos RAR. En efecto, Windows será capaz de abrir archivos RAR sin necesidad de instalar nada, de la misma manera que ya es capaz de hacerlo con archivos ZIP. Windows tratará los archivos de manera nativa y permitirá extraerlos directamente desde el explorador de archivos.
Después de celebrarlo, la reacción de muchos usuarios en redes sociales ha sido preguntarse qué pasará con WinRAR ahora que el único motivo de su existencia parece haber desaparecido. La propia compañía parece ser consciente de que estos pueden ser sus últimos días. El representante de ventas de WinRAR ha confirmado a Neowin que están preocupados por este movimiento de Microsoft, una compañía de una escala muy superior a la suya; aunque no abandona el optimismo, afirmando que este cambio además de desafíos también traerá "beneficios" para su negocio, sin explicarlos.
Para explicar por qué WinRAR podría sobrevivir a este ataque frontal de Microsoft, hay que comprender cómo la compañía ha sobrevivido, de manera efectiva, regalando su programa. En efecto, que WinRAR se pudiese usar gratis no era un fallo, sino que estaba diseñado de esa manera para evitar la piratería; la lógica es que si permitían que el usuario normal siguiese usando del programa, no se molestaría en buscar una versión pirata o 'crackeada'. Donde estaba (y sigue estando) el verdadero negocio de WinRAR es en el mercado empresarial; lo que es una simple molestia para un usuario convencional es un auténtico problema para una empresa con decenas o cientos de ordenadores.
WinRAR ha llegado a donde está gracias a las licencias masivas para empresas, además del soporte avanzado que provee. La versión de pago de WinRAR también ofrece acceso a más funciones avanzadas que pueden merecer la pena para algunos usuarios.
Por lo tanto, es perfectamente posible que WinRAR siga existiendo dentro de otros 28 años, especialmente si la implementación de RAR en Windows 11 no es tan completa; por ejemplo, Microsoft aún no ha confirmado si será posible crear archivos comprimidos en este formato, o si sólo será capaz de descomprimirlos.