Madrid puede volverse una ciudad demasiado grande, o demasiado complicada, para moverse a través de ella. Estas aplicaciones para tu smartphone te ayudan a encontrar el camino o conocer la mejor opción de transporte.

Nuestro teléfono móvil se ha convertido en uno de los mejores aliados para guiarse en una ciudad. Y no sólo hablamos de indicaciones GPS, muy prácticas en determinados momentos. Aplicaciones como Uber han revolucionado sectores como el transporte, y esta revolución está a nuestro alcance a través de las aplicaciones.

La ciudad de Madrid, capital de nuestro país, no es una excepción a la regla. Las aplicaciones para nuestro móvil han revolucionado en cierta forma la manera que tenemos de movernos por la ciudad. Han hecho más fácil que nos movamos por ciudades como Madrid. Y si necesitas que te echen una mano, estas son las mejores aplicaciones para ello.

Navegación a pie y en coche: Google Maps

Google Maps se convierte en la mejor opción para movernos en dos situaciones: cuando estamos andando y cuando conducimos un coche. La aplicación de mapas de Google no sólo es capaz de llevarnos a nuestro destino sin problemas, también cuenta con funciones adicionales que nos hacen la vida más fácil.

Si vamos en coche, Google Maps tiene en cuenta el tráfico en tiempo real para llevarnos al destino lo antes posible. Recuerda donde dejamos aparcado el coche, e incluso nos indica cómo de fácil es aparcar en el lugar al que vamos. Si vamos andando adapta las indicaciones y tiene en cuenta las vías para llevarnos por el mejor lugar posible.

Además, si tienes una tarifa de datos reducida o no tienes tarifa, puedes descargar secciones de los mapas de Google para usarlas sin conexión. Y lo más probable es que ya tengas la aplicación en tu Android, lista para ser utilizada en cualquier momento.

Rutas en bicicleta: CycleStreets

Aunque Google Maps también es capaz de generar indicaciones si vamos en bicicleta, prefiero reservar este hueco a un servicio llamado CycleStreets. Se trata de una web que nació en Reino Unido, y que tiene como objetivo mostrar las rutas en bicicleta mejor adaptadas a nuestras necesidades.

Ciertas calles de Madrid, como de cualquier otra ciudad, pueden ser muy difíciles de atravesar en bicicleta debido al alto tráfico de coches. Además, Madrid está lleno de cuestas y desniveles que lo hacen más complicado todavía. CycleStreets lo soluciona mostrándonos tres rutas basadas en la velocidad a la que queramos ir. La más rápida, la más tranquila, y un término intermedio.

Lo único malo es que CycleStreets no tiene aplicación: está sólo disponible en una página web. También está muy centrada en Reino Unido, aunque funciona sin problemas en Madrid. Es una buena opción para planear rutas que queramos o necesitemos hacer entre la ciudad.

Rutas en transporte público: Citymapper

Lo mismo ocurre con el transporte público. Google Maps puede darnos las indicaciones, e incluso sobresale en ciertos aspectos. Pero, si estás dispuesto a tener una aplicación para esto, una de las más completas es Citymapper. Una aplicación también creada en Reino Unido que ayuda a moverse en transporte público en muchas ciudades, incluída Madrid.

Sólo tenemos que decirle a Citymapper donde queremos ir para que nos ofrezca una ruta. Usará el metro, Cercanías y autobuses (tanto municipales como regionales) para llevarnos a nuestro destino. Nos avisará cuando nos tengamos que bajar, nos dice en muchas ocasiones por donde tenemos que salir e incluso muestra donde nos tenemos que colocar en algunos casos.

Citymapper es gratis, y esta disponible tanto en aplicación como en web. Es perfecta para quitarse el miedo a los autobuses, por ejemplo, donde saber cuál es nuestra parada puede ser un poco más confuso que el metro o el Cercanías.

Aplicaciones de taxi: Cabify, Uber y MyTaxi

Si lo que quieres es que te lleven del punto A al punto B en un coche, tienes varias opciones: Uber y Cabify como las nuevas alternativas, y el tradicional taxi como un servicio siempre presente. La diferencia es que, mientras que el taxi lo puedes solicitar incluso a pie de calle, Uber y Cabify sólo se pueden solicitar a través de la aplicación. Además de tener que esperar a que llegue el coche que se nos haya asignado.

Cabify y Uber funcionan igual: coches de color oscuro y con cristales tintados, con WiFi y botellas de agua. Lo pedimos a través de la aplicación, y el precio es cerrado si indicamos el destino cuando lo pedimos. El pago se hace a través de la aplicación, por lo que no tenemos que llevar efectivo o tarjetas encima. Y en ambos podemos valorar al conductor.

Por experiencia, Uber suele ser más barato cuando el día está calmado (días y madrugadas de entre semana) y Cabify cuando son días con más actividad (festivos, vacaciones, fiestas, etcétera). Ambos cobran extra cuando existe «alta demanda» del servicio. Y los Tesla que se ven por la calle son de Uber One, en caso de que quieras montar en uno.

En caso de que prefieras los tradicionales taxis blancos, MyTaxi es una buena aplicación para pedirlos. También nos permite pagar a través de ella, pero no es tan barata y el precio no viene garantizado. El taxista marcará en la aplicación lo que haya salido en el taxímetro. Puede valer la pena si aprovechas alguna promoción de la aplicación.

Coches de alquiler: car2go, Emov y Zity

Y si prefieres conducir tu, estás de suerte. En Madrid últimamente se han establecido varios servicios de coche compartido. La idea es coger el coche, hacer un trayecto corto y dejarlo para que otro usuario lo pueda utilizar. Son perfectos para movernos dentro de Madrid; para salir de ella lo mejor sería mirar opciones de alquiler más tradicionales.

Ahora en Madrid existen tres opciones: car2go con los Smart, Emov con los Citroen y Zity con los Renault. Cada servicio tiene sus precios, sus condiciones y sus límites de funcionamiento, así que conviene mirar cuál nos viene mejor. En cualquier caso, los tres funcionan a través de aplicaciones en el móvil.

Existen otros servicios de alquiler de coches por horas como Bluemove, pero suelen estar condicionados a aparcarlos en el mismo sitio, o en determinadas zonas. La ventaja de los servicios citados es que son coches 100% eléctricos, así que pueden moverse sin restricciones dentro de Madrid y aparcar en las zonas azules y verdes sin coste.

Motos de alquiler: eCooltra, Muving y IoScoot

Al igual que con los coches, también han empezado a aparecer muchas motos de alquiler por la ciudad. Se reconocen por ser blancas o amarillas, además de tener logotipos con el servicio al que pertenecen. La idea es que la aplicación nos lleve hasta una moto localizada por GPS, y la usemos de la misma manera que los coches. También tienen baúl con casco, aunque suele ser de tipo Jet y no integral.

Las motos de alquiler son 100% eléctricas, y nos cobran por cada minuto que usemos la moto. Como ocurre con los coches, conviene comparar para saber qué opción nos viene mejor. En Madrid podemos encontrarnos motos de eCooltra, Muving y IoScoot, las tres con aplicaciones para smartphones.

Bicicletas de alquiler: BiciMAD, oBike y ofo

Si prefieres una opción más barata y ecológica, puedes usar la bici. Tendrás que dar pedales en una ciudad con mucha cuesta, pero es mucho más económico en comparación a alquilar a un coche o una moto. Por no mencionar que no requiere carnet de conducir, algo que no todo el mundo tiene.

El servicio municipal de alquiler de bicicletas es BiciMAD. Además de cobrarnos 50 céntimos por cada media hora, ser socio supone 25€ al año (15€ si tenemos un abono transporte de la Comunidad de Madrid). Son bicis de tres marchas con motor eléctrico, y la única condición es que debemos empezar y acabar el viaje en un tótem, las estaciones de anclaje del servicio.

Aquí es donde intentan diferenciarse oBike y ofo, dos aplicaciones de alquiler de bicicletas que no dependen de estaciones. Las bicis cuentan con un bloqueo independiente, y se desbloquean con el móvil. Cuando acabemos el trayecto, sólo tenemos que aparcar en la calle y dejar puesto el bloqueo. A cambio, es mas difícil encontrar una bici de estos servicios y no cuentan con añadidos como el motor eléctrico.

Cabecera | Felipe Gabaldón