Unos lo llaman repositorios alternativos, otros que son para buscar copias de seguridad y el resto lo llaman pirateo, pero ni son alternativos porque no aportan aplicaciones que no estén en el Market, ni son copias de seguridad porque para tener una copia tienes que haber pagado el original, ni son piratas porque no llevan ni parche en el ojo ni asaltan atuneros. Da igual como lo llamemos, al final todos buscan justificarse a si mismos que lo que hacen no está mal.
Esta aplicación a día de hoy tiene tantos seguidores porque es el único de los repositorios “alternativos” que te avisa de las actualizaciones de las aplicaciones que tienes instaladas en el sistema pudiendo actualizarlas como si del Market oficial se tratara.
No voy a aportar ningún enlace a la aplicación ni a la página ya que desde El Androide Libre no apoyamos en absoluto este tipo de aplicaciones orientadas en exclusiva a obtener de forma gratuita el trabajo de otros, aunque alguno me dirá que el que este libre de pecado que tire la primera piedra. No voy a ser yo el que tire la piedra, pero si que hace unos años aprendí a valorar el trabajo de los demás en cuanto a software se refiere.
La primera es que se lo que cuesta programar la aplicación mas sencilla del mundo, sangre sudor y lágrimas. Picar código es fácil, la sintaxis es sencilla de aprender, lo difícil es que tu programa haga lo que tú quieres, cualquier estudiante de Informática o cualquier otra rama relacionada con la programación os lo podrá corroborar.
Pero y si esa aplicación de menos de un euro, que te descargas desde Applanet o parecidos, la ha hecho un chico o chica en su casa, con ilusión de aportar algo a la comunidad de Android y le pone un precio simbólico para ganarse un dinerillo y poder comprarse un ordenador nuevo y seguir trabajando para algún día ganarse la vida programando. ¿A que la cosa cambia?
Casi el 99% de las aplicaciones del Market vienen de programadores“amateur” y no de las grandes empresas. Esas aplicaciones no salen de la nada por arte de magia, sino que son el fruto del trabajo de una persona que ha invertido su tiempo libre y su conocimiento en sacar un programa depurado y que funciona correctamente.
Además de programadores amateur hay pequeños estudios intentando hacerse un hueco en el mundo de la producción de software. Imagínate que por culpa de esos mercados negros de aplicaciones los chicos de Rovio hubieran tenido que cerrar, pues no tendríamos uno de los mejores juegos que hay para móviles como es el Angry Birds.
Alguno podrá decir que es que las aplicaciones son caras, siempre suele haber una alternativa gratuita, pero es que suelen estar en un rango de entre 0’90 y 2 euros, que hoy en día por 2 euros no nos da ni para tomarnos una caña en un bar.
Tampoco Google ha contribuido mucho a evitar estas prácticas reduciendo aun mas el tiempo de devolución de software en el Market, así que si hace tiempo que tienes una aplicación de pago que la has descargado por métodos no habituales, si la usas mucho, si la aprecias, te invito que vayas al Market y pagues por ella. Al final ganamos todos.
Actualización: A raíz del gran número de comentarios queríamos hacer un par de aclaraciones
Por informar y discutir sobre el tema y dicha aplicación no estamos fomentando su uso. Si usamos el mismo razonamiento, si un telediario informa de que el cristal o la ketamina son drogas que toman y mata gente, entonces ¿están incitando a la gente a consumirlas? Porque seguro que mucha gente no había oído hablar de ellas. ¿Qué hacemos si no? ¿Hablamos del tema sin mencionar ninguna aplicación, mirando hacia otro lado haciendo ver que no existe? Tristemente esa no es la solución. Desde aquí hemos querido transmitir la información y oponernos a ello con la intención de hacer reflexionar a más de uno.
En cualquier caso si hemos ofendido o molestado a alguien nos disculpamos. Solo estamos publicando nuestra opinión, que en ningún caso es condenatoria o absoluta.