Cuando en 2005 Google compró una compañía llamada Android Inc. algunos especularon con la posible entrada de los de Mountain View en el mundo de los sistemas operativos, pero la mayoría ni nos enteramos de lo que estaba pasando. Sin embargo se estaba empezando a gestar un pequeño marcianito verde que se mudaría a una cantidad y variedad de dispositivos que ni Google podría imaginar. Y fué en Noviembre de 2007, concretamente el día 5 de ese mes, cuado esto pasó a ser una realidad. Ese día Google presentó Android, un sistema operativo para móviles que revolucionaría el mercado, aunque no fue hasta un año después, en Octubre de 2008 cuando lo vimos por primera vez funcionando en un HTC Dream.
Desde entonces Android ha sufrido muchos cambios, novedades, actualizaciones… el mundo de la tecnología ha evolucionado y estamos viviendo cambios constantes. Analizar en un post la historia de Android sería imposible, ya que hay mucho detrás de lo que vemos, pero vamos a intentar dar unas pinceladas sobre lo que hemos ido viviendo, los cambios de Android y el estado actual en el que se encuentra.
Mucho tiempo ha pasado desde el lanzamiento de Android y muchas han sido las novedades que hemos visto. Siempre he sido un loco de los móviles, muchos compraban videoconsolas por navidad, yo quería el último modelo de teléfono móvil, era casi una obsesión (muy geek, desde luego). De la mano de HTC entré en el mundo de los sistemas operativos, con un anticuadísimo Windows Mobile 2003 en un HTC Tornado. Pero toquetear con eso, pasar a una Qtek S200 e instalar ROMs creadas por la comunidad me llevó directo al mundo de Android. Todo empezó con una HTC Magic con Donut (Android 1.6). Viniendo de un sistema operativo con tantas deficiencias como tenían esas versiones de Windows Mobile aquello fue una maravilla. Hasta la pantalla táctil me parecía buena. Como no había conocido Cupcake (Android 1.5) no sabía muy bien qué había mejorado, pero después de un tiempo usándolo si sabía lo que tenía que mejorar. No tardé en darme cuenta de que las promesas de actualizaciones se quedaban en el aire, y había que recurrir a ROMs como las de Cyanogen para tener lo último que Android ofrecía en nuestros terminales. Con Donut el teléfono era lento, a la cámara le faltaban opciones, el Bluetooth no funcionaba, el teclado era impreciso, el calendario iba mal y la cosa sigue con un gran lista de pegas. Pero Google trabajaba en ello, y muy duro. Un nuevo dulce llegó, Éclair veía la luz a finales de 2009, y llegaba cargado de actualizaciones. Solo dos meses después del lanzamiento de Donut aparecía Éclair solucionando una gran cantidad de fallos, la cosa pintaba genial, la lista de novedades era larga y muy jugosa, el mundo Android se regocijaba mientras otros temblaban y tenían que correr a ponerse las pilas. Pero hubo problemas, las casas de fabricación de móviles prometían y prometían, pero las actualizaciones nunca llegaban. De poco servía que Android viese una actualización en Diciembre de 2009 si a mediados de 2010 los únicos que la recibían eran los teléfonos que se compraban nuevos, era una lucha constante que desesperaba a muchos, que se sentían engañados viendo que mes tras mes se retrasaban las actualizaciones prometidas. Pero el mundo seguía girando, los móviles se seguían vendiendo y los Androides seguíamos invadiendo el planeta.
Sin embargo, algo pasó el 5 de Enero de 2010, algo que revolucionaría el planteamiento y funcionamiento del mundo Android y de la telefonía móvil. Ese día el Nexus One vió la luz, un teléfono fabricado a las órdenes de
Google por HTC, un teléfono que cambiaba el concepto del sistema operativo del hombrecito verde con antenas. Para empezar destacaba por su hardware, totalmente puntero, con un procesador de 1 GHz, 512 MB de RAM, WiFi b/g/n y una larga lista que nos hizo babear a todos. Pronto se callaron los rumores que hablaban de un super teléfono libre vendido por Google a un precio de risa, ya que al final el Nexus One no solo fué puntero en prestaciones, sino también en precio. Pero lo importante del teléfono de Google fue cómo iba a funcionar con Android. Los ingenieros habían desarrollado el sistema operativo con este teléfono, y la integración era perfecta. Android había pasado a ser un sistema operativo hecho para este teléfono, y desgraciadamente para el resto sus terminales ahora eran secundarios. Y esto se hizo especialmente latente cuando en Junio de 2010 aparece FroYo (Android 2.2), la versión que más novedades traía, la más esperada, la que hizo que un Android fuese el teléfono puntero. FroYo tiene muchas cosas, pero todas pequeños detalles cuando lo comparas con la principal, y es que optimiza el sistema operativo hasta tal punto que su rendimiento aumenta brutalmente, es más rápido y estable. Es quizás con FroYo cuando Android pasa a convertirse en un sistema operativo, podemos llamarla La Actualización.
Yo, por mi parte, a estas alturas ya era seguidor de las ROMs de Cyanogen para mi Magic, hasta que adquirí una HTC Desire, justo cuando se lanzó la actualización
oficial a FroYo, así que no he tenido necesidad de instalar una ROM alternativa. El funcionamiento de la versión 2.2 de Android es una pasada, fluída y llena de todas esas opciones que echábamos de menos. Faltan cosas, hay que mejorar mucho el teclado y el consumo de batería tiene que seguir bajando, pero el camino de Android es el correcto, las cosas están saliendo bien. Ahora bien, el problema de la fragmentación está entre nosotros, como los fantasmas de El Sexto Sentido solo algunos pueden verlo pero está aquí. ¿Es algo que se va a solucionar? Pues ya está pasando. Lo vimos con la reciente actualización oficial de la Magic a FroYo, algo que ya casi se había descartado, pero llegó. Esperemos que conforme avancemos la fragmentación vaya cada vez a menos.
Eso si, tened muy en cuenta que la tecnología avanza, y cada vez más rápido, así que no cualquier versión se puede adaptar a cualquier teléfono. El último paso que Android ha dado fue el pasado 6 de Diciembre con Gingerbread (Android 2.3). Como pasó con el Nexus One esta versión vendrá por primera vez con el Nexus S, el nuevo teléfono de Google, esta vez fabricado por Samsung. Es posible que esta versión de Android sea demasiado potente para muchos teléfonos, y solo se vea en modelos nuevos o lanzados recientemente. Así que paciencia, proque quizás no volvamos a ver una actualización si ya la hemos recibido recientemente.
¿Y el futuro? Android ya ha anunciado su próxima versión, Honeycomb, que se presume será Android 3.0, aunque algunos dicen que 2.4. Será una actualización realmente potente, y esta si que no la podremos esperar para modelos actuales (quizás alguna excepción), pero la cosa parece ir enfocada a dispositivos de doble nucleo, procesador de vídeo y en definitiva, muy avanzados. Servirá tanto para tablets como para teléfonos, y las aplicaciones serán las mismas, las cuales sabrán por si solas dónde se están ejecutando y mostrarán su aspecto tablet o móvil.
La evolución Android desde finales de 2007 hasta el día de hoy ha sido asombrosa, y esperemos que sigan dejándonos con la boca abierta, pero eso solo el tiempo lo dirá. A nosotros solo nos queda esperar y disfrutar.