Hace unas horas se ha publicado un artículo en el que se daban las cifras de ventas de algunos de los móviles de Google. Normalmente los fabricantes sólo dan cifras de unidades vendidas cuando quieren presumir de ello, pero en este caso no es así.
Según se ha publicado, Google habría vendido aproximadamente 3.5 millones de unidades de los Pixel 3, y bastante menos, unos 2 millones, de los Pixel 4.
Incluso las ventas del Pixel 3a no llegaron a alcanzar a las del Pixel 3. Esto es especialmente preocupante dado que este modelo se diseñó para ser un modelo de venta masiva.
Pese a tener la que es probablemente la mejor cámara en el ecosistema Android, los Pixel no han sabido venderse bien. ¿Los motivos? Múltiples.
Los Pixel no son baratos, precisamente
Cuando los más aficionados a la tecnología hablamos de los precios de los móviles en ocasiones corremos el riesgo de olvidar que para la gente un terminal de 300 euros es caro. Da igual si el precio merece la pena o no, es una cantidad de dinero que, al menos en España, cuesta pagar por un terminal.
Así pues, aunque hay mercados como el estadounidense o el alemán donde el precio medio de venta de dispositivos móviles es más elevado, la mayoría de las personas busca un smartphone más o menos económico.
Google llegó a tener algo relevante en este sentido con el Nexus 5, pero el paso a los Pixel se llevó por delante cualquier intento de tener un terminal con una excelente relación calidad precio. Los Pixel, Pixel 2, Pixel 3 y Pixel 4 han sido terminales que han ido creciendo de precio poco a poco y que se situaban en la gama alta en este apartado.
Para intentar ganar cuota de mercado la empresa lanzó el año pasado los Pixel 3a y 3a XL, pero incluso en estos modelos el precio era muy superior al coste medio que los usuarios suelen pagar por móviles Android. Sí, Apple tiene un precio medio de venta muy superior, pero es la excepción a la regla.
Una autonomía muy mejorable
Si le preguntáis a cualquier persona que es lo más importante en su móvil, seguro que duda entre la cámara y la batería. Si hablamos de Google no podemos decir que tengamos ninguna queja con respecto a las cámaras, más allá de echar en falta algo más de versatilidad. Donde sí flaquean casi todos los píxel es en la autonomía.
El año pasado fue especialmente flagrante en el caso de los Pixel 4, y no podremos decir que los responsables no lo supieran antes de su lanzamiento, pero suponemos que no tuvieron margen de maniobra.
Esto hace que los móviles de Google queden automáticamente descartados para gran parte de la población.
Marketing… casi inexistente
Cuando Xiaomi empezó a crecer de forma descomunal en China OPPO vio amenazado su primer puesto. Para contrarrestar la estrategia online de la empresa rival, OPPO apostó por una fuerte inversión en marketing analógico y con apertura de tiendas físicas.
Años más tarde Xiaomi replicó parte de esa estrategia, con gran éxito en países como España.
Los móviles de Google son prácticamente inexistentes para la gran mayoría de usuarios, que van a comprar sus dispositivos a grandes superficies o tiendas como Amazon. En los últimos tiempos Google está aumentando la inversión en publicidad, pero aún está muy lejos de gigantes como Samsung o Huawei.
Fallos de ¿software?
Por si fuera poco, Google ha demostrado que en ocasiones el software de sus móviles no está todo lo perfilado que debería en el momento de su lanzamiento. El mejor ejemplo de esto lo vivimos en otoño del año pasado cuando descubrimos que el reconocimiento facial de los Pixel 4 no tenía en cuenta si teníamos los ojos cerrados o no.
Y también hemos visto fallos de hardware, como el de la pantalla del Pixel 2 XL.
Google tiene dinero y recursos suficientes como para crear una marca de móviles que haga sombra a los principales fabricantes del mundo. Hasta hace un par de años creíamos que no lo hacía por mera conveniencia, no merecía la pena enfadar a Samsung o Huawei. Actualmente empezamos a pensar que no tiene la capacidad de hacer algo similar a lo que han logrado otras empresas.