En estos días hemos visto como Redmi presentaba su primera smart TV, del mismo modo que OnePlus también se estaba preparando para alcanzar este mercado. Si bien Redmi ha destacado por ofrecer un panel grande, OnePlus quiere distinguirse en la experiencia de usuario. Entre las promesas de OnePlus, hay una que nos ha llamado particularmente la atención.
Las smart TV con Android TV y el problema de las actualizaciones
Reconozco que no estoy muy al día con las smart TV, ya que la televisión no es un producto que tecnológicamente me apasione. No obstante, si que tengo curiosidad por lo que los fabricantes de tecnología quieren conseguir con ellas.
OnePlus es uno de los actores más esperados, y tal y como vimos en recientes entrevistas, las expectativas son elevadas. Usando su experiencia como desarrolladores de software, quieren redefinir lo que una televisión es capaz de conseguir, convirtiéndola en una pantalla inteligente más que pueda ser el centro de nuestra vida digital en el hogar.
Todo eso suena muy bien, pero hay algo que me ha llamado la atención, y es que entre las razones para elegir Android TV, el propio CEO de OnePlus ha definido como ventaja que, gracias a su asociación con Google, pueden ofrecer al menos un mínimo de 3 años de actualizaciones.
Espera… ¿3 años?
Si sólo 3 años es una fortaleza, ni quiero imaginar como está el panorama
Como he mencionado recientemente, no soy un experto en smart TVs. En casa tenemos una LG que compramos hace 2 años (y era un modelo con un año de antigüedad en aquel entonces) que sigue recibiendo actualizaciones de software. Pero nunca me llegué a plantear dónde está el final del ciclo.
No obstante, una televisión no suele ser un producto que normalmente la gente cambie con demasiada frecuencia. En el evento de Samsung de las QLED del año pasado, las razones que Samsung nos contó para optar por la tecnología QLED estaba más en la durabilidad, ya que ellos tenían estimado que un usuario típico puede cambiar de televisión cada 8 años.
Lo cierto es que 8 años me parece una cifra razonable para cambiar de televisión, lo cual hace que me preocupe que, si elijo una televisión para utilizarla durante tanto tiempo, pase la mayor parte de su ciclo de vida desfasada en términos de software.
Quizás lo que más me preocupa del asunto no es que OnePlus ofrezca al menos tres años de actualizaciones. Me preocupa más que lo definan como una fortaleza, porque si realmente es una fortaleza, miedo me da descubrir la realidad del mercado.
¿Y la solución?
Hablar de una solución en el mercado de las smart TV es complicado. A día de hoy, cada dispositivo conectado que integremos en nuestro hogar supone una brecha de seguridad a nuestro hogar. Cada micrófono de un altavoz inteligente o cada cámara supone un riesgo que debe ser controlado.
Tampoco decimos que debamos ignorar los beneficios de estos dispositivos y volver a una época dónde todo era más sencillo, pero si debemos ser conscientes que cada dispositivo conectado que tengamos en casa debería aportarnos un mínimo de confianza.
En el caso de las smart TV parece que la solución es más simple de lo que parece. A día de hoy, si queremos una televisión de calidad, seguramente sea Smart TV. Podemos aceptarlo y disfrutarla mientras siga evolucionando, y en el momento que deje de recibir actualizaciones, simplemente desconectar la parte smart de Internet y usar dispositivos externos que si se actualicen.
Al menos nos queda el Chromecast, teniendo en cuenta que el modelo original recibió 6 años de actualizaciones y seguirá recibiendo actualizaciones de seguridad. O la Nvidia SHIELD TV, el dispositivo con Android que más tiempo lleva actualizándose.