Este año Apple ha cambiado ligeramente su estrategia con los iPhone al presentar de golpe tres dispositivos. Ya os contamos lo que pretendía Apple con la creación del sucesor espiritual del iPhone SE, el iPhone XR.
Tras unas semanas en el mercado y habiéndolo analizado ya, hemos visto que el que se esperaba fuera un rival para los Android no ha sido tal y en algunos lugares puntuales ha empezado a bajar de precio. Pero no es este un artículo para atacar al iPhone XR. De hecho es un dispositivo que me gustó bastante, como ya os conté, pero no creo que sea un peligro para Android.
En los últimos años hemos visto cómo la gama alta de Android se ha segmentado en dos vertientes. La primera es la clásica, representada por los Galaxy S o Huawei P de turno, móviles que aspiran a lo máximo dentro de este mercado. La segunda es la que confirman los primeros espadas de empresas como OnePlus, Xiaomi u Honor. Son móviles con muy buenas prestaciones pero con un precio muy ajustado.
Así pues, el iPhone XR me ha parecido más un móvil pensado para los usuarios de iPhone que para los de Android. El motivo es en parte su precio, pero también sus prestaciones. No obstante centrémonos en el primero.
Un móvil de 849 euros
El iPhone XR es un terminal de coste alto. Quizás parezca económico comparado con sus hermanos mayores, que sobrepasan con creces los 1000 euros, pero es un smartphone caro si lo comparamos con todos los que se venden actualmente.
Así pues, este dispositivo tiene que pelear con multitud de rivales, de todos los precios, dado que en Android la gama alta va desde terminales de apenas 400 euros a otros que rivalizan con los iPhone en coste.
De esta forma, los usuarios que se planteen comprar un iPhone no están mirando a las alternativas de Android, sino de la propia Apple. Me compro un iPhone XR porque es un buen móvil y no me compensa pagar 300 euros más por un modelo con mejor cámara y mejor pantalla.
El dilema no es tal en Android
Si pasamos esa disyuntiva a los usuarios de Android, podemos dividir la situación en dos distintas.
Por un lado tenemos los usuarios que quieren lo mejor, independientemente del precio del móvil, de su sistema operativo, de su marca. En este caso el iPhone XR no es una opción. Quizás sí el iPhone XS Max, pero desde luego no el XR. Podemos argüir si el iPhone XS es mejor que un Galaxy Note 9 o si el Mate 20 Pro tiene peor o mejor cámara que el XS Max, pero es raro enfrentar al monstruo de Huawei con el XR.
Por otro lado está la gama alta de coste contenido. El Xiaomi Mi 8 se ha visto a 369 euros en las ofertas de Black Friday y de Cyber Monday y es un dispositivo increíble. También el Honor 10 o el OnePlus 6T rondan los 500 euros y son competencia directa del iPhone XR. Son mejores en algunas cosas y peores en otras, pero competencia al fin y al cabo. Solo que valen entre un 30 y un 50% menos. Si un usuario quiere un móvil de gama alta lo más barato posible, está claro por dónde tirará.
El iPhone XR es recomendable, pero no para los usuarios de Android
Como dije en el análisis del iPhone XR en Omicrono, el iPhone XR me parece un gran smartphone, más recomendable incluso por relación calidad precio que sus hermanos mayores, pero eso no hace que sea rival de móviles con Android.
El iPhone XR es un dispositivo que está llamado a ser el iPhone perfecto para los que quieren un iPhone (de manera incontestable), quieren algo nuevo, pero también quieren controlar, en la medida de lo posible, el precio que se gastan en un teléfono. Para ellos sí es una compra interesante.
Pero ellos no son usuarios de Android, no quieren serlo. Y eso está bien.