Nunca te compres un móvil malo solo porque no necesitas uno bueno
Comprar un móvil nuevo suele implicar un dilema. O no, que hay quienes eligen el primer móvil que ven solo porque no necesitan uno mejor. Y no debe hacerse.
20 julio, 2018 14:31Elegir un nuevo smartphone es una tarea a la que hay que dedicarle tiempo, empeño y ganas; no en vano son las claves para no hacer una mala compra. Pero ¿qué ocurre cuando no importa que dicha compra sea mala? Con la frase «Total, para lo que yo necesito…» se resume esa desgana hacia un nuevo móvil que debería cumplir unas necesidades mínimas. Y es justo eso lo que nos debemos exigir.
Hace poco cenaba con unos amigos. La hija tenía nuevo móvil. Tras varios minutos intentando averiguar la marca y modelo la madre me dijo que era un «nosécuál» (soy incapaz de recordar el nombre). A mi comentario de por qué no me preguntó para comprarle móvil nuevo a su hija, que yo le habría recomendado uno mejor, su respuesta fue: «Total, para lo que va a hacer con él…«.
Es cierto que quizá no necesite en exceso el móvil, pero no por ello será siempre así. Además, puede que se desespere con lo poco que haga: un mal móvil suele acarrear lentitud y lags que acaban con la paciencia de cualquiera. Y si encima entran en la ecuación los precios cada vez más económicos de los móviles de calidad, la idea de elegir uno cualquiera termina perdiendo todo sentido.
Un buen móvil no tiene por qué ser mucho más caro que el malo que puedas comprar
Hace unos años quizá sí tuviese sentido, hoy en día no hay razón alguna para comprar un móvil de mala calidad y marca desconocida. Tenemos muy buenos smartphones Android por 90 euros, también por menos. No es que sean móviles que puedan compararse a los más caros, pero al menos ofrecen una experiencia positiva y agradable.
Móviles con extraña apariencia, de fabricante desconocido, con versiones de Android demasiado antiguas y con un serio riesgo añadido al pobre funcionamiento que ofrecerá durante su ciclo de vida: el malware integrado. Son smartphones en los que no vale la pena fijarse, ni siquiera aunque busques el más barato posible.
No solo hay móviles nuevos y de buen equilibrio entre la calidad y el precio, también puedes acudir a la segunda mano y adquirir un smartphone decente por lo mismo que te gastarías en un móvil cualquiera. La excusa de «Para lo que lo voy a utilizar» no sirve: al final querrás abrir una aplicación que un móvil malo no te va a dejar; o necesitarás que dure más tiempo, que su batería aguante… Y algo importante: en el caso de que se lo regales a otra persona esta no tiene por qué acarrear con una mala decisión. Como suele decirse, lo barato termina saliendo caro.
Siempre habrá un móvil decente por el precio máximo que quieras invertir
La clave está en el verbo: invertir. Por más que el destino del móvil no requiera altas prestaciones eso no significa que baste con que funcione mínimamente. Elige algo de calidad, busca y compara. Invertir en dispositivos que no merecen la pena termina aguando la experiencia de quien lo compra mientras se perpetúa su venta para que caigan en ella otros incautos.
Así que ya sabes. Si te ocurre como a mí, que te encuentras con amigos a los que no les importa la calidad de su teléfono, convénceles de que pueden conseguir un móvil mucho mejor sin que tengan que gastarse necesariamente más. Terminarán agradeciéndolo.