Mi mesa de trabajo a veces parece una locura. Es sonarme un móvil y no saber cuál de ellos emitió la notificación. Un LG G7 que aún estoy probando, el Moto G6 del que haré una próxima review (spoiler), un Samsung Galaxy S7 con el que ando rastreando la actualización a Android 8 Oreo, también está el iPhone X a mano… El caso es que todos son muy parecidos cuando están apagados y hasta cuando se encienden.
Desengañémonos: los smartphones se parecen tanto entre sí que al final nos decantamos por uno u otro en función de detalles que a nosotros nos importan. Por ejemplo, sé de muchos que no quieren el notch, así que descartan de inmediato la mayoría de Android de este 2018. Luego están los que buscan la radio FM en su smartphone o quienes desean una versión limpia de Android, por ejemplo. Detalles, características puntuales, sensaciones que nos gustan de un móvil que no se reproducen en otro.
Cada uno tenemos nuestros gustos, yo también. Por mis manos pasan muchos móviles al cabo del año, demasiados. Tantos, que al final no sé ni las especificaciones que tenía uno concreto. Aunque sí recuerdo lo que comentaba en el párrafo anterior: las sensaciones. Y las voy a detallar ahora: estas son las cinco características que me gustan en un móvil.
Que sea manejable
No me importa si tiene notch, si la pantalla es 18:9 o si el grosor es más fino que una galleta de canela: quiero que mi móvil sea manejable. Que no resulte demasiado grande, tampoco excesivamente ancho. Que pueda sacarlo del bolsillo con una mano y, al menos, desbloquearlo de igual manera, sin usar la otra extremidad.
Para mí un móvil tiene que ser cómodo de usar. Pese a que los he tenido grandes (el Sony Xperia XZ Premium o el Xiaomi Mi Mix original, por ejemplo), y no me ha supuesto problemas utilizarlos, sí que coincido en unas dimensiones contenidas para aprovechar mejor el teléfono. Las 6 pulgadas en 18:9 no están mal. Sobre todo si el frontal se aprovecha bien y el fabricante no coloca un grosor demasiado fino.
Que sea potente
No tiene por qué ser una bestia parda o traer el último SoC disponible, pero sí debe ofrecer suficientes prestaciones en términos de potencia. No solo porque es una característica que yo creo importante (más aguantará el móvil), también porque mi trabajo me obliga a probar todo tipo de aplicaciones y juegos. Y si hay alguno que no puedo probar porque el móvil se me queda corto es un pequeño drama (sí, sé que esto suena algo absurdo).
No es necesario estar a la última en prestaciones, pero sí mantener el equilibrio a un nivel alto. Un buen procesador, un mínimo de 4 GB de memoria RAM, 64 GB de almacenamiento y que estos componentes sean rápidos. Suficiente.
Imprescindible: que tenga una buena capacidad fotográfica
Me da lo mismo que cuente con doble sensor, con triple, que monte una cámara 360 o que al fabricante le dé por inventar un nuevo sistema de captura holográfica: mi móvil debe hacer buenas fotos en automático. Vamos, fotos de esas que las ves y piensas: parece hecha por una réflex. Con las lógicas limitaciones de un smartphone, pero sin que se pierda mucha calidad por el camino.
Me encanta hacer fotos con el móvil, en todos los modos posibles. El automático debe ser bueno, pero no se tiene que quedar ahí: el móvil debe ofrecer un excelente modo manual. Y guardado en RAW, odio que los fabricantes se nieguen a colocar esta posibilidad cuando habilita la edición profesional posterior.
Que tenga una batería decente
No digo que la autonomía sea tan excepcional como llevar un reactor de plutonio en el bolsillo, pero que al menos aguante lo suficiente como para estar un día fuera de casa sin la obligación de tocar el móvil lo mínimo para que no se le agoten los mAh. Que pueda salir de casa por la mañana, tuitear, hacer muchas fotos, utilizar el ordenador con el punto de acceso activado, navegar, probar aplicaciones… y que al volver a casa por la noche aún tenga un mínimo de batería. Tampoco pido tanto. ¿O sí?
Que mantenga un compromiso con las actualizaciones
Esto es difícil de comprobar nada más sale un móvil ya que hay que seguir su progresión en el tiempo, pero uno sí sabe cómo se las suele gastar la marca que fabrica el smartphone. No me molesta que lleve una capa, incluso que sea pesada siempre que no abuse del bloatware. Aunque eso sí, que el móvil se actualice sin demasiado retraso, considero que es muy importante para la seguridad y también para la satisfacción del cliente.
¿En qué otras características te fijas tú a la hora de adquirir un smartphone? Algunas tienen que ver con el hardware, incluso con el software, pero hay otros detalles que son simples sensaciones, necesidades a nivel personal que no tienen por qué coincidir con lo mayoritario. ¿No te parece?