Una semana con gestos en Android, esta ha sido mi experiencia
Xiaomi está implementando un sistema de gestos en Android a través de su capa MIUI. Lo hemos probado una semana, y esta ha sido la experiencia.
18 abril, 2018 21:00A pesar de que llevamos años utilizando dispositivos táctiles, aún no hemos encontrado una interfaz que sea completamente intuitiva. El control mediante gestos siempre ha estado ahí, pero en los últimos meses ha llegado a un nuevo nivel. Hemos probado la experiencia por gestos en Android durante algunos días, y estas han sido nuestras impresiones.
¿Qué es esto de los gestos? ¿A qué se debe la tendencia?
Seguramente te suene esto de los gestos por el iPhone X, terminal que a pesar de todas las críticas recibidas, parece que el mercado le está dando la razón. Desde su lanzamiento, el número de móviles con notch se ha multiplicado en decenas, y el reconocimiento facial vuelve a estar de moda. Para mi, quizás lo mejor de todas estas novedades, sea el control por gestos.
Lo cierto es que controlar la pantalla táctil mediante gestos no es algo que sea precisamente nuevo, y es que hay varios ejemplos comerciales en el pasado. Aquellos que tuvieron la suerte de probar la Palm Pre hace varios años (fue presentada en 2009) coinciden en que su interfaz era como mirar hacia el futuro.
Poco después Blackberry también quiso crear una interfaz basada en su sistema BBOS 10, que también era excelente, pero no llegó a tiempo para frenar el imparable avance de Android o iOS, sistemas que se han mantenido como líderes absolutos.
Lo cierto es que esto de los gestos no nos debería sorprender en Android, ya los utilizamos desde hace tiempo para realizar acciones como ver las notificaciones o descartarlas. En Aplicaciones con Material Design podemos acceder a menús deslizando desde el borde izquierdo de la pantalla. Y ya si utilizas launchers alternativos como Nova Launcher, incluso puedes personalizar una gran cantidad de gestos.
Probando los gestos, en un Xiaomi Mi Mix
A pesar de todos los gestos presentes en Android, no podíamos considerar su interfaz completamente adaptada a los gestos, y no ha sido hasta el lanzamiento del iPhone X que los principales fabricantes no han querido ir un paso más allá. Quizás Samsung con su Edge Display sea quien más avances había hecho, pero aún faltaba ir un paso más allá.
Hace unos días os contábamos que MIUI ya contaba con una interfaz basada en gestos para su versión estable (aunque de momento no ha llegado a la ROM global), aunque ya llevaba unos cuantos meses en sus versiones beta.
Sin esperar a que Xiaomi liberase la actualización, decidí revivir al flasheador compulsivo que vive en mi. Saqué del cajón al Xiaomi Mi Mix de primera generación, y decidí instalar la última versión beta de MIUI China para ello.
Entre mis amigos tengo uno que habla maravillas del iPhone X, y desde entonces me comenta que cuando pruebas el control por gestos no quieres otra cosa, así que está prueba se ha convertido también en una especie de apuesta personal.
Lo que ya nos ha enseñado el iPhone X funciona, pero más rápido
Creo que entre todas las marcas que copian deliberadamente y porque sí todo lo que hace Apple, Xiaomi es la compañía que menos críticas recibe (siendo además, la que más se inspira desde su nacimiento), y en este caso no hay excepción.
Tras realizar una instalación limpia de MIUI, mientras lo configuramos, la interfaz nos permite elegir si queremos utilizar la barra de navegación tradicional o «su nuevo control por gestos».
El uso de gestos es similar al del iPhone X, pero con aimaciones más rápidas.
Al elegir esta nueva opción, realizamos un pequeño tutorial de introducción. Desliza desde abajo para volver al menú inicio, y desliza y manten pulsado para acceder a la multitarea. Los mismos gestos que en el iPhone X, vaya.
Tras usarlos, se hace bastante cómodo (tiene mérito, ya que por tamaño, el Mi Mix no es un móvil fácil de usar), pero con una diferencia. La animación es más tosca y menos placentera que la que vemos en iOS (puede que en móviles más potentes quizás se sienta más fluida), pero a la hora de la verdad es también más rápida. Puntos en contra y a favor de MIUI.
Xiaomi no solo copia, también resuelve nuevos problemas
Para acceder al modo de configuración de los gestos, tendremos que dirigirnos a Settings -> Full Screen Display (recordemos, que al estar en la versión china, tengo el idioma en Inglés), menú en el que podremos personalizar nuestra experiencia.
En este menú podremos ver ejemplos de cada uno de los gestos, además de configurar si queremos animar el gesto de «volver atrás», o solicitar si queremos bloquear el gesto en juegos o aplicaciones multimedia.
Un ajuste que nos gusta de MIUI es la posibilidad de optimizar de forma manual las aplicaciones que aún no están preparadas para los nuevos formatos de pantalla, y lo resuelve muy bien.
Quizás el gesto que más nos ha llamado la atención es el de volver atrás. Este gesto es importante, porque el concepto de «atras» en iOS no suele ser tan concreto como lo es en Android.
Para volver hacia atrás, tendremos que deslizar desde cualquiera de los laterales hacia el centro de la pantalla. El gesto realizado por cualquiera de los dos lados equivale pulsar al botón Atrás que teníamos en la navegación tradicional de Android.
¿Y qué es lo que sucede con las aplicaciones que ya tenían un menú lateral? Es cierto, el gesto de volver hacia atrás deslizando desde el lateral izquierdo se vuelve un tanto confuso.
El problema de Android frente a iOS se encuentra en cómo volver hacia atrás.
La manera de la que resuelve esto MIUI es separando el lateral izquierdo. Si deslizas desde la zona superior izquierda, abrirás el menú. Si lo haces desde la inferior vuelves hacia atrás.
No todo es genial utilizando gestos en Android, aún hay temas que resolver
Personalmente no me gusta la manera de la que Xiaomi resuelve el tema de volver hacia atrás desde el lateral izquierdo, ya que va en contra de la intuición. Sin embargo, poder volver hacia atrás deslizando desde el lado derecho si que me ha parecido realmente cómodo. Si Android P acaba funcionando por gestos, deberían tener este en cuenta.
Otro aspecto que me ha molestado en especial estos días es utilizar el teclado. Estoy muy acostumbrado a que e botón atrás cierre el teclado, y tener que deslizar desde el lado derecho para cerrarlo se carga por completo la inmersión de la interfaz.
No solo ello, si sumamos la escritura gestual de GBoard (o cualquier otro teclado), el sistema puede llegar a malinterpretarnos cuando estamos escribiendo, y según qué palabra estemos escribiendo, incluso llegar a hacernos volver a inicio. No es que pase tan a menudo, pero lo justo para que tengas que andar por cuidado, y eso va en contra de lo que considero como experiencia de uso.
Si tienes que andarte con cuidado, no es cómodo de usar.
Seguramente sea el futuro, pero no me parece tan revolucionario
Durante estos dias me he sentido bastante agusto realizando el control por gestos en mi móvil (más allá de la incomodidad que supone llevr un ladrillo como el Mi Mix), y lo cierto es que, salvo los múltiples problemas que me ha generado el teclado (que en este caso, depende de desarrolladores que aún no se han adaptado), me ha gustado mucho la experiencia, y no me importaría que acabasen perdurando en Android.
La verdadera prueba de fuego comienza ahora, ya que «me toca volver» a mi móvil personal (en estos momentos, Galaxy A8). Si realmente son tan buenos los gestos, mi mente seguirá realizándolos de forma automática, incluso si vuelvo a lla interfaz de botones táctiles.
Mi veredicto sobre los gestos es que son el futuro de las interfaces táctiles, ya que resultan más intuitivos de utilizar. Que algo sea intuitivo significa que es capaz de utilizarlo sin previo aprendizaje, utilizando simplemente la intuición.
Ahí reside el logro del control a través de gestos, permitir que nuevos usuarios (todos esos niños que aún no utilizan un móvil) o personas mayores que aún sienten respeto en aprender a utilizar el smartphone.
No lo considero revolucionario ni para mi, ni para quienes estamos acostumbrados al smartphone, pero eso se debe a la simple realidad de que como ya hemos aprendido y estamos acostumbrados a la interfaz de Android no tenemos necesidad de volver a aprender algo que ya dominamos.