Sé lo que hiciste el último Mobile World Congress, relato
Un relato en primera persona que nos acerca a lo que fue el MWC 2018. Tecnología, móviles, curiosidades... Y mucho humor.
2 marzo, 2018 20:18No sé para qué me ha convocado el comisario a su despacho. Es «Una misión urgente», me dijo por teléfono, pero no quiso aclararme nada más. Como si no tuviéramos bastante en comisaría con el Mobile World Congress, lo de los móviles nos ha llenado Barcelona de gente y de trabajo. No sé de cuál de los dos más.
Bueno, quizá pueda relajarme del bullicio de comisaría. Una investigación tranquila, eso es lo que necesito. Por ejemplo, un caso de robo en una pastelería, que ahora mismo me apetece un buen cruasán.
MWC 2018: día 1
—Tendrá que infiltrarse en el Mobile World Congress como periodista para aprovechar esas condiciones y entrevistar a los asistentes sin levantar sospechas hasta dar con un ladrón de patentes.
El inspector miraba a su superior con una cara que mezclaba incredulidad, sorpresa e ignorancia. Mucho más de esto último; que aumentaba conforme el comisario detallaba los pormenores del caso.
—Iván, debe localizar a un especialista en tecnología que ha acudido al congreso a robar la implementación de los protocolos 5G sobre unas celdas experimentales de transmisión propiedad de Techmix. Estas ahorran energía mientras amplían su rango de cobertura y velocidad, lo que las hace mucho más eficientes.
Por la cara del inspector, parecía que de repente le estuviesen hablando en chino.
—Entre nosotros, comisario —interrumpió Iván —. ¿Tiene la más mínima idea de lo que me está contando?
—Ninguna, inspector. Me limito a leerle lo que pone en el dossier del caso.
—¿Y cómo quiere que encuentre a un ladrón de 5G si no entiendo ni qué es eso ni cómo funciona?
El comisario se levantó de la silla, cerró la carpeta con todos los documentos del caso, se la alcanzó a su subordinado y le indicó con gestos dónde estaba la puerta del despacho.
—Ese es su problema. Tiene cuatro días.
El inspector de policía acreditado como periodista
Este es uno de los casos más curiosos de mi carrera. No es la primera vez que tengo que infiltrarme, pero sí una de las pocas donde no tengo ni idea de por dónde empezar. Siempre había visto el Mobile World Congress desde fuera, como un evento que atraía problemas por la enorme cantidad de gente que viene a Barcelona, pero jamás lo había visitado desde dentro. Y encima no puedo utilizar mis credenciales de policía, tendré que conformarme con las de periodista.
Bueno, entremos y empecemos con el caso. Tampoco serán muchas las empresas que se dediquen al dichoso 5G aparte de Techmix, por lo que me bastará con hacer una criba, localizar a las más importantes y entrevistar a sus ejecutivos en busca de pistas.
Ya llevo media hora dentro y lo único que he visto son recintos con luces, azafatas y gente regalando cosas. No sabía que esto fuese un mercadillo, se tiran a por los regalos como hienas lanzándose a por la carne que lanzan los cuidadores del zoo. ¡Hay hasta helados! Y yo que pensaba que aquí la gente venía a trabajar y a hacer negocio… En fin, hay que infiltrarse, voy a por uno de esos helados. Y a por un muñeco de esos verdes, que a mi hijo seguro que le gustan.
¿Qué es el 5G?
—¿Que qué es el 5G? —El ejecutivo se sorprendió ante la pregunta. Escudriñó la acreditación de Iván, el supuesto periodista, y después su cara. Parecía que iba en serio—. El 5G es la próxima revolución en comunicaciones móviles —el ejecutivo suspiró de forma queda—. Permitirá mucha más velocidad y que millones de dispositivos se conecten a la vez y con muy baja latencia —el inspector hacía como que apuntaba—. Esto no solo beneficiará a los móviles, también a los objetos conectados.
—¿Y para qué querríamos que se conectasen los objetos?
—¿Cómo que para qué? —La cara del ejecutivo parecía sacada de un cuadro de Munch—. Pues para mejorar la seguridad, la domótica, para los coches autónomos…
—A mí me gusta conducir mi coche, no quiero que lo haga solo.
—Pero de esta manera podría ir leyendo las noticias en el móvil, por ejemplo. Y con la máxima velocidad que permite el 5G.
—Esa es otra. ¿Para qué quiero que vaya más rápido mi móvil si con la velocidad de ahora ya tengo de sobra?
—Pues…
—Un vídeo va a la velocidad que va, no tiene sentido que se descargue más rápido. Y si lo hace, seguro que me quedo antes sin tarifa, ¿no cree?
—Pues… —El ejecutivo se enjugó el sudor con la manga del traje sin ningún disimulo—. ¿Seguro que es usted periodista de tecnología?
—Claro. ¿Acaso lo duda?
—Lo cierto es que un poco.
—Mi última pregunta. ¿Qué otras empresas cree usted que están a la altura de la suya? En referencia al 5G ese.
—Diría que Techmix, este año sus equipos han avanzado mucho gracias a una nueva tecnología de redes que ha patentado. Pero la nuestra, Sammax, también está a la vanguardia. Somos el número dos en proveedores para las operadoras.
—Detrás de Techmix.
—Sí, detrás de Techmix.
El inspector se levantó del asiento alcanzándole la mano a su entrevistado. La alegría en la cara del ejecutivo era visible. El sudor en sus manos también.
—Ha sido un placer —dijo el inspector secándose la mano en el pantalón.
—Igualmente —mintió el ejecutivo de Sammax—. ¿Quiere un café? También tenemos cruasanes y otros dulces.
—Pues ahora que lo dice…
En el MWC también hay momentos para el ocio
No he terminado de entender lo del 5G, pero sí que veo que con esa tecnología andan peleadas varias empresas. Sammax, la Techmix de las patentes… Y centenares más: he preguntado qué otras compañías del MWC trabajan en eso y me han dado una lista con más de un centenar. Imposible visitarlas todas, por lo que me centraré en las más importantes. Al fin y al cabo son las que tienen dinero para invertir en espionaje.
Veamos, dónde voy ahora… Se está haciendo tarde, pero creo que me da tiempo a llegar a Techmix. Aunque antes me tomaré un helado, que el de antes estaba rico. Y pillaré unos cuantos pins de esos, seguro que a mi hijo le gustan. Jamás imaginé que quienes visitan este congreso se comportasen como niños, normal que quiera venir tanta gente.
MWC 2018: día 2
—¿Es usted el presidente de Techmix?
—Así es.
—Perfecto, tengo unas preguntas para usted. De hecho, las tenía ayer, pero cuando vine por la tarde ya no se encontraba aquí.
—Perdone, anoche teníamos la fiesta de la empresa y tuve que salir antes.
—¿A las seis de la tarde?
—Por si había atasco, para merendar un poco de camino, estar presente cuando llegasen los primeros invitados… Ya sabe, al final los negocios se cierran por la noche, con el estómago lleno y con una copa en la mano.
—Por curiosidad. ¿A qué hora terminó la fiesta?
—A las tres y media de la madrugada. Estoy rendido, pero me debo a mi empresa: aquí estoy para lo que guste.
—Empiezo por la pregunta que más me interesa. ¿Cuál es su relación con Sammax?
—Pero… ¿Esto es lo que más le interesa a su medio? ¿No quiere saber nada de los móviles que hemos presentado?
—Quizá después. ¿Puede responderme a la pregunta?
—Sí, claro. Techmix y Sammax son rivales en sistemas de comunicación, protocolos y software. Ambas hemos desarrollado nuestros propios equipos compatibles con 5G, es lo más importante que hemos traído al congreso. Ellos son el número uno en esto, nosotros el número dos por volumen de negocio. Aunque Sammax no desarrolla móviles, nosotros aprovechamos la experiencia en redes para fabricar smartphones capaces de aprovechar mejor nuestros equipos 5G.
—Supongo que eso son los móviles de los que me hablaba, los que han presentado.
—Exacto. Creemos que, dado que muchas operadoras comercializarán sus tarifas 5G basadas en nuestras torres y celdas de comunicación, los clientes particulares que adquieran nuestros nuevos smartphones sacarán mucho más partido de las redes. Mayor velocidad de descarga, mayor cobertura, mejor latencia…
—¿También son el número uno en móviles?
—Lo cierto es que nos gustaría, pero no. Diría que Techmix está entre los cinco primeros, en cuestión de hardware móvil la empresa top por número de ventas es Randomers. Aunque desde Techmix estamos empeñados en mejorar eso: hace poco fichamos precisamente al responsable de hardware de Randomers. Esperamos que en un par de años nuestros smartphones escalen puestos por volumen de distribución; gracias a la popularización del 5G y a que los móviles aprovecharán nuestras celdas de transmisión, que están en proceso de patente.
—Entiendo. ¿Y la otra empresa…?
—Randomers.
—Exacto. ¿Y Randomers también desarrolla 5G?
—No, ellos solo se dedican a fabricar móviles.
Todo está demasiado lejos
Otra cosa no, pero andar estoy andando a base de bien. No recuerdo haber caminado tanto desde aquella vez que me dejó tirado el coche en medio de la nada y tuve que ir andando a la gasolinera del pueblo más cercano. Encima está todo lleno de gente, cuanta más prisa tienes más personas se paran delante de un puesto. Aunque eso ya lo tengo controlado: más vale acercarse, seguro que regalan algo.
El Mobile World Congress está lleno de puestos con televisiones, móviles sobre mesas de exposición y muchos folletos que los comerciales están deseando que te lleves por más que vayas a tirarlos en la próxima papelera. Unos puestos son tan grandes como un centro comercial, otros tan pequeños que a duras penas dan para una silla y una mesa. Incluso hay recintos cerrados a los que solo entras con invitación. Como una fiesta privada, tienen hasta portero.
Como imaginaba, lo que más estoy viendo son móviles. Muchos móviles. Demasiados. No sé por qué venden tanta variedad si al final todos llevamos los mismos. ¡Y encima se parecen entre sí! ¿Para qué esforzarse en fabricar un trasto tecnológico si es igual al resto y quien lo compre seguro que lo usa para WhatsApp y poco más? Dinero parece moverse, eso sí: aquí hay más pasta que en todos los casinos de Las Vegas juntos.
MWC 2018: día 3
Ayer me lié dando vueltas buscando el recinto de la empresa Randomers y al final resulta que solo tiene un diminuto cubículo escondido en un lugar apartado. Recorrí tres pabellones enteros, me hice tantos kilómetros como si hubiese participado en media maratón, pregunté en decenas de sitios, me llenaron de pins, bolígrafos, gafas, papeles, pelotas antiestrés, caramelos, chocolates… Menos mal que no me vio el comisario, parecía que había asaltado un bazar chino.
El caso es que se me está acabando el tiempo, tengo sueño y los cinco cafés de la sala de prensa no me hacen efecto. A ver qué me dicen en Randomers…
Mejor en otro momento
—Tengo una entrevista con el presidente de Randomers —dijo el inspector. La recepcionista alzó la vista de su móvil y le miró como si bajo el dintel de la entrada no hubiese nadie—. Soy periodista, tenía concertada una cita.
—Con el presidente…
—Exacto. Esto es Randomers, ¿no?
—Sí —la recepcionista revisó con parsimonia los papeles que tenía sobre la mesa.
—Son las seis de la tarde, justo a la hora en que acordamos la entrevista.
—Tendrá que disculpar al presidente, pero ha salido hacia el aeropuerto para no pillar tráfico: se vuelve a su país.
—¿Cómo que se vuelve? —El inspector deseó por un momento disponer de su pistola—. ¡Pero si teníamos una entrevista!
—Señor, no se altere. El presidente lo lamenta mucho, pero las condiciones meteorológicas han hecho que adelante su salida. El Mobile World Congress ya ha terminado.
—Pero sí mañana también hay congreso…
—Ya sabe, los mejores negocios se cierran siempre antes del martes.
MWC 2018: día 4
Como se nota que estamos a jueves, esto está medio vacío. Sigue habiendo ejecutivos, pero ahora lo que abundan son estudiantes y cazadores de chorradas. La variedad de objetos publicitarios que regalan las empresas es alucinante. Aunque lo que me choca es la cantidad de comida y bebida, especialmente cerveza, que ofrecen muchos puestos.
Ya he investigado todo lo que podía y el caso está más que claro. El problema es que no he podido localizar al sospechoso, pero solo es cuestión de pillarlo mañana, que ese aún no se habrá vuelto a su país. He llamado al comisario y está de acuerdo en prorrogar un día más la investigación.
¿Me voy a casa o doy otra vuelta? Son las tres, esto cierra a las cuatro, por una hora veré qué más puedo conseguir. Me han dicho que a última hora las empresas regalan todo lo que no han podido colar durante el congreso, quizá pueda conseguir un peluche súper chulo que he visto en una marca de teléfonos. Y aprovecharé para tomar mi último helado.
Aún no ha cerrado oficialmente el Mobile World Congress y ya es como si se hubiese clausurado. Las empresas recogen sus bártulos con los asistentes todavía preguntando, los comerciales se hacen las fotos de equipo entre sonrisas y gritos como si quisieran expiar todo el cansancio acumulado, los empleados de limpieza se organizan para realizar la batida final… Creo que entiendo lo que ve la gente en esto. Además de venir a hacer negocio y a cubrir las noticias, que es lo que abunda aquí, el Mobile World Congress pone en contacto a las personas con un tema central: la tecnología móvil. No es que entienda mucho de eso, pero creo que le podría pillar el gusto.
Prólogo
—¿Eres Martin Seamus?
El hotel estaba desierto, al inspector no le había costado encontrar la habitación ya que era la única que tenía la bandeja vacía del desayuno delante de la puerta. Martin no se había marchado a pesar de que el Mobile World Congress de 2018 ya era historia. Abrió la puerta con aire desaliñado, como si le sacasen del sueño tras toda una noche de fiesta.
—Sí, soy Martin Seamus.
—¿Trabajador de Techmix Corporation?
—Pues sí. Pero…
—¿Y ex responsable de hardware de Randomers?
—¿Quién eres tú? ¿Y por qué me haces tantas preguntas?
—Será mejor que colabores. Sé lo que hiciste el último Mobile World Congress.