Si os pregunto qué tienen que ver la palabra «Plus» y Android, seguramente me responderéis que se usa en modelos vitaminados de Android. Y no estaréis errados, ya que es una de tantas que se suelen usar en el mercado. Y tiene sentido, ya que funciona para atraer a aquellos que quieren lo mejor de lo mejor.
Pero parémonos a pensar un segundo en ello. Las renovaciones no son nuevas en Android. Y tienen un número de detractores similar al de fans. ¿Realmente tienen sentido? ¿Merecen la pena, o son un truco más para sacarnos los cuartos? Analizaremos con cuidado este concepto que vendrá genial a aquellos que buscan renovar su smartphone y no se fían demasiado.
El «Plus», el inicio de todo
¿Qué nos viene a la cabeza cuando pensamos en «Plus»? Que es algo bueno y mejor que lo anterior. El comprador potencial que desea lo mejor sin pensar demasiado en el precio es el principal objetivo de los vendedores. Por lo tanto, no sólo abarcas más mercado, sino que creas una ilusión de superioridad entre diferentes modelos.
Ofreciendo diferentes gamas de un mismo producto puedes acceder a más compradores. El problema viene en la rentabilidad de elegir un modelo superior a otro. ¿En qué radica dicha rentabilidad? En si el «upgrade» realmente es notorio, o no. Y es que a veces tiene mucho sentido, y otras veces no tanto.
Pongamos dos ejemplos. Empecemos por el caso del OnePlus 3T, un dispositivo que tuvo un buen nivel de aceptación. Antes de este modelo, OnePlus sacó su tercera generación de smartphones y aunque eran teléfonos muy competentes, adolecían en batería.
En este caso, la renovación T consistió en cambiar de un Snapdragon 820 como procesador a un 821 y una mejora de batería bastante necesaria. Teníamos un smartphone más potente, con mejor autonomía y sin exceder el precio del modelo anterior. Cualquiera podría pensar en la rentabilidad de esta operación.
Pero ahora vayamos al otro extremo. La taiwanesa HTC ya ha confirmado su HTC U11 Plus, renovación de su anterior gama alta. ¿Qué cambia respecto al modelo original? Dos cosas, al igual que en el caso del 3T. Pasamos a una pantalla mayor «casi» sin bordes, algo más de batería. y a un diseño trasero transparente. Ya está. Y sí, muchos asumiríais que esto no es rentable y que no tiene mucha lógica.
Pero las renovaciones son un fiel modelo de lo que mueve el mercado en Android. ¿Por qué?
El mercado manda, señores
Piensa por un momento en que eres vendedor y promocionas un producto. Es un producto genial, y no tienes demasiados problemas para distribuirlo. Pero ahora, la competencia saca el mismo producto pero con nuevas características y vende como churros. Tienes dos opciones: o mejorar el producto o adaptarlo a lo que vende.
Las renovaciones en Android son el reflejo de la tendencia que mueve el mercado telefónico actual
Estos son los casos de los Samsung Galaxy S8 Plus, OnePlus 5T o HTC U11 Plus. Son versiones vitaminadas de modelos más básicos pero que comparten un denominador común. ¿Qué es lo que ahora mismo vende en el mercado telefónico? Las pantallas sin bordes. Ese es el denominador común.
Y por supuesto, esto no tiene nada de malo. El mercado es muy duro, y sólo hay que ver las cifras de ventas de aquellos que supieron adaptarse con la suficiente celeridad a las tendencias para ver que les ha salido muy bien y han ganado una posición de ventaja en el mercado. Otra cosa es lo que esté dispuesto a ceder el propio vendedor.
Porque pensemos un segundo en qué consecuencias tiene mejorar más componentes. Si en vez de cambiar sólo la pantalla mejoramos el hardware interno como el procesador o la RAM, el modelo se encarece. Y hay que pensar en aquellos que le dieron una oportunidad al modelo más «básico» y que pueden sentirse engañados al ver esta estrategia.
Reflexión de un veterano en Android
Llevo en Android desde sus inicios prácticamente. He visto cómo gamas icónicas de smartphones han ido evolucionando, como la Galaxy S o la Mi de Xiaomi. Y esto siempre se ha ido repitiendo con el tiempo. De forma más o menos descarada, pero las renovaciones no son nuevas en el mundo del smartphone. Y las renovaciones en sí no son malas. El problema es cómo se llevan a cabo.
Versiones más actualizadas de dispositivos antiguos como el Galaxy S3 Neo, por ejemlo, es un ejemplo de lo que es el lado malo de las renovaciones. Un dispositivo que apenas cambia en nada y que se vende a un precio superior al normal. Y lo podríamos extrapolar a terrenos fuera de Android, como el caso del iPhone 8, el cuál no deja de ser un iPhone 7S mucho más caro y poco más.
Los usuarios podemos ser a veces muy tontos y otras no. Pero el problema radica en la clase de comprador que tienes. No es el mismo usuario el que compra Xiaomi que el que compra BQ, por ejemplo. Si traicionas los principios o la integridad de un consumidor, puedes caerte. Pero si lo haces de la manera exacta con el comprador exacto, la caída es peor.
Por ello me posiciono a favor y en contra de esta tendencia. El ejemplo se definiría como que estoy en contra de renovaciones tales como las de los HTC U11 Plus y OnePlus 5T que apenas cambian nada y suben exponencialmente de precio, y estoy a favor de renovaciones como las del OnePlus 3T en su día. ¿Por qué? Porque los cambios tienen un peso sustancial que hace válida su compra.
Antes de lanzarte a comprar un teléfono con la coletilla de turno, investiga si merece la pena dar el salto. Razona el tiempo que ha pasado de un modelo a otro. Si es razonable gastarse ese «Plus» extra (perdón por el chiste) en el coste de ese smartphone que tanto amas. Porque si nosotros no nos cuidamos, mucho menos lo van a hacer las empresas.
¿Crees que las renovaciones a medio año merecen la pena?