El dominio de una empresa es algo temporal. El siglo pasado hemos visto surgir y caer a auténticos gigantes de muchos sectores pero en la era digital esto es mucho más rápido.
IBM dominó el mercado durante décadas, igual que Microsoft. Apple, a su manera, también ha logrado una gran longevidad, pero en el período de la Internet social 10 años es ya un pasado lejano.
Facebook, que apenas tiene esa edad, lo sabe y se ha procurado de no caer en el error de los que vinieron antes que él. Parece lejano el momento en el que una empresa pueda coger con el pie cambiado a Mark Zuckerberg y es que antes de que sea una alternativa, un peligro, un enemigo, Mark la compra o la destruye.
Una Historia para gobernarlos a todos
Ejemplos de lo primero pueden ser Instagram o WhatsApp, compras multimillonarias que nadie puede decir hoy en día que hayan sido un fracaso. Ejemplo de lo segundo es Snapchat, una empresa que aún sigue siendo la preferida de muchos pero que poco a poco se ve sepultada por las nuevas funciones de las Historias de Instagram. Y de WhatsApp. Y de Facebook. Y de Messenger.
Cuatro ventanas al mismo mundo
Esta mañana mientras trabajaba en una cafetería con SamFdz comentábamos lo bien que lo había hecho Facebook al no intentar que los jóvenes usaran más Facebook. Ha preferido montar su propio nicho en Instagram mediante la copia descarada de la función estrella de Snapchat.
Sin embargo cuando Mark Z. hace algo no lo hace a pequeña escala, no. Ha clonado las Historias en cuatro de las mayores aplicaciones del planeta. Juntas suman miles de millones de usuarios y si bien no todas tienen el mismo impacto y relevancia podemos decir que han acabado, virtualmente, con Snapchat. Al menos fuera de los Estados Unidos.
El problema es que entre ellas no se comunican y si quiero publicar algo en Facebook he de crear el contenido con su aplicación y luego exportarlo y subirlo a WhatsApp y luego hacer lo propio en el resto.
Mark, centraliza esto, en serio
Para escribir este artículo me he sumergido no sólo en las Historias de Instagram, sino también en el resto, y me he dado cuenta de que no es que no tengan las mismas opciones, es que hay cosas que me gustaría subir a una pero he de generar el contenido en la otra.
Una Historia para encontrarlos
Facebook, la empresa, no la red social, ganaría mucho centralizando la creación de las Historias en una sola aplicación y permitiendo distribuirlas desde la misma al servicio de Facebook que quisiéramos: red social, Instagram, Messenger o WhatsApp.
Quizás ni siquiera haga falta una aplicación propia y metiendo el mismo código en todas, y por supuesto dando la opción de enviarla a una o a múltiples apps, podría ser suficiente.
Una forma de comunicación que no para de crecer
Llevo los suficientes años usando móviles como para que haya llegado el momento de que surjan nuevos servicios que no entienda. Las Historias son uno de ellos: crear contenido que caduca.
Tras unos meses he comprendido la idea y al menos me alegra ver cómo las principales líneas de tiempo, muros o timelines se vacían de fotos tontas que ahora van a este tipo de sitios. Bien por eso.
Una Historia para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
También me he empezado a acostumbrar a usar ese tipo de contenido en el día a día, o en la propia cuenta de Instagram de El Android Libre donde veis que ahora subimos al menos un par de historias cada día.
Para muchos adolescentes (que son los consumidores del futuro) este tipo de creación les resulta mucho más cómoda que la subida de una foto, un comentario o un like en algo estático.