Andy Rubin ha sido una referencia en el sector de los smartphones desde que esté surgió, tal y como lo entendemos, en 2007. Antes había móviles inteligentes, pero está claro que el status quo ha cambiado mucho desde Palm OS y Symbian.
El que fuera creador de la empresa Android, que luego vendió a Google, decidió hace unos meses que sería buena idea crear su propio fabricante de móviles, para mostrarse al mundo cómo debía ser un teléfono con el sistema operativo que él había diseñado.
Es así como supimos del proyecto que más tarde se convertiría en el Essential Phone, un móvil que prometió muchísimo, y que ha acabado siendo un fracaso, o eso es lo que parece.
Una bajada de precio muy agresiva
Hoy hemos sabido que el precio oficial del Essential Phone, que en su lanzamiento fue de 699 dólares, ha bajado hasta los 499 dólares de forma permanente. No es una campaña promocional o un descuento temporal.
Está claro que lanzar un móvil a un precio muy elevado no es algo que pueda hacer cualquiera. Bueno, en realidad sí que puede hacerlo cualquiera, pero no de manera exitosa.
Justo hace unas horas comentábamos el cierto de Huawei al establecer el precio de su nuevo terminal de gama alta en 699 euros, muy por debajo del de otros rivales. La cuestión es que Huawei, o Samsung, o LG, tienen ya un nombre y no necesitan abrirse hueco en un mercado muy competitivo.
Sí que lo necesitan marcas como Nokia o OnePlus, motivo por el cual el precio de sus terminales emblema es más bajo.
Una cámara mejorable
Además nos encontramos con que la prestación que más diferencia a los móviles de gama alta de los de gama media no es especialmente reseñable en el Essential Phone. Hablamos de la cámara.
La mayoría de los análisis coinciden en que es un móvil de buen diseño, buena potencia y geniales materiales pero al llegar al apartado fotográfico nos encontramos con que la cámara no está a la altura.
No se trata de la elección de sensores (uno a color y uno en blanco y negro) sino a que el equipo no ha logrado obtener una calidad de imagen a la altura de sus rivales.
Una distribución limitada
Por otro lado hemos visto cómo Essential, la compañía, ha decidido limitar el lanzamiento de este modelo a pocos países, algo lógico para no tener problemas de stock, pero quizás hacerlo en el país en el que el iPhone reina no es la mejor idea del mundo.
Sobre todo porque necesitas una inversión en marketing que sólo Google o Samsung pueden permitirse.
No se empieza por arriba
Una de las decisiones más cuestionables de la empresa ha sido el centrar su primer terminal en la parte más alta del catálogo de móviles. En vez de lanzar un buen móvil de gama media o un excelente terminal de gama baja han intentado pelearse con los gigantes de la industria.
Casi nunca es esto una buena idea y sin embargo podrían haber hecho algo que otras marcas ya han demostrado que funciona: empezar por la gama media y cuando te has hecho un hombre lanzar un buque insignia.
Motorola hizo esto cuando la compró Google y el Moto G se convirtió de facto en el móvil que todo el mundo recomendaba a no ser que quisiéramos algo muy concreto.
También Nokia, más recientemente, ha demostrado que la estrategia en la que primero se presentan los terminales de gama media y baja y finalmente haces tú apuestas por la gama alta es el camino a seguir.
¿Segunda oportunidad?
El Essential Phone se convierte en un móvil más apetecible pero son muchos los rivales a batir. No queda claro que haya un segundo cartucho en la escopeta de Andy Rubin aunque es cierto que ninguna empresa lanza un primer móvil perfecto.
Ni Apple ni Google, con los ingentes recursos que tienen, acertaron de pleno con los iPhone y Pixel y no iba a ser Essential el primer fabricante en lograrlo.