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Todos los años vemos cientos de móviles nuevos, de cientos de marcas diferentes. Cada una de ellas hace diferentes propuestas a lo largo de los meses para llegar al mayor número de personas posibles.
Pero por definición cada empresa sólo tiene un terminal que está en la parte más alta de su repertorio. Y en el caso de Huawei este ejemplar es el Huawei Mate 10, que ha sido presentado en varias versiones y del que analizamos la versión más conservadora, que dispone de sensor de huellas en la zona frontal y pantalla con proporción 16:9.
Durante algo una semana aproximadamente hemos estado probando este terminal en multitud de situaciones diferentes y los resultados, con sus luces y sombras, nos han convencido tanto como esperábamos a priori.
Características técnicas
Huawei Mate 10
- Pantalla de 5.9"
- Kirin 970
- Cámara de 12 Mpx + 20 Mpx
- Batería de 4000 mAh
- 4 GB de RAM
- 64 GB de Almacenamiento
- Peso: 186 g
- Dimensiones: 150.5 x 77.8 x 8.2 mm
- Resolución de 2560x1440
- Más especificaciones Menos especificaciones
- Cámara
- Batería
- Diseño
- Segundo altavoz
- Anchura
Un diseño que no arriesga pero lleva al límite lo conocido
La principal diferencia entre este modelo y la variante Pro es el diseño, sobre todo en lo relacionado con la pantalla. Huawei ha mantenido un diseño conservador pero ha apurado los límites del mismo.
Los marcos de la pantalla son realmente contenidos. Los laterales se encuentran entre los más pequeños de todos los móviles que he analizado este año y el superior e inferior están a la altura de otros móviles que destacan por ello. Y lo más llamativo es que eso no ha sido impedimento para la marca a la hora de poner el sensor de huellas en la zona delantera como gusta a muchos usuarios.
Este es muy pequeño pero funciona excepcionalmente bien. Es tan pequeño que más de una vez he cogido el móvil de revés pensando que lo estaba mirando bien. Además la implementación de software que hay en él permite controlar todo el sistema por lo que la pantalla queda liberada para mostrar información.
En la mano es muy cómodo aunque se hace algo ancho. Un móvil de casi seis pulgadas con un ratio normal no está pensado para ser usado a una mano. Eso sí, los bordes parecen realizados en cristal, al igual que el frontal y la parte trasera. La sensación en la mano es la de tener una piedra pulida, para lo bueno y para lo malo.
Esto último lo decimos porque en algunas situaciones el móvil resbala, por lo que se agradece que en la caja del terminal se incluya una funda, aunque sea una sencilla de silicona. Es algo que acostumbramos a ver en otras marcas chinas, menores, pero que no se da en competidores directos de Huawei como Samsung, Apple o LG.
La importancia de la inteligencia artificial
Cuando Huawei presentó su nuevo procesador hizo mucho hincapié en la NPU, la Unidad de Procesamiento Neuronal, un chip que introduce la inteligencia artificial a un nivel nunca visto hasta el momento y que quizás el resto de móviles incorporen en el futuro. Esto se ve en varios aspectos del día a día.
Para empezar el uso de la batería se va adecuando a la gestión que hacemos de la misma para intentar aumentar la autonomía.
Por otro lado también hemos visto cómo afecta al rendimiento. Personalmente he estado usando varios modelos con un comportamiento envidiable y no me ha dado la impresión de estar ante uno de ellos en este caso, al principio. No me entendáis mal, el Huawei Mate 10 no es un móvil lento o tosco, pero parecía carecer de la fluidez del sistema que se ve en móviles de otras marcas, con capa como Xiaomi o sin ella como OnePlus.
La cuestión es que a medida que lo usábamos el móvil ha empezado a ir cada vez mejor. Ha sido una sensación extraña pero positiva.
La cámara es otro de los apartados afectados por la inteligencia artificial, mediante la detección de escenas, algo que se nota, como comentamos en el apartado correspondiente, en detalle.
Además las imágenes que recibimos por redes sociales como Facebook o WhatsApp se reescalan para obtener un mejor resultado que en un móvil normal y es que la compresión en estas aplicaciones es muy elevada.
El rendimiento en el día a día
Cuando usamos un terminal de gama alta tenemos que exigirle un rendimiento a la altura. Pagar un precio muy alto por un móvil, aunque en este caso tenga uno de los mejores de su categoría, no es opcional.
La potencia bruta está fuera de toda duda como podemos comprobar en las cifras de benchmarks que arrojan las pruebas que le hemos realizado y a la hora de mover juegos y aplicaciones exigentes no hemos tenido ni un inconveniente.
El sonido es un aspecto correcto y es que el altavoz situado en la parte baja tiene un volumen considerable y no distorsiona nos hemos encontrado con el que el altavoz secundario, el situado en la parte superior frontal (en vertical) no tiene mucha potencia, lo que hace que al reproducir contenido por los mismos tengamos casi la misma sensación que con un móvil de un solo altavoz.
Un elemento interesante es la posibilidad de usar el susurro en llamadas para poder hablar en diversos entornos como cines o reuniones. El móvil analizará nuestra voz y subirá el volumen de ese sonido para nuestro interlocutor, haciendo que nos escuche mejor.
Aunque no es algo que se eche de menos ahora hubiéramos esperado ver el Bluetooth 5.0 en este modelo, siendo como es el mayor representante de Huawei en 2017. Nos hemos de conformar con la versión 4.2. Por otro lado se agradece que sigan manteniendo el sensor de infrarrojos; son una de las pocas empresas que lo hace.
Una pantalla que busca la eficacia
La parte positiva de tener una interfaz modificada es que podemos tener prestaciones como la de poder configurar la resolución de la pantalla, eligiendo la misma o dejando que el sistema lo haga de forma automática.
Con 5.9 pulgadas y una resolución máxima 2560×1440 px la experiencia multimedia está a la altura de los mejores. Al no tener un formato más alargado ni perdemos contenido en los vídeos ni aparecen franjas negras.
En este sentido la tecnología HDR 10 nos lleva a la cima de los móviles Android en lo que a pantalla se refiere. No son muchos los que disponen de un panel así y aunque la mayoría de contenido que consumimos no está en HDR cada vez más aplicaciones y servicios de streaming lo habilitan.
Los ajustes tienen multitud de opciones, desde cambiar el tamaño del texto a hacer lo propio con el contenido, sin afectar a los menús. La variación de la temperatura, poner o no cajón de aplicaciones o usar un modo de lectura son algunas de las cosas que hemos probado. Tantas opciones que es difícil usarlas todas.
Bienvenidos a la fotografía nocturna
La cámara del Huawei Mate 10 ha sido una sorpresa. Esperábamos una muy buena cámara pero incluso con esas expectativas hemos disfrutado más de lo esperado.
La inteligencia artificial ha demostrado su uso en el apartado fotográfico detectando las diferentes escenas que poníamos por delante. No obstante es el propio móvil el que activaba el modo aunque en ocasiones creyéramos que erraba.
El enfoque es uno de los aspectos más impresionantes y es comprensible. El Huawei Mate 10 tiene cuatro modos de enfoque: enfoque de profundidad, enfoque por láser, enfoque por contraste y por detección de fase.
De día hemos probado la cámara bastante a fondo en diversas situaciones. Con luz adecuada la velocidad de disparo y los colores son impresionantes e incluso el uso del zoom sin pérdida es adecuado, dando mucha más calidad que un zoom digital.
La fotografía con el sensor monocromo la hemos disfrutado especialmente con fotografía de arquitectura y el modo retrato ha funcionado mucho mejor de lo que esperábamos. Sobre todo se ve que es superior al de otros modelos con telefoto en baja luz y es que aunque los retratos no son tan nítidos como con buena luz las imágenes tienen ese desenfoque tan característico, algo imposible en móviles como los iPhone o Xiaomi ya que directamente no activan el efecto.
Hay que mejorar, eso sí, el recorte y es que si bien casi siempre es bueno en alguna ocasión hemos visto cómo ha fallado, sobre todo en algunos recortes del pelo.
De noche el uso ha sido incluso más satisfactorio. Una de las primeras cosas que hicimos para la review fue la prueba de cámara por la noche y la verdad es que ha sido bastante buena.
El detalle en las fotografías es envidiable y la fidelidad de color es una de las más realistas que hemos visto. Incluso comprobamos cómo la velocidad de disparo y el enfoque no se ven afectados por la falta de luz.
Los controles de la cámara nos han parecido adecuados, dando muchas opciones como el modo belleza, el de activación del desenfoque en los retratos o el Pro, pero sin llegar a abrumar, algo en lo que caen otras marcas.
La grabación del vídeo también la podéis ver en la primera galería y la estabilización óptica se nota y mejora mucho el resultado final.
Una batería muy buena, pero no perfecta
La mayoría de marcas han optado por contener la cantidad de mAh en sus móviles más grandes, en parte para hacerlos más finos y en parte por no hacerlos más pesados.
Huawei no se ha visto limitada y ha implementado una batería de 4000 mAh con una carga realmente rápida. Hasta ahora mi referencia era la carga DashCharge de OnePlus y la SuperCharge de la empresa china ha llegado a cargar el Mate 10 en el mismo tiempo. Pero hay que destacar que la batería del modelo que probamos es sustancialmente más grande.
A la hora de probarlo el resultado ha sido bueno sin llegar a ser espectacular. En teoría el móvil aguanta un día de uso intenso y dos de uso más relajado y eso es lo que hemos notado.
Sin tener que controlar aplicaciones como Dropbox o Telegram en segundo plano hemos obtenido entre 5 y 7 horas de pantalla en un día de uso, 24 horas. La variación depende de si estábamos más tiempo bajo cobertura Wifi o bajo 4G.
Con mi uso personal, y esto es algo subjetivo, los pocos móviles que han superado estas cifras lo han hecho porque restringían de forma agresiva comportamientos del sistema. Algunos usuarios podrían esperar más rendimiento de 4000 mAh pero no pondremos esto como algo negativo.
Una interfaz aún demasiado sobrecargada
Aquí me encuentro con el corazón partido, como diría aquel. Por un lado se agradece que Huawei se haya atrevido a implementar Android 8.0 de serie. La nueva opción de autocompletado desde Chrome es casi mágica y la restauración de aplicaciones y datos que ya estaba en Nougat se complementa de manera fantástica con ella. Sólo por eso ya quiero tener siempre Oreo.
EMUI 8.0 nos trae muchas novedades, que se suman a las que ya teníamos en versiones anteriores. Las acciones con los nudillos funcionan tan bien que los he integrado en mi día a día, sobre todo la de grabar la pantalla para hacer algún screencast, la de captura de pantalla y la de dividir la misma en dos zonas. Recuerdo haber probado esta opción en otros móviles y acabar desactivándola.
La estética es lo único que mejoraría de EMUI, y es algo subjetivo
También me alegra ver que se mantiene la opción de controlar todo el sistema desde el botón físico frontal. Esto permite tener un móvil de casi seis pulgadas de pantalla sin botones en la misma y sin por ello penalizar el tamaño con botones hápticos. Los gestos son sencillos:
- Un toque: Botón volver.
- Una pulsación prolongada: Botón Inicio.
- Un gesto de deslizamiento lateral: apertura de multitarea.
Lo que sigue sin convencerme es la estética, aunque con los temas se puede incluso acercar a Android Stock, tanto en Nougat como en Oreo, como ya os habíamos contado. Es algo que se ha mejorado desde anteriores versiones, pero personalmente agradecería aún más simplicidad, aunque se implementaran todas las funciones nuevas.
EMUI sigue manteniendo un diseño muy colorido y con una línea de diseño redondeada que no me acaba de gustar. Por ejemplo no me gusta que no tenga el cajón de aplicaciones de serie pero se agradece que con una simple configuración en los ajustes pueda dejarlo como prefiero.
Usando el Mate 10 conectado a un televisor
Para poder realizar esta parte del análisis me decidí a comprar un cable USB Tipo C -HDMI que es el que según Huawei se necesita. Esto se explica en el propio apartado de configuración de EMUI. El precio varía, desde los 10 a 20 euros, en función de la calidad y de la longitud del mismo. Como quería experimentar opté por uno de 3 metros.
El proceso de conexión es muy simple y sólo tenemos que enchufar un extremo al móvil o otro a la TV, asegurándonos de que en esta tenemos seleccionada como fuente la conexión HDMI elegida.
Hemos podido probar los dos modos. En uno simplemente clonamos la interfaz y se muestra lo que aparece en pantalla, ideal para mostrar algo en grupo. O para usar un mando bluetooth y jugar a propuestas como Riptide 2, Asphalt Xtreme o Leo`s Fortune.
En el segundo modo, el que trae como novedad EMUI 8, hemos usado la interfaz de escritorio. Podemos navegar, escribir o usar aplicaciones de terceros. Es más práctico para trabajar que para divertirse aunque lo hemos probado usando el móvil como teclado y ratón, una solución que nos parece muy buena.
Tenemos un cajón de aplicaciones y una zona de ajustes muy controlados, con Wifi, Datos, captura de pantalla o volumen, pero no tenemos acceso a todos los ajustes del móvil. Además en este modo cuando nos llega una notificación no se muestra en pantalla, algo que sí nos ha ocurrido con el primer modo.
Eso sí, Netflix no funciona y cuando la ejecutamos se abre en el móvil y Amazon Prime funciona pero no se puede poner a pantalla completa. Quizás se actualicen y mejoren pero al poder usarlo con el primer modo no vemos esto algo dramático.
Otra pega es que la TV en la que hemos conectado el móvil no era 4K y la resolución no era todo lo buena que dan de si tanto el móvil como el cable.
Huawei acierta con el Mate 10
Aunque un terminal sea excepcional si el precio es demasiado alto los rivales le atacarán por ahí, y su éxito, aunque posible, será más difícil. Resulta que Huawei ha creado un móvil de gran calidad en todos los aspectos y encima no ha penalizado el precio.
No podemos decir que el Mate 10 sea perfecto. Nos hubiera gustado que el altavoz secundario aunque no fuera como el principal se escuchara más alto. La batería, siendo buena, no llega a deslumbrar como podríamos creer.
Nunca un Huawei me había impresionado tanto. Sin más
También tiene luces, y son mayoría. La cámara es increíble, las posibilidades que abre EMUI 8, aunque personalmente no me guste su estética, he de reconocer que son muy amplias. El diseño totalmente en cristal da una sensación en la mano muy buena (eso sí, atrapa muchas huellas) y como guinda Huawei no pone un precio estratosférico. Pero sobre todo ello está el Kirin 970, un chip de gran potencia que promete una experiencia única con la inteligencia artificial.
Un serio candidato a móvil del año, y a lo largo de las próximas semanas vais a ver mucho más contenido en el blog porque esto no ha hecho más que empezar.