He usado operadoras que jamás creeríais y esta ha sido mi experiencia
Durante los últimos años he recalado en todo tipo de operadoras desconocidas para el usuario medio. Esta ha sido mi experiencia con ellas.
27 septiembre, 2017 11:44El mundo de las operadoras es un caos, hay mil y una opciones que además varían constantemente con lo que conseguir el mejor precio para nuestras necesidades se convierte en un reto complicado.
Hace años no existían tantas opciones, los actuales Orange, Vodafone y Movistar ejercían un oligopolio monopolístico aún más ferreo que en la actualidad. No fue hasta 2006 cuando el mercado de las telecomunicaciones comenzó a cambiar en España con la llegada de las OMV y la instauración de Yoigo como el cuarto operador con red propia.
Las OMV, esas compañías que nadie conoce y de las que pocos se fían
En 2006, tras muchos años de lucha, se consiguió regular la legalidad de las OMV. Estas siglas corresponden a Operador Móvil Virtual y se caracterizan por usar la red de otro operador, esto les permite introducirse en el mercado con una baja inversión inicial y enfocarse en la estrategia low cost.
La primera OMV en España fue Carrefour móvil pero a ella le siguieron muchas más: Simyo, Happy Móvil, Lebara, Digi Mobil son solo algunas de las que rápidamente comenzaron a operar en nuestro país. Desde el año 2006 y hasta que los operadores tradicionales comenzaron a defenderse comprando los operadores virtuales más exitosos y creando las tarifas convergentes, los OMV no han parado de ganar cuota de mercado.
Las OMV suelen ofrecer precios extremadamente competitivos pero se ven lastradas por el miedo a lo desconocido
Sin embargo, aún son muchas las personas que desconfían de estas operadoras poco conocidas. La reticencia a las portabilidades por su mal funcionamiento en el pasado y el temor a un mal servicio son los mayores frenos de la mayoría de la población. Hoy vamos a intentar desmentir ese mito.
Llevo años pasando de OMV en OMV
La primera vez que sopesé cambiarme a una operadora móvil virtual fue en el año 2010. Durante este año los smartphones estaban comenzando a llegar a la población al empezar a llegar los primeros modelos asequibles. Las operadoras por su parte solo los entregaban a cambio de contratar una tarifa con internet, con unos precios prohibitivos.
Fue en ese momento cuando descubrí Simyo, en ese momento no pertenecía a Orange y disponía de una tarifa con 300 MB a cambio de un consumo mínimo de 8€ al mes. Era perfecta para mí y por supuesto ninguna operadora tradicional ofrecía nada semejante.
Tuve algunas dudas antes de contratarlo, mi última portabilidad se había saldado con unos cuantos días sin línea y muchas llamadas al servicio de atención al cliente. Pero no lo pensé más y me atreví.
El resultado no pudo ser mejor, el proceso de portabilidad no tuvo ningún problema y la red móvil funcionaba a las mil maravillas. Por si fuera poco con el paso de los años, mi tarifa se fue actualizando automáticamente, ofreciendo más MB por el mismo precio sin tener que hacer ninguna gestión.
Simyo era demasiado mainstream, mejor me voy a Oceans
Con el paso de los años mi tarifa se fue quedando atrás, y con unos hábitos de consumo ávidos de megas, en el año 2014 comencé a buscar nuevas alternativas.
Encontré una pequeña compañía gallega, Ocean’s, que ofrecía una tarifa bastante más ventajosa y por un precio similar a lo que ya tenía. El problema era que mientras de Simyo había visto alguna publicidad, incluso algún punto de venta físico, de Ocean’s era la primera vez que oía hablar. Para colmo busqué algunas opiniones en Internet y, como siempre, los que más escriben son los que han tenido malas experiencias, fue algo nada alentador.
No obstante, volví a arriesgarme y el resultado volvió a ser bueno: una red igualmente estable y un servicio de atención al cliente con el que, si bien costaba contactar, tampoco hacía falta usar debido al buen funcionamiento del servicio y la facturación.
De Jetnet a Digi Mobil, LlamaYa y tiro porque me toca
En este punto me convencí de que casi cualquier OMV iba a tener un servicio decente, el hecho de usar un red ajena allanaba mucho las cosas. Esto, sumado la nueva ley que obligaba a las operadoras a realizar las portabilidad en 24h (en realidad dos días laborables de facto), me hizo decidirme a cambiar de compañía en el momento en el que viera una oferta mejor, como quien cambiar de marca de cereales.
No todas las OMV son buenas, con Jetnet tuve bastantes problemas
Eso me hizo recalar en OMV aún más desconocidas, como Jetnet, que enviaba las tarjeta SIM en una carta manuscrita por correo ordinario. Esta ha sido la única OMV con la que he tenido una mala experiencia. Hubo varios meses en los que cometieron errores de facturación y no precisamente pequeños. Además de experimentar en ocasiones cortes o velocidades reducidas de navegación sin motivo aparente.
Recientemente he vuelto a cambiar de compañía, tuve un breve paso por Digi Mobil y ahora soy cliente de LlamaYa. Exceptuando a Jetnet, en todas y cada una he tenido un buen servicio. Por ello siempre recomiendo OMV a todo mi entorno, que poco a poco se va atreviendo a contratar estas compañías.
El futuro de las OMV
El futuro de las OMV no está demasiado claro. Los grandes operadores decidieron actuar ante la sangría de clientes y decidieron comprar los más exitosos o crear los suyos propios. Así fue como Orange compró Simyo y Jazztel y creó Amena, Vodafone compró Ono y creó Lowi y Movistar hizo lo propio con Tuenti.
Además, las tarifas convergentes, imposibles de igualar por los OMV, están haciendo que el mercado de los virtuales se convierta en una jungla en la que cada vez se juega con menos margen de beneficio. Lo cual sin duda beneficia a los usuarios aunque puede terminar por hacer desaparecer a las OMV si el mercado se vuelve poco rentable.