Cómo saber si tu móvil ha sido hackeado: esto es lo que debes mirar

Cómo saber si tu móvil ha sido hackeado: esto es lo que debes mirar

El Androide Libre

¿Tienes la línea intervenida? Te explicamos algunos bulos de internet

Snowden, Assange, WikiLeaks, NSA y la lista sigue... esos nombres han hecho que nos preocupemos por nuestra privacidad. Aunque no todo el monte es orégano.

12 agosto, 2017 17:30

Snowden, Assange, WikiLeaks, NSA y la lista sigue… esos nombres han hecho que nos preocupemos por nuestra privacidad. Aunque no todo el monte es orégano.

Nuestra privacidad, algo a lo que no prestamos demasiado cariño, hasta que aparece algún escándalo en las noticias. Entonces es cuando los niveles de paranoia suben hasta niveles de papel de aluminio en la cabeza.

Es un tema serio, no os dejéis engañar, nuestros datos son la moneda de cambio con la que solemos pagar inconscientemente bastantes de los servicios que usamos hoy en día.

Sin embargo, hay cosas que en lugar de ayudar en algo concreto, lo que hacen es enturbiar la información útil de la que sólo se aprovecha del momento. De esto último es de lo que vamos a hablar.

Creo que tengo mi teléfono intervenido ¿Qué hago?

Es una de esas preguntas que suelen aparecer en cuanto notamos algo extraño o las noticias nos afectan demasiado y empezamos a notar «cosas extrañas». Como buen ser humano que somos, lo primero que hacemos en estos casos es… buscar en Google.

Google es nuestro guía, al que seguimos con los ojos cerrados

Y como todo en la web, lo que encontremos hay que cogerlo con pinzas y no tomarlo todo al pie de la letra. Algo que dejamos a un lado si nos encontramos en esos momentos de incertidumbre sobre nuestra privacidad.

En esta situación solemos buscar una respuesta y que sea rápida. El problema está en que solemos encontrarnos cosas que no son reales o que se aprovechan de la coyuntura.

Tu IMEI no te dirá si estás siendo vigilado

Una búsqueda rápida y encontraremos cientos, miles de enlaces proclamando que con un simple «truco» podemos saber si tenemos nuestro teléfono pinchado.

La teoría nos dice que gracias al IMEI de nuestro teléfono, podemos comprobar si estamos siendo vigilados. Todo de una manera muy sencilla, tan sólo tenemos que marcar el clásico *#06# para comprobar lo que nuestro IMEI va a revelarnos.

Si después de los 15 dígitos de nuestro IMEI encontramos añadidos 00 en unos casos 000 en otros, quiere decir que estamos siendo espiados. En concreto si tenemos dos ceros, significa que nuestras llamadas son vigiladas. En caso de ser agraciados con tener tres ceros, todo el contenido de nuestro dispositivo está siendo observado en las sombras.

Bien, dejémoslo claro ya, esto es una leyenda urbana que no tiene ningún fundamento ni lógica. Hay varios aspectos que hacen que se desmorone como un castillo de arena en la orilla del mar.

  • Según esta «comprobación» quien está siendo vigilado es nuestro dispositivo, por lo que cambiando de teléfono asunto solucionado ¿o no?
  • El número IMEI no puede ser modificado añadiéndole más dígitos, ya que es uno de los elementos que nos permiten acceder a la red móvil. Si se modifica, no podremos hacer uso de dicho dispositivo.

Teniendo claro los dos elementos anteriores, podemos ver que usando este «método» lo único que haremos es perder el tiempo. Si alguien os dice que lo ha visto y que es cierto… o es un bromista o realmente se cree todo lo que lee por la web.

El uso de datos no te dirá que estás vigilado

Otra de las teorías de la conspiración que puedes encontrar por la web está basada en el uso de datos. Cuenta la leyenda, es lo que es, que si detectamos un uso exagerado de datos, puede que estemos siendo vigilados.

No, no salgas corriendo gritando desesperado si encuentras que tu consumo de datos ha subido algo en los últimos tiempos. Todo tiene una explicación lógica o debería tenerla.

Un uso excesivo de datos, puede deberse a bastantes escenarios, por lo que pensar que estamos siendo espiados debería ser de los últimos a valorar. O directamente descartarlo. Ya que un uso excesivo de datos puede deberse por ejemplo:

  • Sincronización en segundo plano de aplicaciones como Dropbox o similares.
  • Llevarse horas viendo las Historias de Instagram, no son datos gratuitos.
  • Ese grupo de WhatsApp en el que entraste, que manda videos/fotos como si no hubiera un mañana.
  • Alguna aplicación o actualización que se ha quedado «colgada» y está usando los datos.

Los ejemplos podrían seguir, pero vamos a hablar de un escenario en el que se cumpliría en un tanto por ciento alto, esta teoría de la conspiración…

Quizá hayas instalado una aplicación, usando la opción de «Orígenes desconocidos» y puede que llevara consigo una sorpresa oculta. Eso puede ser el causante de tu aumento del uso de datos repentino.

La solución suele ser sencilla, desinstalar esa aplicación de «dudosa procedencia» y hacer un análisis a nuestro dispositivo usando una aplicación como Malwarebytes.

Normalmente después de realizar un escáner, no deberíamos encontrar nada. En caso de encontrar algo, la propia aplicación nos indicará la solución y por tanto el problema debería estar solucionado.

Conclusión

La preocupación por nuestra privacidad es buena, pero como en todo, los extremos no son buenos. Hay que tener un equilibrio, ni pasar del tema, ni creer que tenemos a medio servicio secreto observamos todo lo que hacemos.

Debemos tener en cuenta un detalle, si por alguna razón somos vigilados, lo que se «interviene» es la línea. Por lo que nuestro dispositivo no entra en la ecuación. Y por tanto no debemos creernos todo aquello que leamos en la web.