Ya no queremos procesadores potentes, queremos más colores
Hoy opinamos acerca de la tendencia de los fabricantes a lanzar sus buques insignia con semejante variedad de colores. ¿Por qué lo hacen? ¿Merece la pena?
24 abril, 2017 20:12Puede parecer una tontería, pero cada vez hay más variedad de colores en el mundo de los smartphones. Hoy hablaremos sobre las causas de ello, y por qué es una genial idea que los fabricantes apuesten por tener una gran variedad de colores en sus modelos estrella.
Cuando la elección del terminal depende del color
-He pensado en comprarme el iPhone 7 en un par de meses.
-Bueno, creo que hay terminales más interesantes, pero no es mala opción. ¿En qué color te lo vas a pillar?
-Eso sin dudarlo. El Space Grey, creo que este color es de lo mejor que ha hecho Apple.
-Tío, ¿Sabes que en el 7 ya no está el Space Grey no? Lo han sustituido por este, el negro mate.
-Sí, está chulo, pero no es lo mismo.
-Quizás el OnePlus 3T en Gunmetal te guste, no es lo mismo pero también está chulo.
-Es posible que lo acabe eligiendo. Al final casi prefiero elegir un móvil por su color, que en la gama alta todos van bien.
Así arrancaba la tarde del domingo pasado. Un amigo y yo habíamos quedado para ver las finales de Europa de League of Legends. Entre partida y partida surgió esta conversación acerca de la elección de su próximo móvil.
Dicha persona con la que hablaba pertenece a un perfil técnico, y aunque no se sepa las fichas de memoria entiende lo suficiente como para saber elegir entre un teléfono u otro. Y precisamente fue lo que me pareció más curioso de la situación. No hablamos para nada de la guerra de especificaciones ni de Android vs iOS. La ergonomía, calidad de materiales y apariencia del terminal cobraron el total protagonismo.
Y lo cierto es que lo entiendo. Yo mismo opté hace unos meses para sustituir mi queridísima Nexus 9 por un iPad, y al final mis razones para cambiar de bando no fue ni iOS ni su procesador, sino la smart cover y el color Space Grey (yo también soy fan de este color).
La gama alta está para lucirla, aunque no todos lo hagan
A lo largo de los años, no he parado de ver la misma escena. Gente gastándose un auténtico dineral en un móvil para acabar comprando en Aliexpress la funda más barata y cutre que encuentren. Cada vez que sucede, me hago la misma pregunta: ¿por qué?
Sí, lo entiendo, te acabas de gastar un dineral en tu nuevo móvil y no quieres que se te rompa. Pero en serio, es que hay gente que elige el móvil por su apariencia y después le pone una funda horrible. Conozco gente así, y aún no lo entiendo.
Por estadística, la parte más frágil de un móvil suele ser el cristal (trasero y delantero en algunos casos). Sale más rentable adquirir protectores de cristal templado, en los que no comprometemos el diseño. Incluso hay alternativas bastante decentes como optar por un bumper (que en ocasiones da un aspecto de robustez al terminal). ¿Mi opción de personalización favorita? Cristal templado y vinilo.
Los fabricantes lo saben, y están empezando a moverse
Pasemos de Apple y su maravilloso Space Grey a un caso más interesante. En una época en la que Samsung parecía que se iba a quedar estancada con su Galaxy S5, comenzó su pequeña revolución en la gama alta. Estábamos cansados de ver siempre los mismos blanco, negro y dorado (que duro fue el día que Apple puso de moda este color), y exceptuando los Nokia Lumia, el mercado de gama alta era cada día más aburrido.
Sin que nunca me hubiese interesado Samsung, lanzó en su Galaxy S6 un azul preciosísimo, y lo mismo puedo decir del modelo en color verde del Galaxy S6 Edge. Después sacaron ediciones de Iron Man y Batman bastante chulas (especialmente la primera) pero comenzamos a ver que esto era el principio. Lanzan 3-4 modelos básicos y después vemos ediciones especiales bastante chulas como el S7 Coral. Pasará también con el S8.
Otra grande que se ha sumado a este movimiento no es otra que Huawei. Tanto el Huawei P10 como el P10 Plus han llegado al mercado con una enorme variedad de colores, en los que no solo tenemos distintos colores, sino texturas específicas para cada uno. Blanco, negro, dorado, rosa, verde, azul y plateado. Además, la experiencia viene aderezada con un tema para el software que combina con el color elegido.
Hay que tener en cuenta que crear una gran variedad de modelos sale más caro que hacerlos de un solo color.
Cuando un pequeño cambio cambia tu mundo
Al final, la experiencia de uso de un móvil va mucho más allá de los gigahercios, los megapixeles y las tecnologías de pantalla. Evidentemente, todo eso es importante, pero cuando nos encontramos con una gran variedad de terminales, necesitamos algo más. No basta solo con que el móvil funcione, sino que queremos disfrutar usándolo.
No obstante, teniendo en cuenta que el smartphone no es más que una herramienta, es muy complicado que consiga evocar sensaciones. Las pantallas AMOLED suelen ser responsables de lo que denominamos como «efecto guau», pero a veces son los pequeños detalles.
¿Cuáles son las sensaciones que mejor impresión nos han dado? A veces son más simples de lo que parecen. Detallitos como el Alert Slider de OnePlus (heredado de los iPhone), que un móvil se sienta ligero, o incluso que el frontal sea de un color que te deje atónito. A mi me ha pasado con el Honor 8 Pro, y durante el tiempo que estuve con él, miraba embobado hacia el frontal y los reflejos de su azul frontal.
La ironía del nombre místico
Cerrando estas líneas en las que habré escrito bastantes tonterías, vamos a llamar un poco a la cordura. Vale que los fabricantes lancen varios modelos que se adapten lo mejor posible a nuestros gustos. ¿Pero realmente es necesario ponerles nombres tan absurdos?
Lo voy a reconocer, algunos como Space Grey o Gunmetal molan bastante (tanto en nombre, como en color) pero a veces rozamos el mistiquismo absurdo. Que si Rose Gold, Orchid Grey, Jet Black son algunos ejemplos de los muchos que no vamos a nombrar.
El propio equipo de diseño de los Google Pixel reconoció que elegir nombres para los colores del teléfono fue muy duro. Hartos de perder el tiempo con el departamento de marketing, optaron por la solución más razonable, tirar de sarcasmo. Basta ya de nombres raros, que al final acabamos llamando las cosas por su nombre.