Con tanto fabricante de smartphones, los usuarios se mueven entre las marcas buscando su próximo móvil. Pero ¿se impone la fidelidad al precio?
No hace falta decir marcas concretas, son muchos los fabricantes que arrastran legiones de seguidores. Samsung, LG, Apple, Xiaomi, HTC… Así hasta un largo etcétera: cada marca tiene sus acólitos esperando las novedades para suspirar por su compra y defender con uñas y dientes a quien no comparta su pasión. Más allá de la lógica empatía con un estilo concreto, ¿comprarías un móvil peor solo porque pertenece a una marca?
Móviles cada vez más iguales, precios cada vez más dispares
Vemos a diario las batallas entre defensores de una marca y Cruzados por la causa de la marca contraria. Cada una puede tener su manera de hacer las cosas pero, a la hora de la verdad, y siempre que nos movamos en el terreno de los smartphones, todas van a ponerte un móvil sobre la mesa que se parecerá a otros mil, incluso en su aspecto exterior.
Puede ser más potente, menos o hacer unas fotos para caerse de espaldas, pero no dejarán de ser móviles. Con los que vas a chatear, fotografiar, ver series y cualquier otra cosa que te permiten… los móviles. Estos dispositivos tienden a ser homogéneos sin que esto tenga por qué trasladarse al precio. Y enfrentarse a un catálogo de posibles compras puede ser un verdadero suplicio incluso para alguien que sea experto.
Ante smartphones cada vez más iguales toca fijarse en otras características que los diferencien
Las marcas no solo desarrollan un dispositivo electrónico, también crean un entorno donde el dueño de sus móviles se siente mejor solo por usarlos. No es nada nuevo, ocurre desde que el hombre comenzó a fabricar artefactos. Lo que vemos a diario en la ropa, los accesorios de moda o en los vehículos. Y, dado que el smartphone es un complemento personal más, hay marcas que «nos visten» mejor que otras solo por la firma.
La percepción de calidad está directamente relacionada con la inversión en publicidad que realice la marca. También por cómo prepare el embalaje, cómo se comunique directamente con el usuario y, nada desdeñable, por la percepción que se traslada en el boca a boca. Convencer a otras personas de que un fabricante es mejor conseguirá nuevos adeptos, así funciona el marketing social. Tú te ves mejor con un móvil de esa marca. Y a ti te ven mejor porque también perteneces a ella. Todos ganan, aunque la marca más.
El precio es otro valor más
Parece absurdo, pero el precio es un valor añadido a la percepción de calidad que se tiene del móvil. Compara dos smartphones, cada uno de similares características pero de distinto precio. El instinto elegirá el más barato, pero hay un Pepito Grillo en nuestro interior que dirá: «Si es más caro es por algo».
«Si es más caro es por algo». De ahí que veamos a la gama alta sobrepasar los 600 euros con la ligereza de un globo de helio liberado de su cuerda. Y esta percepción llega a tal punto que es habitual elegir un móvil más caro solo por la marca, incluso teniendo el mismo hardware que el más barato.
¿Comprarías un móvil peor solo porque es de tu marca preferida o preferirías mirar por tu cartera eligiendo lo más económico? Difícil decisión, más de lo que parece.