Facebook sabe más de ti que tu madre, y tampoco es tan malo
Facebook es más que una red social. Para ofrecer el mejor servicio de publicidad a sus clientes, la empresa te conoce a la perfección. Más de lo que crees.
6 marzo, 2017 19:57Facebook es más que una red social. Para ofrecer el mejor servicio de publicidad a sus clientes, la empresa te conoce a la perfección. Más de lo que crees.
Entrar en Facebook, ver lo que han publicado nuestros amigos, darle Me Gusta a un contenido concreto, decir que un anuncio no te gusta… Cada pequeña interacción con la red social va formando un perfil de ti que llega a ser tan completo como si lo hubieras rellenado tú mismo. Incluso más.
El conocimiento detallado es oro: cuanta más información tenga de nosotros más precisas serán sus herramientas de publicidad. Y dirigir los anuncios al público con la máxima precisión posible es lo que más valoran los anunciantes. Basta con abrir las herramientas de publicidad de Facebook para comprobar cómo nos conoce. Podemos segmentar por edad, sexo, por ciudad, por nuestros gustos, por el sistema operativo, idioma…
Muchos de los datos se los damos motu proprio con solo rellenar y completar nuestro perfil, pero la mayor parte de ellos se van recolectando conforme interactuamos con nuestros contactos y marcas durante la estancia en la red social. Poco importa que utilicemos la aplicación o la web: el número de datos que dejamos por el camino es apabullante. Y todos se guardan.
Cualquier click denota comportamiento y rasgos únicos
Construir un perfil psicológico de los usuarios es de suma importancia para todas las empresas que ofrecen servicios en Internet, no solo Facebook. Los anunciantes quieren asegurar su dinero apostando por campañas que obtendrán los beneficios esperados, por lo que tratan de dirigirse a las personas que están, a priori, interesadas en sus servicios.
Cuanto más específicos sean los datos recolectados más valor la publicidad
Si un día le das a Me Gusta en el contenido que ha publicado una marca de telefonía móvil Facebook añadirá una «muesca» a su base de datos conforme tú sientes predilección por ese tipo de productos. Ve sumando todas tus interacciones, cómo te relacionas con tus contactos, con los anunciantes… e imagina la información que te termina perfilando. Sin violar las normas de privacidad, y tratando la información como privada, Facebook puede situarte en la diana de una empresa que tiene un producto que, por tu historial, debería interesarte.
La inteligencia artificial y las redes neuronales han hecho posible aprender de todas las interacciones y analizar una ingente cantidad de datos para condensarlos en perfiles muy concretos. Si ahora mismo pudieras acceder a todo lo que Facebook sabe de ti, y fueses capaz de organizar toda esa información de manera inteligible, tendrías un perfil psicológico más preciso que el que pudiera hacerte cualquier psicólogo.
¿Cómo saber qué es lo que conoce Facebook de mí?
Aparte de todo lo que hayas rellenado de tu perfil y el nivel de precisión en todos esos datos, la red social te conocerá en base a cómo te relaciones con Facebook y con todas las personas de la red social. No existen aplicaciones para el móvil, pero sí una extensión para Chrome que se encargará de recopilar toda la información que envías a Facebook.
El uso de la extensión es sencillo: basta con que la instales en tu navegador y, después, utilices Facebook de manera normal. Data Selfie se encargará de monitorizar todas tus interacciones creando un perfil muy completo de tu personalidad y gustos.
Otra herramienta muy interesante es StalkScan, un índice de enlaces que te llevará a las distintas secciones de un perfil público de Facebook. Basta con que cargues la dirección pública de tu perfil (o cualquier otra) y te entretengas accediendo en los links inferiores. Encontrarás más información de la que pensabas.
Si usas Facebook debes aceptar sus condiciones
Está claro: Facebook es una red social privada que gana dinero en base a todo lo que recopila de sus usuarios. La red no vende directamente los datos y en ningún momento se asocia nuestro nombre o información personal, pero sí que ofrece servicios a los anunciantes en base a todo lo que recopila. También comparte la información con el resto de sus servicios, como WhatsApp e Instagram.
Si no pagas por un servicio es que el pago eres tú, no hay más. Esta es una máxima que está ampliamente vigente en Internet. Y tampoco tiene por qué ser negativa: solo debemos asumir qué porcentaje de intimidad queremos compartir y actuar en consecuencia.
Como decía, debemos saber cómo utilizar las redes sociales y en qué punto hay que situar nuestra intimidad. Utilizar Facebook no tiene por qué ser malo o entrañar riesgos, al menos siempre que no uses la aplicación móvil (ese gasto de batería). Bromas aparte, debes ser consciente de qué guarda la red y cómo la compartes con tus allegados. Más allá de aquí, utiliza el sentido común.