Con la ausencia del Samsung Galaxy S8 en el Mobile World Congress el LG G6 podría ser el terminal más interesante que se presente, pero para ello deberá evitar algunos problemas que hemos visto en sus antecesores.
Hablar de un terminal que aún no se ha presentado a veces es peliagudo ya que no podemos adivinar algunas cosas. Sin embargo analizando las filtraciones y sobre todo el recorrido de cada fabricante somos capaces de prever o imaginar algunas.
LG tiene en su mano este año una oportunidad de oro al no presentar a la vez su terminal estrella con el de Samsung. En los últimos años los dos modelos se han visto las caras en Barcelona pero en esta ocasión parece que los paisanos optarán por un evento propio el 29 de marzo.
Aún así LG sería muy ingenua si no cuidara hasta el máximo detalle su nuevo niño mimado y eso incluso no repetir algunos problemas que tuvieron sus antecesores.
No optimizar Android
Aunque muchos terminales de LG tienen sobre sí la maldición de ser muy infravalorados es posible que el más criticado fuera el LG G3. Durante un año lo tuve como móvil personal y me encantaba. Sin embargo tenía fallos, uno de los cuales no era de recibo. La interfaz tenía un lag del todo inasumible para un móvil con ese precio.
Esto no ha sido repetido, o al menos no de esa forma tan burda, en los G4 y G5 pero la optimización de Android debería ser una prioridad para el fabricante, así como actualizar sus terminales más pronto que tarde. En este sentido LG puede diferenciarse de Samsung aprovechando lo que haya aprendido de la colaboración con Google en los Nexus.
No cuidar todos los materiales
Otro fallo del LG G3 fue el que provocaba que apareciera una grieta en la zona del auricular, un fallo de fabricación que han reconocido y solventado pero que, de nuevo, no esperamos en un móvil tan caro.
Además en el LG G5 la crítica fue bastante fuerte por la forma de implementar el metal, ya que muchos usuarios buscaban una estructura más tradicional. Esto parece haberse solventado a la vista de las fotos filtradas pero aún podríamos tener una sorpresa negativa en la zona trasera.
Poner una batería insuficiente
Hay algunos móviles que acaban siendo iconos de la cultura popular. Lo fueron el Motorola Startac por diseño o el Nokia 3310 por su resistencia. Ya en la época actual hubo un móvil que destacó por tener una batería mucho mayor que sus rivales, el LG G2.
El LG G2 fue un gran icono para la empresa
Este móvil supuso un soplo de aire fresco en un momento en el que las autonomías de los smartphones eran incluso peores que ahora.
Tras eso LG lanza una serie de topes de gama que siendo mejores que el G2 no llegan a su altura en batería. El LG G6 no se espera como el reinventor de nada, y aunque una batería a la altura del LG G2 sería increíble con que no sea como la del LG G3 y G4 es suficiente.
Invertir poco en publicidad
Aunque a los que estamos más tiempo conectado a Internet nos parezca que la publicidad son los banners que vemos en la realidad la inversión más fuerte se realiza empapelando ciudades, patrocinando equipos de fútbol o fichando a estrellas.
OPPO ha demostrado que con ingentes cantidades de dinero para marketing se consiguen ingentes cantidades de móviles vendidos. Samsung también ha apostado por esto y en los últimos años Huawei se ha decidido a que su marca sea una de las más reconocidas a nivel mundial.
LG tiene una marca muy famosa pero su línea de móviles más potentes no está a la altura de lo que se merecen. Una fuerte inversión en marketing podría paliar esto.
Poner un precio demasiado alto
Por último hay un tema que cada semana parece que varía de un lado a otro. Al principio se rumoreaba que LG apostaría por poner un precio más bajo de lo normal a su LG G6, para competir en mejores condiciones con sus rivales. Luego se filtró que no sería así, y que posiblemente costara más que el LG G5.
No es un problema por dos motivos. Por una parte Samsung tiene una imagen de marca y un producto como poco igual de bueno, con lo que si los precios también son parecidos LG tiene las de perder. Por otro lado está Huawei que parece que trata a familia P como unos tope de gama descafeinados pero a lo que por eso mismo pone precios inferiores.
Si el LG G6 no va a estar a la altura del Galaxy S8 en aspectos como el procesador o la cámara, cosa que aún no sabemos, tampoco debería estar a la altura en precio.
Es seguro que todos estos problemas potenciales han sido más que analizados por LG antes de siquiera empezar a crear su nuevo terminal pero no son pocas las veces que nos extrañamos por las decisiones que toman ciertas empresas. En ocasiones pareciera que ignoran el mercado y a los consumidores.