Según las últimas filtraciones se confirma que el LG G6 no será modular. Además será más barato que el LG G5 y se presentará dentro de poco tiempo.
No hay que ser ningún experto para ver que las ventas del LG G5 no han sido todo lo altas que la empresa coreana hubiera querido.
El motivo ha sido una fuerte competencia y un precio elevado y la apuesta de la marca por los módulos, algo que debería haber sido positiviamente distintivo, ha pasado de largo sin mayor gloria.
Se confirma que será sin módulos
Aunque es algo de lo que hemos hablado en ocasiones hoy parece que se hace oficial que el LG G6 no apostará por un sistema modular como su antecesor, según las declaraciones que ha realizado el jefe de tecnología de LG, Skott Ahn, en una entrevista al Wall Street Journal.
También indicó que no descartaban crear un ecosistema de accesorios en torno a los móviles pero no de la manera modular que han reconocido, tanto LG como sus empresas colaboradoras, que había fallado.
Antes de lo esperado
El terminal estrella de LG no siempre se ha presentado en el mismo mes y LG habría apostado en esta ocasión por adelantar un poco su salida con respecto a las primeras ideas.
Lo que busca la empresa es poder presentarlo en el MWC de 2017 y ponerlo a la venta con la antelación suficiente como para que sus rivales no respondan con celeridad.
Además, eso haría que la bajada de precio que se da todos los años empezara antes lo que le daría una baza extra a la hora de luchar contra e Samsung Galaxy S8 que se espera para el 18 de abril.
Más barato que el LG G5
El último punto sobre el LG G6 del que se ha hablado en los últimos días se refiere a su precio. Según un analista coreano el nuevo modelo podría ser hasta un 20% más barato que su antecesor, en parte por el nuevo diseño, alejado del sistema modular y en parte por la necesidad de LG de luchar no sólo contra Samsung sino con empresas chinas que rebajan fuertemente el precio de sus mejores terminales.
Un coste contenido y un lanzamiento previo al del Samsung Galaxy S8 podría hacer que la lucha de las dos empresas coreanas este año no estuviera tan desigualada como en 2016.