Tras tres años tras la compra de Moto por parte de Lenovo analizamos la situación de sus móviles y la relación con los usuarios. ¿Cumplió las expectativas?
Parece mentira, pero ya hace tres años de la compra de Motorola Mobility por parte de Lenovo. Google se había hecho con la compañía para mantener dominada su cartera de patentes; y se desprendió de la mayor parte de la empresa dejando que Lenovo se hiciera cargo de la fabricación y distribución de nuevos smartphones.
No se puede decir que la marca haya diseñado malos dispositivos, que la calidad y las prestaciones a las que nos tenían acostumbrados se mantuvieron. Aunque sí hay motivos para mantener cierta desconfianza, sobre todo en el tema de las actualizaciones.
Android 7 Nougat no llega a gran parte de los Moto
Quizá nos habíamos acostumbrado mal, pero antes Motorola era de las que primero actualizaba sus terminales a la última versión de Android. Esto es algo que se ha deteriorado tras la compra de Lenovo. Tanto, que seguimos sin la liberación de las actualizaciones para smartphones tan potentes como los Moto X. Y eso que los Moto no se caracterizan por una capa agresiva, que son prácticamente stock.
Moto ha actualizado el Moto Z y los Moto G4, pero no termina de trasladar Android 7 al resto
Los Moto X han recibido una muy mala noticia: el turrón se retrasa hasta la primavera, concretamente en mayo. Siempre según Motorola Alemania, que ha sido la que ha confirmado el retraso. Los Moto G4 recibieron Nougat el otoño del año pasado, pero la actualización no se generalizó en todo el mundo. De hecho, esperábamos la actualización para los Moto G4 y G4 Plus en España justo para el pasado enero. Y del G4 Play no hay noticias.
Android 7 Nougat se le ha atragantado a Moto y a Lenovo. Es una lástima, precisamente por la buena fama que cosechó la marca durante varios años. Incluso fue de los fabricantes que más apoyó a Android en sus inicios. Por ejemplo, el Motorola Milestone/Droid inauguró Android 2.0 Eclair con Google Maps Navigation. Esos tiempos ya se acabaron.
Los módulos, una apuesta demasiado arriesgada
Sólo hay que preguntarle a LG con su LG G5. Y no es por criticar el ingenio o el arrojo, que han sido dos marcas que comercializaron un elemento con el que sólo podíamos soñar: variar las funcionalidades del smartphone con sólo cambiar o añadir un elemento. Los módulos de los Moto Z están muy bien pensados, tanto por sus prestaciones como por su manera de funcionar.
A pesar de que los módulos del Moto Z no implican desmontar el móvil, tampoco añaden una distinción clave
¿Qué le ha fallado a Moto/Lenovo en su apuesta? No continuar con la senda revolucionaria en el segmento de la gama media. Han lanzado un Moto G por año con una versión Plus en el 2016, pero ahora tiene muchísima más competencia que cuando empezaron los primeros Moto G. Móviles chinos con mejor calidad por menor precio, Honor y Nubia marcando el terreno con segundas marcas superventas y la constatación de un hecho: ya no es nada extraño comprar un buen móvil por poco dinero.
Los Moto G tampoco evolucionaron en exceso. Sí hubo saltos interesantes, como la que vimos en la tercera generación con la resistencia al agua, pero no se puede decir que su hardware haya progresado al alza. Hace tres años estaba genial para el precio de un Moto G. Ahora ya no se aprecia tan buena relación calidad/precio.
Los módulos no han sido algo mayoritario, sobre todo porque no son precisamente económicos en relación a sus prestaciones. Una lástima, la idea es muy buena, pero no parece que haya cuajado en el mercado, que tira más hacia las altas prestaciones y a la inteligencia artificial antes que a las innovaciones en diseño y en hardware.
Lenovo está cada vez menos interesada en los móviles
Es un mercado en el que nunca se ha distinguido en exceso. Sí tiene muchos modelos y mantenía cierto nicho en China, su país de origen, pero no terminaba de arrancar fuera de sus fronteras. La compra de Motorola Mobility pasaba por una internacionalización de sus productos, pero no le ha reportado los beneficios deseados, tanto de marca como monetarios.
Lenovo quería internacionalizar sus móviles con ayuda de Motorola, pero no ha conseguido ser mayoritaria
En un año en el que los dinosaurios vuelven con fuerza, con una Nokia que renace de entre sus cenizas, resulta extraño que Moto no haya conseguido mantenerse en boga a pesar de que sí mantuvo su imagen. Y tener pendientes de las actualizaciones a la mayor parte de sus usuarios no es algo que repercuta en dicha imagen.
Seguiremos recomendando sus móviles porque mantienen la esencia de lo que debe ser Android: un móvil potente, limpio, de altas prestaciones y con un diseño alejado de lo común. Pero por favor, Moto: cuida un poco más a los dueños de tus teléfonos. Por los viejos tiempos.