El mito de que un usuario que sólo usa WhatsApp o Facebook merece un móvil barato no es cierto. La gama alta es mejor para esas tareas, si quieres y puedes pagarla.
Hay muchos tipos de usuarios dentro del mundo de los smartphones, tanto los que usan Android como los que optan por otras soluciones.
Cada uno tiene un perfil de uso distinto en función de sus gustos y necesidades. Los hay que juegan a todo lo que existe, otros sólo usan el móvil para llamar y otros para aplicaciones varias. Los hay que gastan la batería haciendo fotos y otros que lo tienen casi como reproductor musical.
Pero hay un perfil de uso bastante común que es el de la persona que no es especialmente tecnófila, que básicamente quiere el móvil para conectarse a WhatsApp y Facebook. Y poco más.
A esas personas solemos recomendarles móviles muy baratos, sobre todo porque suelen pedir que los terminales que se compren les cuesten muy poco dinero. Pero, ¿y si se quieren comprar un iPhone o un Galaxy S7 Edge para usar sólo esas dos apps?
Un móvil de 200 euros no es igual que uno de 700
Son muchos los usuarios que se escandalizan cuando alguien se gasta muchos cientos de euros para hacer un uso sencillo del móvil. La idea de «para hacer eso no merece la pena pagar tanto» está muy instalada en nuestras mentes pero no siempre es real.
Un móvil de 200 euros sí que hace, mayormente, las mismas cosas que uno de 700, pero no las hace igual. Del mismo modo que una hamburguesa del Burguer King alimenta pero no igual que una casera o que un Seat nos lleva al mismo sitio que un Rolls Royce pero no de la misma forma.
Aunque hagas poco, hazlo bien
El principal argumento de los defensores de usar móviles baratos para hacer pocas tareas es que si no vamos a usar aplicaciones exigentes no es necesario pagar mucho.
Ahí entramos en el concepto de aplicación exigente, ya que pocas devoran más recursos que Facebook y pocas más memoria de almacenamiento que WhatsApp.
Pero aunque sólo usemos esas apps la forma de disfrutarlas no es ni por asomo la misma en un Galaxy Y de 89 euros que en un Galaxy S7 de 699. La velocidad de apertura de la aplicación, la calidad de la pantalla o el tamaño de la misma dan una experiencia muy diferente en cada caso.
Aspectos de hardware
Otra cosa que no se suele tener en cuenta son esas cosas que hacemos siempre pero que no son iguales en móviles baratos y caros.
La carga rápida es algo que se está imponiendo sobre todo en la zona alta de los catálogos y poder cargar un móvil en menos de una hora es un lujo, sobre todo si no vivimos pegados a un cargador.
Por otro lado tenemos las cámaras, auténticas definitorias de la gama alta. Un usuario básico quizás saque más provecho a una buena cámara en tanto que no se va a parar a hacer bien una foto, cambiar los parámetros de los ajustes o apoyarse para que la toma no salga trepidada. No, un usuario normal sacará el móvil y disparará. Sin más. En eso opciones como el LG G5, el Huawei P9 o el S7 son casi imbatibles.
El status es factor clave
Si bien en los blogs de tecnología siempre incidimos en los aspectos más técnicos de los móviles hay un factor casi más importante para muchas personas: el reconocimiento.
Tener un Galaxy S7 no es lo mismo que tener un móvil chino de marca desconocida y tener un iPhone da más prestigio que no tenerlo.
Esto puede gustarnos o no y aunque por supuesto hay excepciones la norma indica que es así.
Es por eso que a la hora de comprarse un móvil elegir uno más caro sólo por la marca o por la imagen de nosotros que vamos a proyectar es algo válido. Del mismo modo que es válido comprarse una gafas RayBan o un bolso de Loewe.
Show me the money!
Pero todo esto se resume en una cosa: el dinero. La cuestión, siempre, es si merece o no la pena pagar mucho para hacer uso de pocas funciones en el móvil. Ojo, de pocas funciones, no de poco tiempo, y es que este tipo de usuario es posible que use mas su móvil que nosotros el nuestro.
No es lo mismo usar poco el móvil que usarlo para pocas cosas
¿Merece la pena pagar 60.000 euros por un Mercedes en vez de 10.000 por un Citroen? Pues depende. Si tienes que hipotecar la casa no es una buena idea, pero si tienes muchísimo dinero y te gusta conducir, pues sí.
Con los móviles pasa algo parecido. ¿Tienes el suficiente efectivo como para pagar muchos cientos de euros por un móvil con el que harás unas pocas cosas? Adelante. ¿No lo tienes? Entonces piénsatelo.